Sara negó con la cabeza y acarició su barbilla el incipiente pelo le hacía cosquillas en las manos.
-No podría dejarte, aunque quisiera- Unió sus labios a los de él, se sentían tan suaves. Lo besó de nuevo con deleite y Franco se separó para tomar aire. Miró su cara y sus ojos estaban llenos de pasión, acarició su rostro y Sara fue directamente a su camisa, la deslizó por su cabeza y acarició el pecho de Franco.
-No te detengas, Franco- Lo besó mientras sus manos recorrían su espalda. Sara subió los brazos y Franco le quitó la blusa. La tomo del cuello y devoró su boca. Sara estaba desesperada por tocarlo, por sentirlo cerca, pero su barriga de 8 meses no le permitía acercarse mucho.
La ayudó a desvestirse e hizo lo propio con su ropa, Sara se tendió en la cama tratando de encontrar una forma cómoda, Franco se detuvo un minuto para observarla, quería recorrer todo su cuerpo y adorarla por lo que le quedará de vida. Se le acercó por la espalda, besando y acariciando todo a su paso. Sara giró la cabeza buscando los labios de Franco y este la besó, y con una mano acariciaba sus senos llenos.
-Eres hermosa- Siguió besándola mientras su mano bajaba por su cuerpo, llegó a su sexo y Franco se separó de su boca buscando en su rostro algo que le dijera si quería que continuara, Sara abrió sus piernas dándole permiso, este acarició su clítoris con el pulgar y hundió dos dedos en su centro. Bajó su boca hasta un pezón y lo succionó con fuerza haciéndola gemir, sujetó la cabeza de Franco para tenerlo más cerca.
-Te necesito- Gimió Sara. Franco le dio un último beso y se colocó entre sus piernas.
-Sara, mírame- Su voz sonó ronca.- Dime si te lastimo- Colocó una almohada para que apoyara una pierna tratando de que estuviera lo más cómoda posible y se hundió por completo en ella. Sara se mordió el labio para ahogar los gemidos que salían de su boca sin control alguno y Franco siguió empujando una y otra vez.
-Sigue, por favor. No te detengas- Hizo caso a todo lo que le decía y siguió embistiéndola, con una mano se apoyaba en el colchón y con la otra masajeaba sus nalgas. Sara no pudo resistirlo más, mordió una almohada para ahogar un grito de placer, Franco sintió como se contraía alrededor de su miembro llevándolo a él también al placer. Se recostó a un lado de ella y le daba pequeños besos en la espalda.
-¿No te lastimé, verdad?- Sara giró un poco la cabeza para estar frente a él.
-Estuviste increíble- Franco le plantó un beso y Sara se acurruco pegándose más a su pecho.
-Te amo- La arropó con la sabana y besó su hombro, dejándose llevar en el más profundo sueño.
***
A Sara la despertó un leve dolor en la ingle, como pudo se levantó de la cama y se metió al baño. Franco al sentir el vacío en la cama abrió los ojos y se volteó esperando ver a su mujer pero no estaba. Escuchó un ruido en el baño y rápidamente se levantó de la cama.
-¿Sara, estás ahí? ¿Estás bien?- Escucho pasos acercándose a la puerta. La cara de preocupación que tenía lo asustó muchísimo -¿Qué pasa, mi amor?
-Franco, esto no puede estar pasando, todavía me faltan unas semanas para mi fecha y esto no me había pasado antes...- Balbuceó.
-¿No puede ser, rompiste fuente? Esto es mi culpa, debí haber parado anoche y te dije que me dijeras si te había hecho daño...- Franco se llevó las manos a la cara.
-En todo caso la culpa es mía también, por ser tan débil y...- Una contracción la interrumpió y tomó el brazo de Franco pellizcándole con fuerza, este chilló de dolor.
-Lo mejor será que vayamos al hospital y llamemos a tu doctora.- Franco la sujetó del brazo mientras salían de la habitación.
-Tengo que avisarle a los chicos- Tocó la puerta del cuarto de Andrés y volvió al lado de Sara.
-¿Qué pasa, papá?- Dijo frotándose los ojos
-Vamos al hospital, tus hermanitos ya van a nacer, avísale a Gaby.
-¿Qué? Pero si todavía faltan unas semanas.
-Haz lo que te digo, nos vemos abajo.
-Sí, si claro. ¿Gaby?- Tocó la puerta
-¿Andrés, sabes la hora qué es? ¿Cómo se te ocu...?
-Hemanita, no hay tiempo para eso. Mamá está teniendo a los bebés ahora.
-No puede ser. ¿Pero ella cómo está?
-Está abajo con papá, tenemos que buscar las cosas e ir al hospital ahora.
Gaby y Andrés buscaron las cosas de los bebés y la maleta de su mamá, se subieron al carro y Andrés manejaba mientras Franco sostenía a Sara y le daba pequeños besos, cada vez que esta sentía una contracción y ella apretaba su mano.
Llegaron al hospital y la doctora ya los estaba esperando, metieron a Sara para hacerle una evaluación.
En la sala de espera los primeros en llegar fueron Jimena y Óscar, quienes se sorprendieron muchísimo al ver a Franco ahí.
-¿Flaco, cuando volviste? ¿Donde estabas?- Abrazó a su hermano, emocionado por verlo de nuevo.
-Hace unos días. Pero creo que esté no es el lugar ni el momento para hablar de eso.
-Claro, pero es que me sorprendió muchísimo verte aquí- Franco abrazó de nuevo a su hermano.
-Me alegra verte, Franco y que bueno que en estos momentos estés con tu familia- Dijo Jimena, abrazando a su cuñado. Sabía que para Sara hubiese sido muy duro pasar por todo esto sola.
-A mí también me alegra mucho verlos.
-¿Y qué les han dicho, como están mi hermana y los bebés?
-Nada, tía. La doctora está evaluándola para saber cómo están los bebés.
-Bueno, confiemos en que todo saldrá bien- Besó la frente de su sobrina.
-¿Ya les avisaron a mi suegra y a Norma y Juan?- Preguntó Óscar.
-Si, deben estar por llegar, tío.- Contestó Andrés.
Franco vio a la doctora y se apresuró para alcanzarla y hablar con ella.
-¿Doctora, cómo está mi esposa y mis hijos?
-¿Usted es...?
-El esposo de Sara E...
-Ah sí, Sara Elizondo, ella está bien. Logramos detener el trabajo de parto porque aún faltan algunas semanas para la fecha de la cesárea.
-¿Y los bebés cómo están?
-Aún están muy pequeños y sería muy peligroso para ellos nacer ahora, por eso vamos a dejar en observación a su esposa y ver cómo pasa la noche.
Franco se llevó las manos a la cara, todo eso era su culpa y lo sabía.
-No sé preocupe, vamos a hacer todo lo posible para que ellos estén bien. En un momento podrá verla y es importante que se calme un poco para que ella esté tranquila.
-Claro, doctora. Yo voy a calmarme y gracias por todo- La doctora entró a otra habitación y Franco volvió a donde estaba su familia.
-¿Qué pasa, papá? ¿Qué dijo la doctora?
-¿Cómo está mami y mis hermanitos?
-Su mamá está bien, la van a dejar en observación porque los bebés están muy pequeños... Pero todo va a estar bien.- Abrazó a sus hijos tratando de calmarlos y calmarse él mismo.
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Una Noche de Pasión
FanfictionSara Elizondo, una mujer fuerte que ha sacado adelante su hacienda y su familia. Franco Reyes, un hombre con un corazón enorme que tuvo que abandonar a su familia para que estuvieran a salvo.