Capítulo Cuatro.

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Vincent era un chico muy carismático.

Desde corta edad mostró interés por muchas cosas. El era el niño que quería ser sanador, artesano, guardián e incluso soñaba con un día ser un melotium y cautivar a todos con su voz.

Al crecer sus poderes finalmente se manifestaron. La mayoría de niños comienza a manifestar sus poderes a los diez, el los manifestó hasta los doce. Su poder era el control de la flora. Algunos pensaron que la espera para su poder era en vano. No era un poder especial. No podrían haber estado más equivocados, gracias a él habían podido mantener su vida como siempre. Sin el, ya habrían notado el mal que les acechaba.

...

Jimin le suplicó a Vincent ser su ayudante. Algo que tomó sorprendidos a los dos amigos.
El mayor no parecía contento con la situación. Se estaría involucrando más aunque por otro lado podría mantener ocupado al castaño mientras el investigaba. Vincent tampoco estaba muy convencido, el chico era agradable y la noche de las estrellas estaba cerca, la ayuda le convenía, pero la calidad de sus creaciones no podía ponerse en juego.

—¿Sabes algo de moda?— preguntó Vincent con una mirada fija y profunda.

—En realidad no. No se de moda, puedo aprender— tartamudeo.

Ese chico lo ponía nervioso parecía alguien muy calculador al igual que la mirada de Yoongi no ayuda mucho a calmar sus nervios.

—Entonces ¿por qué quieres trabajar conmigo?— indagó una vez más el trigueño.

—Quiero ocuparme en algo. Y al ver tus obras me han recordado mi infancia. Transmiten pulcritud, pasión en cada corte y costura. Quiero trabajar con alguien así— contestó animoso.

Jimin había aprendido que para convencer a alguien a veces se tenía que ser un poco adulador aunque no estaba mintiendo.

—Ya veo. Tienes razón. Pero comprenderás que la calidad se pierde con un error. No es que bajé la calidad simplemente deja de existir— su voz era tan calma —Si no tienes experiencia me temo que no puedo ayudarte en mucho.

—No se de moda. Sin embargo si tengo experiencia... Solía ayudar a un sastre en donde vivía... — interrumpió rápidamente su oración, había hablado de más.

—Entonces es así, ven conmigo.— sonrió de lado.

Vincent lo condujo hacia su sala de creación y le hizo una pequeña prueba. La cual Jimin pasó sin problema alguno. Min sólo permaneció con la vista fija hacia donde sea que fueran. Finalmente Vincent quedo convencido y lo acepto. Park ya tenía trabajo, en cosas básicas pero al fin podría sentirse útil de nuevo.

Al marcharse Jimin tomó sus trajes y se fue con Yoongi hacia la casa.

—Dime ¿por qué hiciste eso tan de repente?— Yoongi se escuchaba molesto.

—Te mencioné que quería hacer algo mientras estaba aquí y encontré esta oportunidad— Jimin contestó con firmeza.

—Lo sé... Pero no sabemos cuánto tiempo vas a estar aquí, quizá es mejor que no te involucres más... Las cosas aquí se están poniendo peligrosas— exclamó Yoongi.

—¿Peligrosas?— ladeo Jimin.

—Te seré sincero. El reino se está enfrentando a un poder maligno. Al inicio creí que a lo mejor eras el culpable pero ahora se que no. No debes de involucrarte— dio un largo suspiró. —En tu mundo tienes asuntos propios, es mejor así.

Jimin sintio un fuerte golpe de realidad.

A pesar de que al fin se estaba acostumbrado a ese lugar no pertenecía ahí. ¿Metamorfosis? Claro sólo era un error, el momento le había hecho olvidar que el no debería de estar ahí. Yoongi tenía razón. El tenía sus propios problemas y había decidido huir de ellos inconscientemente.

Has hechizado a mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora