Epílogo

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—¡Demonios Park Jimin! ¿Quieres quedarte quieto? Y deja de comer dumplings, vas a ensuciar tu cara.

—¡No quiero! Estoy nervioso.

—¿Recuerdas cómo era hace un año y medio cuándo vivías con él?

—Por supuesto— dijo sonriendo para después darle un mordisco extra al dumpling no obedeciendo a su mejor amigo.

—Será parecido, además voy a necesitar espacio en mi casa así que nada de arrepentimientos.

—No me estoy arrepintiendo pero es que antes vivíamos como apenas conocidos, luego a amigos... ahora viviremos como esposos. Entiendes ¡esposos!

—¡No estoy sordo!— grito de vuelta el otro como era costumbre de ambos al hacer un berrinche.

—Espera... ¿Necesitaras espacio? Finalmente se lo propondrás?

—Si.— sonrió Taehyung tímidamente.

—Ya era hora, tú hiciste que Gigi y yo comenzaramos a salir después de un mes de conocernos mientras que para tu propia vida romántica te tardaste tanto.

—Tengo miedo— dijo limpiando el rostro de su amigo para aplicar un poco de maquillaje.

—Comprendo que lo tengas pero es más que obvio que corresponde a tus sentimientos.

—Eso espero, temo que cuando sepa que me gusta se quiera alejar de mi.

—Eso no pasará, te lo aseguro.

Taehyung aplicó un poco de gloss en los labios de Jimin, y unas sombras durazno en sus párpados con toques de glitter, el cabello el cual ahora era castaño claro con hebras rubias fue peinado dejando la frente descubierta.

Vestía algo similar a un hanbok pero moderno. Al inicio ambos habían optado por hanboks de color celeste y amarillo pero a medida de que Vincent les enseñaba las opciones no podían decidirse así que al final se inclinaron por los clásicos blanco y negro.

El evento era importante y Vincent era bastante estricto en cuanto la creación de sus trajes ceremoniales siendo elegidos como símbolo de los colores que usaban el día en que se conocieron.

Park tenía decoraciones doradas y plateadas con pequeñas estrellas bordadas, y en la cinta llevaba un pequeño ramillete de lilas.

Estaba preparado para la ceremonia más no obstante no se sentía listo, tenía miedo de que algo saliera mal, que a Yoongi no le gustará como se veía a pesar de las miles de veces que este le le recordara lo precioso que era.

...

—Jungkook-ah, creo que enserio no usaré esto.

—Hyung, pero papá Jin está de acuerdo en que lo uses. Es una cosa prestada, al final de cuentas no te traerá mala suerte o algo así ahora que papá Namjoon esta de vuelta.

—Lo sé, el problema es que es muy extravagante y conociendo a Jin es muy probable que lo haya hecho a propósito.

—Solo es un guante de oro con incrustaciones de rubíes y pequeños diamantes rosas.— exclamó Jin quién iba entrando.

—Justo por eso, prefiero una orejera, además Jimin también va a usar una.

—No se supone que sepas eso.— el mayor vio fijamente a su hijo quien evadia sus ojos por la culpa que sentía.

—Yo le insistí, vamos quiero combinar con él.

—¿Tú? Min Yoongi ¿quieres algo para combinar con tu futuro esposo? una prueba más de que Park Jimin es alguien de temer como para haber logrado sacar ese lado adorable de ti.

Has hechizado a mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora