Has hechizado a mi corazón

Capítulo Siete

En todo el reino se sentía la alegría estaban a dos días de la tan esperada noche de las estrellas.

-Jimin- dijo Vincent.

-¿Si?- respondió Jimin.

-Quiero que vayas con el alquimista y compres una poción voglioaime y otra Pigma Larange, por favor- dijo Vincent mientras cosia una nueva túnica pues estaba saturado de trabajo.

Tenía que entregar ese mismo día gran parte de las prendas y unos cuantos para el día siguiente pero prefería entregarlos lo antes posible para tener más tiempo e ir a visitar a su familia.

-¿Con el alquimista?- titubeó.

Jimin llevaba casi un mes viviendo ahí pero sólo conocía el camino de la casa de Yoongi a Vicent's scenery además de la avenida en la que vivía y unos cuantos lugares al rededor pero no lo suficiente.

-Cierto aún no conoces mucho del lugar- dijo el modista disgustado. -Yoongi es un pésimo anfitrión, recuerdame regañarlo- dijo fingiendo molestia y autoridad.

-Claro- rió el bajito de tan solo imaginar la escena.

Aunque Vincent era más alto que Yoongi, éste seguía siendo menor que el. Añadiendo el hecho de que lo más probable es que Vincent fuera incapaz de enfrentarse a Yoongi.

Vincent le explicó detalladamente cómo llegar al lugar mientras dibujaba con su dedo índice el camino que debía seguir.

-Recuerda bien voglioaime y Pigma Larange- exclamó Vincent mientras le daba unas monedas de plata.

El castaño asintió y se puso en marcha.

Al llegar al lugar pidió las pociones recibiendo una mirada extraña por parte del hombre que supuso era el alquimista.

-Discúlpeme un momento- dijo el señor quien lo seguía observando.

Éste se dio la vuelta y entró a una habitación. Al salir de ésta, lo acompañaba un hombre mucho mayor de cabello cano con bigote y barba corta. Sus ojos eran púrpuras, un color muy peculiar nunca antes visto en pupilas por Jimin.

-Niño ¿Estas seguro que quieres adquirir esa poción?- dijo con voz tenue y clara.

-¿Hay algo mal con las pociones?- estaba confundido. (¿En qué demonios me metió el imbecil de Vincent?)

Ya era bastante extraño que lo mandara a comprar pociones justo el día que parecía estar muy ocupado o en vez de estarle gritando porque no encontraba sus alfileres que claramente siempre estaban clavados en el alfilero que llevaba en su muñeca o tal vez debía estar regañandole por tratar de limpiar el lugar que estaba lleno de retazos de tela de tantas prendas que estaba confeccionando.

"Esta perfectamente desordenado, no muevas nada o te mato" Si era muy raro.

-¿Enserio no lo sabes?- preguntó incrédulo el hombre más joven.

-No.

-Tranquilo hijo- dijo el anciano. -Veo que estas confundido. Pediste dos pociones- dijo buscando la aprobación del menor.

Jimin asintió.

-Pigma Larange es una poción para cambiar el color de tu cabello a anaranjado, que por supuesto es temporal.