Capítulo 16

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Me habían dado el alta, y mis padres se habían trasladado a mi casa. Yo ya me podía mover algo mejor, por lo que habían vuelto al trabajo pero a media jornada.

Ahora Adam estaba en mi casa haciendome algo de compañía.

-Te echo de menos en el Distrito - dijo y yo sonreí acariciando su mejilla.

-En poco tiempo me tendrás allí, aunque solo sea como trabajo de oficina pero bueno, menos es nada - dije y el asintió.

Bese sus labios y el sonrió mordiendo con suavidad.

-¿Cuando te quitaran los yesos? - pregunto.

-El de la pierna el viernes - estábamos a martes - y pues el del brazo no me han dicho todavía - dije y el asintió.

Adam volvió a besarme y yo sonreí, acarició mis piernas y nos separamos porque su teléfono sonó.

-Debo irme - dijo y yo asentí.

-Ve con cuidado - dije con una pequeña sonrisa.

[###]

El lunes había llegado y por fin me habían quitado el yeso de la pierna el viernes, ya me movía por casa más cómoda y ya caminaba perfectamente.

El doctor me había recomendado dar paseos por lo que hoy iria al distrito para ver al equipo.

-Dichosos los ojos - dijo Trudy y yo reí.

-Hola - dije con una pequeña sonrisa y me acerque al mostrador.

-Te acompaño arriba - dijo y yo asentí.

Subimos las escaleras y cuando me vieron todos se quedaron sorprendidos.

-Mirar quien ha venido - dijo Trudy y yo sonreí.

-¿Te incorporas? - pregunto Kevin y yo negué.

-La semana que viene - dije y el asintió.

Todos me dieron un abrazo y Hank me mandó pasar a la oficina.

-¿Como has estado? - pregunto.

-Bien no me puedo quejar - dije con una pequeña sonrisa.

-¿Has venido en taxi? - pregunto y yo negué.

-He venido dando un paseo, el médico me recomendó caminar - dije.

-Te llevaré a casa yo - dijo.

-No es necesario - dije y el negó.

-No está abierto a debate - dijo.

-Pues deberás dejarme en el wallmart, tengo que hacer la compra - dije.

-Te acompaño - dijo.

-No te vas a rendir ¿cierto? - le pregunté y el sonrió.

Como era de esperar, Hank me acompaño a hacer la compra. En estos momentos estábamos en el pasillo de higiene.

-¿Siempre haces la compra así? - pregunto

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-¿Siempre haces la compra así? - pregunto.

-¿Así como? - pregunte.

-Con tantos productos - dijo.

-Siempre espero a que se me acaben del todo o casi del todo, además en estas cosas cuanto más compras más descuento te hacen - dije.

Mañana vendrían a pasar todo el día conmigo los chicos así que compraría algo más para ellos. Pasamos por el pasillo del café y lo metí en el carro todo.

-¿Que planeas hacer para comer? - me pregunto Hank

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-¿Que planeas hacer para comer? - me pregunto Hank.

-Algo variado, que tenga carne pescado, algo de verduras y así - dije.

-Iré temprano para ayudarte - dijo.

-No es necesario - dije y el negó. - Necesito salsas - dije caminando hasta el pasillo de las salsas.

Cogí varias salsas y luego más cosas de comida, de que revise que no me quedaba nada fuimos para pagar.

Cargamos todo en el coche y una vez que habíamos llegado a mi casa Hank me ayudo a colocar la compra.

Mi teléfono sonó y cogí la llamada, era mi doctor para quitarme el yeso del brazo.

-¿Que ocurre? - pregunto Hank.

-Cogeré un taxi para ir al hospital, van a quitarme el yeso del brazo - le dije.

-Te llevo - dijo y yo lo bese en forma de agradecimiento.

Llegamos al hospital y Hank entró conmigo, me metieron en una sala para quitarme el yeso. Revisaron mi brazo y me hicieron mover la mano.

-Felicidades - me dijo el doctor. - Tanto tu brazo como tu pierna están perfectas, como si no hubieran sido facturados nunca.

-¿Puedo volver al trabajo? - le pregunté.

-Realiza los ejercicios que te dije y en una semana nos volvemos a ver para revisar cómo sigues, si avanzas de forma favorable te dejaré en manos de los médicos de la policía para que te evalúen ellos - me dijo.

-Vale - dije y el sonrió.

Nos despedimos del doctor y salimos del hospital.

-Vamos entra - le dije a Hank una vez llegamos a mi casa y el asintió.

-¿Que quieres de mi? - pregunto cuando estábamos en el salón y yo sonreí.

Me gire sobre mis talones y lo bese pasando mis brazos por su cuello. Sus manos bajaron a mi cintura y acariciaron suavemente mi trasero. Di un pequeño salto haciendo que Hank me cogiera y me pegara a una pared.

-Vamos a la cama - dije y el sonrió.

-Tengo trabajo - dijo.

-Llegarás tarde - dije.

Me poso en el sofá y yo abri mis piernas para que el tuviera espacio. Bajo sus besos por mi cuello dejando pequeñas mordidas que sabía que me dejarían marcas.

Nos desnudamos el uno al otro y Hank entró en mi con delicadeza.

-Lo quiero rudo - dije y el sonrió.

Comenzó a hacer sus embestidas más rápidas y profundas haciendo que mis piernas temblasen.

-No puedo más - dije y el sonrió.

-Aguanta amor, lo haremos juntos - me dijo.

Acaricié su espalda con mis uñas y las clave en sus hombros cuando aumento el ritmo. Nos corrimos a la vez y Hank me beso recuperando el aliento.

-Ahora si que me tengo que ir preciosa, es posible que vengamos todos a dormir en el momento salgamos - me dijo y yo asentí.

-Prepararé la cena entonces para todos - le dije y el asintió.

Nos vestimos y colocamos un poco las almohadas del sofá.

-Cualquier cosa llama - dijo y yo sonreí.

-No te preocupes, ahora ve con cuidado, os quiero de una pieza - dije.

Poliamor en Inteligencia - Chicago PD Donde viven las historias. Descúbrelo ahora