« 𝙁𝙧𝙚𝙖𝙠 » 𝙀𝙙𝙙𝙞𝙚 𝙈𝙪𝙣𝙨𝙤𝙣 𝙮 𝙏𝙪́ • 𝙁𝙄𝙉𝘼𝙇𝙄𝙕𝘼𝘿𝘼

#8

Perspectiva de Eddie

Aquel beso fue lento y cálido, algo que hacía mucho no sentía, pero no duró mucho, al menos para mí. Nos separamos luego de un rato y nos miramos en silencio, ella parecía estar sorprendida pero sonreía levemente.

Relamí mis labios, sin decir nada sobre aquello.

-Buenas noches, freaky.-

Dijo ella, en un tono diferente al habitual, rompiendo el hielo para luego acomodarse dónde antes se encontraba y taparse con las mantas.

La imité, y nos miramos por otros segundos más en los que ella no cambia su emocionada expresión, pero poco a poco se fue quedando dormida.

Por mi parte, me quedé unos minutos más, intentando procesar aquello. ¿Me gustaba ella realmente?... No comprendía cómo era que de un segundo a otro nos habíamos besado, pero no me disgustaba la idea de hacerlo nuevamente, aunque no sabía que era lo que ella pensaba, esperaba que sintiese lo mismo que yo, aquella extraña sensación en el cuerpo.

Me acomodé y me quedé dormido también, teniendo como última imágen a ____ durmiendo pacíficamente frente a mi, con una pequeña sonrisa en su rostro.

...

Perspectiva de ____

11:45 A.M.

Abrí lentamente los ojos, no me encontraba en mi habitación. Me costó unos pocos segundos recordar lo que había sucedido la noche anterior, lo cual me hizo sentarme rápidamente en la cama.

Miré a mi lado, notando la ausencia de Eddie, pero el ruido en la cocina me hizo darme cuenta que era allí donde se encontraba.

Me levanté y me dirigí fuera de la habitación, el piso estaba frío, no llevaba zapatos.

Ví a Eddie preparando un café, por lo que me detuve, sin dejar de verlo. Él pareció notar mi presencia al voltear la cabeza en mi dirección.

-Hola ____.-

Dijo, acompañado de una sonrisa.

-Buen día...-

Dije con algo de vergüenza por lo que había sucedido previamente.

-¿Te gusta el café?... Tengo jugo también.-

Elegí ....... {Les dejo elegir a ustedes :) } Me parecía lo mejor para desayunar.
El chico se sentó en una pequeña mesa circular que había no muy lejos de la cocina, por lo que también me acerqué allí, sentandome frente a él.

Eddie me pasó mi bebida y tomó una de las galletas que se encontraban en un pequeño pote y lo empujó levemente hacia mí, como señal de que yo también tome una.

Me gustaban aquellas galletas, entonces tomé una y me la llevé a la boca.

-¿Dormiste bien?-

Dijo el, haciéndome levantar la vista de mi desayuno. Asentí rápidamente y tomé un poco de la bebida.

-¿Puedo quedarme con la ropa? Te la devolveré mañana en la escuela, luego de lavarla. Realmente tengo frío y no muchas ganas de cambiarme.-

-Oh, si claro, no uso mucho esa ropa así que no hay problema.-

Sonreí en agradecimiento.

-¿Quieres que te lleve a tu casa cuando acabemos? De igual manera nos veremos de nuevo en la noche con el club.-

-Si, por favor...-

Dije con algo de pena por molestarlo en aquello, pero lo que pasó la noche anterior volvió a mi mente, haciendo que el calor se concentre en mi cuerpo.

-Oye tienes las mejillas algo rosadas, ¿Te encuentras bien?-

Miré al chico con sorpresa.

-Si si, estoy bien.-

Sonreí con nerviosismo, pero él se acercó a mi de todos modos y puso una mano en mi frente. Su tacto me hizo sentir aún más calor, pero quitó su mano rápidamente y sonrió.

-¿Esto lo estoy causando yo acas...-

-¡No!-

Lo interrumpí rápidamente, humillandome más.

-Miren nada más, el "viejo freaky" hizo sonrojar a la... Aún no se que apodo ponerte.-

Suspiró ante aquello, yo solo lo miré molesta, aunque en el fondo quería volver a besarlo.

Golpeé su estómago suavemente, y me crucé de brazos.

-Y ahora está molesta, vaya... Que bipolar eres.-

Lo miré en silencio, aún manteniendome sin ninguna expresión.

-Comienzas a aterrarme, anoche no estabas así de enfadada.-

Se formó un silencio, yo sólo intenté mantenerme sería, pero una pequeña sonrisa se comenzó a formar en mi rostro por lo que bajé la mirada.

-Oh y eres conciente de ello eh... Que sucia.-

Se detuvo y frunció el ceño.

-En serio tengo que pensar lo que digo porque de nuevo sone como un pervertido.-

-Como si no lo fueras.-

Exclamé, a lo que me miró.

-¿Así quieres jugar?-