''¿Qué está pasando en esa hermosa mente? Estoy en tu mágico misterioso viaje y estoy tan mareado, no sé que me golpeó, pero estaré bien. Tú eres mi final y mi principio, incluso cuando pierdo estoy ganando porque te doy todo de mi y tú me das todo de ti...-All of me (John Legend)
-Con Chloe llegamos al acuerdo mutuo de tomarnos un respiro, de todo.-Dijo él.
Mis ojos se ampliaron; aunque la sorpresa no fue tanta como la que hubiese tenido de no haber sabido aquello con anticipación. Por supuesto, Alya me lo había comentado esa misma mañana, y había estado en lo cierto.
Definitivamente Felix y Chloe se estaban tomando...lo que fuera que ellos llamaran un ''respiro''. Y ¿qué se suponía que debía de responder a eso? ¿un lo siento?
No. Sería demasiado hipócrita.
-Incluido el casamiento-Añadió, tras unos prolongados segundos en completo silencio.
Quitó la mano que había estado dejando descansar sobre la mía y rascó su nuca inquietamente. Podía visualizar la perfección cuan complicado era para él hablar de Chloe; por lo que valoraba su esfuerzo. Sin embargo eso no me aclaraba las cosas. No era eso lo que yo había estado buscando saber en primera instancia.
Entrelacé mis manos y las deje descansar sobre mi regazo, cuando la camarera se acercó con nuestros platos, y el vino inclusive. Sin decir nada procedió a verterlo en ambas copas, que se encontraban ya sobre la mesa. Felix estaba esperando alguna palabra, alguna emoción. Lo podía deducir por la mirada expectante que me estaba lanzando.
-¿Necesitan algo más?-La fina voz de la joven camarera quebrantó el molesto silencio.
Negué con la cabeza lentamente. Y cuando se retiró, me di cuenta que era mi momento para decir algo.
-No se que decir, Felix-Me sinceré-Debe de ser una situación complicada para ti.
Se inclinó y tomó la copa entre sus manos, luego aireó el vino moviendo el cristal en pequeños círculos, y lo llevó a sus labios para dar un largo sorbo.
-Créeme, estoy ante una situación muy complicada. Más de lo que tú crees-Suspiró.
Alcé ambas cejas y asentí sin saber exactamente a lo que se refería. Bajé la vista a mi plato para percartarme de que mi apetito se había evaporado como por arte de magia. Quizás al fin y al cabo aquel no había sido un buen momento para sincerarnos, quizás tendría que haber esperado a que el viaje acabara, y estuviéramos de vuelta a casa. Pero, ¿y entonces? ¿Qué hubiese sido de mí para ese entonces? Mi cabeza y alma no podían con más idas y vueltas. No más.
Podía sentir la tensión que irradiaba de Felix. Había pasado de tener un humor, y rostro, vívido a tener uno completamente sereno y preocupante.
Probé algunos bocados de la pasta más sentía un nudo tremendo en el estómago. Estaba tal cual en esos momentos donde no sabes que conviene decir y que no, que es mejor hablar y que es mejor callar.
-Esto es estúpido-Barbulló por lo bajo llamando mi atención. Dejó caer el tenedor sobre el plato-¿Te das cuenta, verdad? Dime que no soy solo yo.
-No entiendo...
-Marinette, lo que sentimos es obvio. Lo sé yo, lo sabes tú, lo sabe todo el mundo. Es cuestión de abrir los ojos-Interrumpió. Inclinándose para delante, me susurró las palabras, buscando a su vez conectar su mirada con la mía-Es estúpido que lo queramos ocultar con buenos modales, educación, o una estúpida relación jefe empleado. Creo que ambos no dimos cuenta que eso entre nosotros no funciona, de ninguna manera puedo comportarme estando a tu lado. Todo el tiempo nos empeñamos en mostrarnos como adultos y sin embargo, nos comportamos y actuamos como adolescentes. Hace poco tiempo descubrí algo-Su mirada me intimidaba, sentía como si lograra ver a través de mí. Todo lo que había dicho era demasiado cierto.
