Capitulo 30

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Me acomodé en el asiento del avión y quité mi libro de ''Orgullo y Prejuicio'' de mi bolso, con la intención de terminar de leerlo. Sentí una persistente mirada sobre mí, que me incomodó y provocó que me removiera en el asiento. Luego de unos tediosos minutos, solté un suspiro y bajé el libro para observar a Felix.

-¿Vas a pasar todo el viaje leyendo?-Inquirió él girándose sobre el asiento de al lado para verme.

-¿Tengo otra opción acaso?

Mi estado de ánimo era pésimo, detestaba tener que hacerme a la idea de que nuestra estadía en San Diego había llegado a su fin. Había sido la mejor semana de, posiblemente, todo el año y no tenía ganas de dejarlo todo atrás. Tenía mucho miedo por lo que podía ocurrir con Felix y conmigo cuando estuviéramos de nuevo en Nueva York.

La mano cálida de Felix se posó en mi rodilla y sus labios besaron la piel al descubierto de mis hombros.

-Siempre tienes otra opción-Susurró entre besos.

El libro cayó boca abajo sobre mi regazo y me volví a remover cuando sus besos ascendieron a la zona de mi clavícula y luego a mi cuello. Me mordí el labio y lo miré suplicante.

-Felix...-Miré sobre los asientos, las azafatas se movían rítmicamente por el pasillo ofreciéndole a los pasajeros bebidas. Alya estaba dos asientos más adelante y charlaba de modo entusiasta con alguien que no logré identificar-¿Podemos hablar de esto?-Pregunté, e inmediatamente lo que hice, él detuvo sus besos. Se hizo hacia atrás y me observó con sorpresa y confusión.

-Creí que ya habíamos hablado de esto, Mari.

-¿Hablaste con Chloe?

Mi pregunta lo dejó paralizado en el lugar. Eso me dio la respuesta que había estado necesitando. Le sonreí a medias, con ironía, y recogí mi libro de mi regazo para ubicarlo de la posición correcta en mis manos y continuar con la lectura.

Felix estuvo unos minutos callados.

-Estoy esperando para llegar a casa y hablarlo en persona. La separación no es un tema que se deba hablar por teléfono. Chloe merece saber la verdad sí, pero de la forma adecuada. A parte estoy cuidando de ti, Mari-Cuando dijo lo último lo miré-Chloe es muy impulsiva, de habérselo dicho por celular ya hubiera hecho algo para perjudicar. No es que sea cruel es que simplemente las emociones la superan.

-Está bien, Felix. Lo comprendo-Suspiré-Pero mientras tanto prefiero que mantengamos un poco de distancia o seamos discretos. No quiero continuar con esta farsa, quiero poder salir contigo y tomarte de la mano o besarte, sin tener que estar atenta a si hay paparazzi, o alguien a nuestro alrededor que nos puedan arruinar la relación. Tenemos que ser cuidadosos.

Él asintió con rendición, y se colocó los lentes de sol para luego acostarse en el asiento. Tomé una bocanada de aire y lo observé un momento más antes de volverme al libro. Cuando me cansé de leer, cerré los ojos y me decidí a dormir todo lo que quedara de viaje. Felix a mi lado ya dormía placenteramente.


Cuando estuvimos en tierra firme y estuve con mi equipaje me senté en un asiento libre que encontré y busqué en el celular el número de mi prima para que me viniera a buscar. Atendió con entusiasmo y accedió de inmediato como era de esperarse. Extrañaba mucho a Brigette.

Visualicé, entre las pocas personas que se hallaban esa mañana en el aeropuerto, a Felix acompañado de un hombre quien cargaba sus maletas. Felix buscaba persistentemente algo con la mirada, y cuando me localizó lo noté sonreír con alivio. Le hizo una serie de señas al hombre junto a él, y este se marchó, para que tuviera la libertad de acercarse a mí sin problemas.

금지 (Prohibido)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora