01🧷

82 5 0
                                    

Kim Seungmin

Me encontraba jugando con un balón junto a mis amigos de toda la vida, esos amigos que conoces y sabes que serán para siempre.
Le pasé torpemente el balón a Felix, mi mejor amigo, quién no pudo llegar hasta el balón por escasos centímetros, por lo que se fue corriendo tras él.
Esperamos a que volviera pero, al cabo de tres minutos no volvía, por lo que Jisung, otro de mis amigos, el más mayor de hecho, tomó la iniciativa de ir a buscar a nuestro amigo, por lo Jeongin y yo seguimos a nuestro mayor por el bosque, tratando de encontrar a Felix. En mitad del camino escuché unos llantos casi inaudibles, muy silenciosos, por lo que me separé de mis amigos para ver de dónde procedían y de quién eran. Al cruzar unos cuantos árboles encontré a Felix, sentado y llorando, por lo que me agaché y le pregunté.

- Fefii, ¿Que te ha pasado? - le sequé las lágrimas con mis diminutos dedos.

-Minnie... - sollozó - unos hombres muy malos llegaron y me quitaron el balón, pero como intenté quitárselo me pegaron y me duele mucho la cara - rompió a llorar otra vez, pero esta vez más fuerte.

-Tranquilo, Fefi - acaricié suavemente su espalda - no te preocupes, el balón es lo de menos, vamos a buscar a Jeongin y a Jisung y ya conseguiremos un balón.

Felix y yo nos levantamos y nos fuimos de aquella zona del bosque, yendo en la dirección por la que Jeongin y Jisung se fueron. Tras un rato caminando conseguimos encontrarlos, y juntos volvimos al parque a las afueras del bosque en el que estuvimos jugando con ese balón.

- ¿Qué te ha pasado, Felix?

- Hanniee, unos hombres malos me quitaron el balón y me pegaron, prometo que compraré otro con mis ahorros pero lo siento tantoo - nuevamente se echó a llorar.

- Tranquilo Felix, unos hombres malos te lo han quitado has dicho, ¿Verdad?

-Sii, eran unos hombres vestidos con trajes blancos y manchas rojas, y una máscara muy rara, además de que llevaban espadas y un escudo muy raro bordado en los hombros - sollozó.

- ¿Que? - respondió Jeongin alarmado - Felix, esos hombres malos son del otro imperio, tenemos que avisar a algún adulto cuando antes.

- A ver - llamó la atención Jisung - no podemos perder la calma, vamos a irnos a la casa de Felix antes de nada.

Nos pusimos en marcha siguiendo a Felix, quién lideraba esta vez el grupo, hasta que finalmente llegamos a su pintoresca casa, en la cual vivía junto a su madre, pues su padre los abandonó hace un par de años. Al entrar, la casa parecía estar vacía.

- ¿Mami?

Se escuchó un golpe en la cocina de la casa, por lo que rápidamente Felix corrió hasta el lugar mencionado dentro de la casa, parándose en seco ante la puerta de esta zona, por lo que Jisung y yo nos acercamos a él, y nos quedamos aterrorizados ante la escena que se presentó ante nuestros ojos: la madre de Felix estaba recostada delicadamente en el suelo, mientras dos hombres se encargaban de rajar su abdomen, para después sacar de él el máximo número de órganos posibles. Cuando Jeongin llegó los dos hombres se giraron a mirarnos, por lo que Jisung nos agarró a mí y a Felix por el brazo, y echó a correr. Corrimos y corrimos por todo el bosque, me atrevería a decir que incluso corrimos varios bosques, pero teníamos tanto miedo que no nos paramos ninguno.
Corrimos y corrimos sin parar, hasta que me caí en un agujero. Me torcí el tobillo izquierdo, por lo que me quedé metido en ese agujero, pero me limité a permanecer en silencio, pues sabía que esos hombres todavía nos estarían siguiendo. Vi pasar a los hombres, por lo que estaba seguro de que Jeongin, Felix y Jisung habían seguido corriendo sin mi. Pasé ahí dentro como tres días, por lo que ya empezaba a tener hambre y miedo por lo que le hubiera sucedido a mis amigos, ojalá estuvieran bien. Mis pensamientos se vieron interrumpidos por un chico alto, muy alto, con una melena castaña bastante bonita, y no tan larga. Sus ojos eran verdes, como esmeraldas que brillaban en la penumbra, y me sacó nuevamente de mis pensamientos cuando tendió su mano en señal de que me aferrara a ella para salir de ahí. La agarré y salí con torpeza del agujero, agradeciéndole al chico haberme sacado de ese agujero.

- ¿Cómo te llamas?

- Hyunjin.

- Pues muchas gracias por ayudarme, Hyun, estoy muy agradecido, una pregunta - fui interrumpido.

- Guarda silencio, no quiero tener que sellarte la boca.

Hyunjin me cogió de la muñeca, un poco brusco para mi gusto, y me llevó por el bosque, bastante lento ya que yo cojeaba y me quejaba por cada paso que daba, pues me torcí el tobillo cuando me caí en el agujero.

- Hyun, me estás haciendo daño, ¿No podemos ir más lento? A parte, me estás agarrando muy fuerte de la muñeca y me estás haciendo daño, camina un poco más despacio, por favor - lloriqueé.

- Cállate, como sigas quejándote te acabaré dando verdaderos motivos para quejarte.

- Oyee, eso no es nada amable de tu parte, ¿Por qué no eres un poquito más considerado, paciente y educado conmigo?

- Escúchame niño, que te haya sacado de un agujero no significa que automáticamente seamos mejores amigos ni que ahora todo vaya a ser bonito, así que hazme el favor y cállate porque como escuche tu voz una vez más te juro que te voy a tirar al suelo, te voy a agarrar del tobillo y te voy a arrastrar por todo el maldito camino y seguro que ahí te va a doler de verdad.

- Vale, me callo, lo siento.

Justo acabé mi frase, Hyunjin me empujó, cayéndome de lleno en el suelo, agarró mi tobillo y empezó a arrastrarme por el suelo mientras hacía fuerza en el tobillo que tenía lastimado, por lo que empecé a llorar silenciosamente.

- Y espero no volver a oír tu voz porque entonces sí que vas a tener problemas.

Me arrastró por un camino muy largo mientras lloraba en silencio, hasta que llegamos a un lugar, donde vi unas caras conocidas nuevamente...

Our home... {Stray Kids}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora