22📖

34 5 0
                                    

Yang Jeongin

¿De verdad estaba pasando todo lo que estaba escuchando que estaba pasando?
No pude seguir pensando mucho más porque la voz de Ji Soo Ahn volvió a interrumpirme.

- ¡Vamos, sanguinarios! ¡Maldita sea! ¡Si de verdad amáis a vuestros chicos necesito que os presentéis y peleéis contra mi! Si no aparecéis o simplemente no podéis poneros en pie... ¡Será vuestra derrota! - supongo que eso último lo decía por Minho.

Para la sorpresa de todos, Krystal volvió a meter a Seungmin dentro de la habitación, y salió ella por la ventana sin ningún remordimiento.
Tras ella, yo me levanté de la cama en la que me encontraba y me asomé al exterior, entendiendo por qué Seungmin había estado tan sorprendido desde el principio. Felix no sé quedó atrás y se estrujó conmigo y con Seungmin en la ventana, llegando al mismo estado de shock en el que estuvimos segundos atrás Seungmin y yo.

- ¿¡Qué os ocurre, sanguinarios!? ¿No tenéis ganas de pelear? ¡No me hagáis reír y salir a dar la cara! - Ji Soo Ahn seguía dando la lata -.

Me giré asustado cuando sentí todos, pero ABSOLUTAMENTE TODOS los huesos y músculos de Changbin crujir tras nosotros, y al ver como sus ojos se tornaban de un rojo más carmesí que el de mi sangre hacia media hora atrás.

- E-Ey... No es necesario que lo hagas, señor Seo... - intenté calmar el ambiente, sin éxito, obviamente -.

- Lo voy a hacer - su mirada estaba fija en la ventana, por lo que nos apartamos - es lo que se hace por amor, o lo que tú me has enseñado que se hace - me miró, y cuando mi mirada sorprendida se cruzó con la suya cargada totalmente de ira, sonrió, provocando que se me ablandara el corazón -.

- Por Dios Changbin... - me agarré el pecho -.

- Y cuando vuelva después de esta pelea, y cuando todo esto acabe, te daré todo lo que no supe darte ni ver antes de que se desatara esto - sonrió nuevamente, pero esta vez lágrimas caían de sus ojos literalmente rojos -.

- ¡Maldita sea, Changbin! - las lágrimas también se encargaron de acudir a mi rostro, solo que en mayor cantidad -.

- Ahora vuelvo - salió por la ventana, por lo que no me dió tiempo a alcanzarlo -.

- Jeongin, déjalo, es nuestro deber - dijo Christopher, quién había estado ahí todo el tiempo, sin que ninguno nos acordáramos -.

No dijo nada más, ni siquiera le dirigió la palabra a Felix, y salió por la ventana casi a la misma velocidad con la que había salido Changbin.
Cómo era evidente, todos nos quedamos asomados en la ventana, mientras que Jisung, quién desde el principio había estado en la escena del crimen, ahora se encontraba con un primer plano del caos que se desataría en unos pocos segundos.
Todo parecía normal, todo menos que Minho seguía tumbado en el suelo, sin dar ninguna señal de vida. Aunque no duró mucho, pues abrió los ojos repentinamente, y se levantó como si no hubiera pasado nada.

- ¿S-Señor? - interrogó Jisung -.

- Estoy bien, Hannie, pero necesito que me hagas el favor y te pongas a salvo, no quiero que resultes herido a causa de lo que está a punto de suceder - ordenó -.

Jisung solo asintió y, por algún motivo extraordinario, en menos de cinco minutos ya se encontraba en la ventana junto a nosotros.
Cuando ya los cuatro sanguinarios estuvieron reunidos, y los otros cuatro con los que se suponía que se tenían que pegar, empezó a llegar un ejército, que supongo que eran de nuestro reino, pues Ji Soo Ahn y los demás no se inmutaron, mientras que los sanguinarios miraban a su alrededor, frustrados.

- ¿Qué es esto, Swan? - interrogó Hyunjin, más irritado que antes -.

- ¿Por qué te asusta? Tenía entendido que teníais juntos, los cuatro, la fuerza suficiente para poder derrotar a un ejército entero, así que quería ponerlo a prueba - sonrió - obviamente os voy a dejar ventaja y mientras peleáis contra ellos nosotros cuatro no nos meteremos, no mientras no sea necesario, pero no creo, ¿No? Quiero decir, estáis un poquito... Mal - todos soltaron una carcajada -. En fin, que os lo paséis bien - se quitó del medio, se puso sobre un árbol junto a los otros tres y la pelea inició -.

Los soldados, evidentemente, no podían con los cuatro sanguinarios, e incluso los vencían con rapidez y sin ningún tipo de esfuerzo notorio, cosa que era rara, dado que tres de cuatro de ellos estaban heridos, y las heridas podrían ser mortales, aunque supongo que no eran elegidos y nombrados como los cuatro sanguinarios por nada.
En menos de veinte minutos ya estaba todo el ejército sin ninguna señal de vida sobre el suelo, y los cuatro sanguinarios de pie, en el centro del caos. Obviamente tenían la ropa rasgada y algún que otro rasguño, pero no era nada comparado con todo lo que habían provocado, con todas las vidas con las que habían acabado en menos de media hora.

- Es cierto que podemos con un ejército - Christopher habló - y también es cierto que podemos morir, igual que todas vuestras investigaciones, que al parecer solo me demuestran que estáis obsesionados con nosotros, pero una investigación sobre una persona no sirve si escribes sobre ella, y esa persona la encuentra -.

Sentí que contenía la respiración cuando vi como Christopher levantó un libro. Era un libro cualquiera, o eso parecía, hasta que todos lo vimos bien.

- Mamii - exclamé mientras corría hasta el centro de la biblioteca -.

- Innie, te he dicho que no grites dentro de la biblioteca, es de mala educación - me regañó mi madre -.

- Perdón - rasqué mi cabeza, apenado -, pero mira lo que he encontrado -.

Sobre mis diminutas manos se encontraba un libro llamado "Sanguinarios generación XXVI", un libro púrpura, que si lo palpabas un poco podías sentir la cantidad de poder e información que se escondía en él.

- Lo he estado leyendo y me ha gustado mucho la historia que narraba, creo que - no pude continuar cuando mi madre plantó por primera vez su mano en mi rostro -.

- ¡Jeongin! - exclamó, después me arrancó el libro de las manos - Este libro está totalmente prohibido, no quiero verte nunca más con él, ni siquiera debería estar en este lugar -.

Agarró con fuerza mi pequeña mano, provocando que lloriqueara, y me arrastró hasta el exterior de ese lugar, volviendo nuevamente a casa...

Las primeras lágrimas recorrieron mi rostro.

- No lo había pensado... - todos se giraron a mirarme -.

- ¿De qué estás hablando? - interrogó Seungmin -.

- Leí ese libro cuando era pequeño, y nunca imaginé que hablaba de una historia real - me limpié las lágrimas del rostro - Seungmin, Felix - me giré hacia mis amigos - Jisung, ¡Ese libro es nuestra salvación! - todos abrieron los ojos ampliamente - ese libro es cierto que habla de todas las debilidades y absolutamente todo sobre los sanguinarios, al igual que habla de la magia negra que hay que realizar para poder asesinarlos, que en este caso es la magia negra que están usando ellos... - entonces recordé un detalle - chicos, tenemos que ir a la biblioteca, necesitamos encontrar un libro - salí corriendo con los demás detrás -.

"Quando il male é in agguato, il caos lo risolve..."

Our home... {Stray Kids}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora