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~14 años después~
Kim Seungmin.

Ya habían pasado muchos años desde aquello, aquella tragedia que ocurrió con mi familia, la familia de mis amigos y todo mi reino. Mis amigos y yo vivíamos en un gran castillo, junto al resto de supervivientes, y los demás chicos del cuerpo militar que estaban en aquel lugar de la tragedia años atrás.
Me encontraba limpiando la mesita de noche en la que el chico el cual yo era su sirviente dejaba sus pertenencias y demás. A decir verdad, nunca había coincidido con ese chico aunque pasara la mayor parte del tiempo en su dormitorio, y prácticamente su territorio. Confieso que no me acuerdo ya ni de su nombre, pero si no hablaba con él porque ni siquiera lo veía no me importaba. Estaba quitando el polvo de una cajita que había cuando sin querer tiré otra caja que había en la mesita de noche. Maldita sea. Este hombre tenía más cajas en su mesita de noche que yo esperanza de vida. Me agaché a recoger la cajita y todo lo que había salido de su interior, cuando me quedé paralizado al observar el montón de fotografías que habían. Agarré una y la observé con miedo, como si acabara de ver un monstruo: era una foto mía. Pero lo peor no era que esa foto era mia, sino que la caja estaba totalmente llena de fotos mias, en diferentes ángulos, situaciones y lugares; todo tipo de fotos. Recogí horrorizado todas las fotos y las metí en la caja, y luego la dejé otra vez en su sitio. Al girarme divisé esos ojos verdes esmeraldas. Hyunjin. Ese era su nombre. Por fin pude verlo, después de tantos años. Sus ojos eran felinos, del mismo verde esmeralda con el que me encontré años atrás. Su cabello era un poco más largo, un poco desaliñado, y la parte superior recogida en una pequeña coleta que tambien estaba despeinada. Sus facciones eran mucho más adultas que antes, sus pómulos hundidos y su mandíbula marcada. Sus labios eran finos y anaranjados, con un toque rosa. Se veían besables. Al alzar la mirada otra vez a sus ojos después de mirar sus labios, puso una mirada alegre sobre mí. Sonrió algunos segundos y después volvió a su expresión seria y vacía.

- Volvemos a vernos Minnie - musitó en un tono de voz casi inaudible - me moría por verte en persona.

- E-Es un gusto volver a verlo - hice una reverencia algo temblorosa, cuando agarró mis hombros con firmeza y me miró fijamente a los ojos.

- Tutéame, ya has encontrado mi secreto más oscuro, tú precisamente, así que ya no me importa - su semblante estaba vacío.

Soltó mis hombros, dió media vuelta y se dirigió a la puerta, se apoyó en el marco de la puerta todavía dándome la espalda y dijo.

- El viejo quiere verte, no tardes mucho en llegar a la plaza donde empezó todo porque no me gustaría tener que cortar tu cabeza - desapareció tras salir por la puerta.

Me quedé paralizado ante la confesión, pero al reaccionar salí de aquella habitación y corrí de manera casi automática hacia aquella plaza. Al llegar estaban allí también Felix, Jisung y Jeongin. Al verme, sonrieron como si fuera un día normal, como si no estuviéramos esperando al viejo ese que era prácticamente Dios en la Tierra en ese reino. Cuando llegó el viejo, carraspeó y empezó a hablar de repente.

- Os preguntaréis por qué os he reunido aquí - tosió sin cubrirse la boca -, vosotros cuatro estáis con los cuatro muchachos que más he entrenado y prácticamente los mejores de todo el reino - aclaró -. Quería deciros que últimamente ellos han tenido que intensificar su entrenamiento debido a que los cuatro han subido de rango, algo mucho más poderoso que el simple rango de "líder del cuerpo militar" - clavó su mirada en mí - y, necesito que seáis más auto exigentes, pues tendréis que reducir vuestras horas de descanso, aprender a hacer cosas como cocinar, barrer, fregar,... Y tendréis que intensificar las actividades, además de que tendréis que ayudarlos más de una vez en sus entrenamientos y demás, prácticamente tendréis que hacer todo lo que hacíais aquí, un poco más incluso, y además deberéis hacer y decir lo que ellos quieran sin negaros, espero que os haya quedado claro - se dió media vuelta y se fue -.

- ¿Me estás diciendo que ahora tenemos que fastidiarnos para servirle a los notas estos? - casi exclamaba de la angustia Felix.

- Tranquilo Fefi, esto a lo mejor puede significar que podemos estar más tiempo juntos - me alegré de pensar que mi conclusión podría ser cierta.

- ¿Cuál creéis que sea el rango superior a "líder del cuerpo militar"? - interrogó Jeongin con curiosidad.

- No sé, nunca he escuchado nada así - suspiró Jisung.

- Yo he leído en un libro que hay rangos demasiado altos a partir del militar, y que el más alto se denomina "Sanguinario", creo que puede ser eso - comenté mi otra hipótesis, pareciéndome también razonable.

- Minnie, te está afectando tanto tiempo aquí - Felix soltó una carcajada - eso lo habrás leído en un libro de alguna historia fantástica, eso no pasa en la vida real.

- Por dios, más nos vale rezar por que no sea un sanguinario, esa gente si que es capaz de derramar el máximo número de litros de sangre - dijo Jeongin con un aire de miedo.

- Bueno, vamos a prepararnos para atender a esos chicos, ya que son tan superiores supongo que van a ser muy exigentes - dijo Jisung, suspiró y se marchó.

Yo también me fui, pues no tenía más ganas de hablar con ellos, y seguramente Hyunjin que más intenso, sobretodo después de saber que he revelado su secreto más oscuro, un secreto que la verdad me aterra mucho.
Al llegar a la habitación de Hyunjin no estaba, pero sus maletas estaban recogidas, por lo que supongo que tendrían que irse de ese lugar. De repente sentí unas manos en mis caderas, y un bulto en mi culo, y cuando me giré divisé a Hyunjin. Él me miraba con intensidad, mientras acariciaba de manera tentadora mis caderas. Intenté decir algo, pero acercó lentamente sus labios a los míos, lo que me puso más nervioso. Entonces me dejó, agarró sus maletas y se fue.

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