18⚔️

30 4 0
                                    

Yang Jeongin

Seungmin se fue hacia ya bastante tiempo, y Jisung y yo empezamos a asustarnos, por lo que, por más peligroso que fuera, decidimos separarnos para encontrar a Seungmin, aunque después nos costara más encontrarnos.
Caminé hasta que divisé a Christopher entre los árboles, así que me escondí, pero no duré mucho en mi escondite, pues vi como una bala atravesó el abdomen de Christopher, y este se agarraba a él, como si su vida dependiera de ella. Realmente lo hacía. Asustado pero sin pensármelo dos veces, corrí hasta donde estaba, y vi como se arrodillaba en el suelo, sin siquiera intentar mantenerse en pie y buscar a quien quería arrebatarle la vida.

- ¡Christopher! - grité, pero no reaccionó - ¡Bang Christopher! - volví a decir, pero él seguía sin reaccionar. Mierda, ¿De verdad se estaba muriendo? -.

Apareció Changbin junto a mí, y agarró a Christopher, levantándolo en segundos. Después, me miró, y su mirada se tornó triste, así que la desvió. Justo cuando dirigió su mirada hacia la dirección de la que había llegado la bala que perforó el abdomen de Christopher, otra bala más atravesó el brazo del mencionado, provocando que gritara otra vez de dolor. Al girar la cabeza, vi a Baek-hyun, quién ya estaba apuntando para dar otro tiro.

- ¡Baek-hyun, para! - grité con todas mis fuerzas, y como mis cuerdas vocales me permitieron -.

Al parecer, no se dió cuenta de que le estaba hablando, ni siquiera de que estaba allí, porque otra bala atravesó el brazo izquierdo de, esta vez, Changbin. Gruñó de dolor, pero se mantuvo firme, tratando de llevar a Christopher a un lugar seguro. Me dirigí hacia ellos, y agarré a Christopher del brazo que no tenía lastimado, cuando vi que Baek-hyun iba a darle otra vez al gatillo, por lo que corrí, y en cuestión de segundos, el veneno de una bala atravesando por debajo de mi clavícula me dejó en el suelo. Mierda, dolía horrores. No podía moverme del shock y del dolor que estaba viviendo en ese momento.

- ¡Jeongin! - escuché a Baek-hyun, pero no me sentía consciente para reaccionar -.

Al cabo de un rato, me desmayé, pero no por el dolor, sino por la sangre.

Seo Changbin

Me enfurecí como nunca cuando vi el cuerpo de Jeongin caer al lado mío, sobre todo después de que ese cabrón atravesara a Christopher, e incluso a mí, y más cuando me acordé de que ese capullo que podía haber matado a Jeongin lo "amaba".

- Christopher, sé que puedes mantenerte de pie, ve con Jeongin a algún lugar, curaos las heridas y poneos a salvo, esto se va a poner feo -.

Christopher, quién se notaba demasiado deprimido, simplemente asintió, agarró el cuerpo de Jeongin con cuidado y, por primera vez en la vida, obedeció mis órdenes y se fue como pudo con el cuerpo de Jeongin. Sabía que ambos estarían bien, pero la ira me estaba cegando por completo.

- Oye, deja aquí a Jeongin, yo me lo llevaré a - no lo dejé terminar -.

- Tú, sucia escoria - me giré a él, mis ojos se habrían tornado a rojo como nos comentó una vez el viejo, que solo cuando llegábamos a nuestro maximo de ira, cambiaban de color, eso nos hacía sanguinarios - te atreves a dirigirme la palabra para que te vuelva a entregar a Jeongin, después de haberlo atravesado con una bala, haber atravesado a mi compañero con otras dos balas, haberme atravesado hasta a mí, y finalmente haberme arrebatado a la única persona que no me ha odiado por ser un monstruo... - vi como el terror se apoderaba de los ojos del tipo, mientras yo solo podía pensar en mil formas de matarlo -.

- E-Escucha... - intentó excusarse, mientras retrocedía sobre sus pasos -.

- No, más te vale confesar ahora mismo todo lo que tengas que decir porque no vas a existir nunca más - caminé hacia él con ira -.

- Siempre estaré orgulloso de haberte hecho sufrir y haberte arrebatado a la persona que amas - empezó a reír de una manera aterradora - nunca lo he amado, solo lo quería para hacerte sufrir a ti y a él, y finalmente me hubiera gustado matarlo con mis propias manos, pero para ello tendré que matarte a ti primero - sonrió -.

- Eres escoria muerta - musité mientras lo fulminaba con la mirada -.

- Tranquilo Changbin, estoy entrenado física y psicológicamente para matarte, a tí y a todos tus compañeros - dicho esto, sacó una espada que siempre había pensado que era nada más que una leyenda -.

La espada que llevaba era una para asesinar demonios, o a sanguinarios, lo mismo era, y que siempre el viejo nos había advertido de mantenernos separados de ella, puesto que un buen golpe nos dejaría durmiendo eternamente. Pero ese simple mortal no podía parar la ira que emanaba de mi en ese momento.
Entendí que algo estaba pasando en mi cuando vi como la expresión de ese tipo cambiaba de seguridad a terror, pero no me importó. Agarré fuertemente mi espada, dispuesto a enfrentarme y asesinar a ese maldito, y hacerlo pagar por todo lo que había dicho de mi amado. Le iba a salir caro y era estúpido si creía que podría escapar de las garras del diablo tan fácilmente.
El tipo, intentando detener lo inevitable, vino corriendo hacia mí con su espada empuñada, apuntando directamente a mi abdomen. Detuve la espada con la punta de mis dedos, y esta estalló en pedazos debido al contacto. El tipo, asustado, y ahora todavía más, retrocedió rápidamente, tratando de huir de mi.

- Es inútil, mortal - dije, mi voz sonaba diferente -, voy a hacerte pagar por hacerme sufrir, y sobre todo por querer hacer sufrir a la única persona que me ha amado de verdad y a la que yo he amado de verdad -.

Salí disparado hacia él, me sentía realmente ligero, y lo agarré del cuello, mientras ambos volábamos, atravesando varios árboles, hasta llegar a uno que no se destrozó, y estrujé el cuello del tipo contra el árbol, provocando que me agarrara las manos y tratara de detenerme. Con mi otra mano, agarré la empuñadura de mi espada, y sin ningún remordimiento, empecé a apuñalar una y otra vez el cuerpo del tipo, hasta que finalmente, dejó de respirar, y expulsó una cantidad inhumana de sangre de la boca, por lo que lo solté, provocando que cayera al suelo, y emitiera un crujido asqueroso. Me sacudí las manos en el pantalón y me di media vuelta, satisfecho, y volviendo a mis casillas otra vez. Tenía que reencontrarme con mi amado, contarle la verdad y decirle lo que de verdad sentía...

Our home... {Stray Kids}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora