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Yang Jeongin

Cuando me desperté estaba en la cama de Changbin, supongo. Casi me levanté de un salto cuando escuché la voz grave de Changbin.

- ¿Estás bien?

- Si, solo me mareé con la sangre.

- Bueno.

Se dirigió hacia el ropero que había en la habitación y lo abrió. Entonces empezó a quitarse la ropa, CONMIGO AHÍ. Este hombre está loco.
Ahora es cuando uno piensa "ah, seguro que no pasa nada, está buenísimo y se va a quedar en ropa interior". PUES NO.
Se sacó también la ropa interior, LA ROPA INTERIOR, y se la cambió como si tal cosa, y entonces me fijé del tatuaje que tenía en la espalda, ¿Qué era eso?

- Señor Seo, sé que no debería ser tan cotilla pero... ¿Qué es ese tatuaje que tiene en la espalda? - ojalá no me estrangulara ni nada, aunque igual era un poco paranoico.

- Es la marca con la que se identifican los 4 sanguinarios - soltó como si la cosa no fuera con él.

¿QUÉ? ¿ERA UN SANGUINARIO?
Parecía que se había percatado de mi mirada de terror, porque habló.

- No te preocupes, te encargas de servirme, nunca te haría nada - sonrió cuando terminó de hablar.

QUÉ. MIEDO. Me levanté de lo que sería la cama de Changbin y me acerqué disimuladamente a él para poder ver mejor el tatuaje. Estaba tatuado a rojo "Monster" con una tinta roja que parecía sangre. Ya me iba a estar desmayado otra vez.

- ¿Quién te ha dicho que puedas acercarte? - me sobresalté.

- P-Perdón, quería ver de cerca el tatuaje, no quería incomodarlo... - ESTABA TEMBLANDO.

- ¿Y quien te ha dado la orden de acercarte? - Se dió la vuelta, quedando cara a cara conmigo.

- N-No lo volveré a hacer - hice una reverencia en señal de arrepentimiento, pero parece que se la metió por el culo, pues se acercó hasta mí, quedando cara a cara mucho más cerca de lo que habíamos estado.

- El que da las órdenes aquí - se acercó a mí oído - soy yo - me estremecí al escuchar su voz profunda chocar contra mi tímpano. AYUDA.

- Ya le he dicho q-qué no volverá a ocurrir, señor Seo... - ojalá pudiera desmayarme y así me quitaba del medio de todo este follón.

- No puedes jurar que no volverá a ocurrir - ¿Por qué seguía hablándome al oído? Qué yuyu - pero más te vale que no, porque tendrá consecuencias - por fin se alejó.

Suspiré cuando se alejó. ¿Todo esto porque me había acercado un poco a él solo para ver su tatuaje? Venga ya, era un dramático, no era para tanto.
Habría leído mis pensamientos o algo, porque se giró a mirarme con una gelidez que literalmente casi me deja ahí congelado.

- ¿Y tu familia? - se me ocurrió soltar por la boca como un imbécil.

Se giró a mirarme y me dedicó la peor mirada que podrían haberme lanzado en la vida. VOY A MORIR.

- ¿Otra vez sacándote las órdenes de la polla? - Lo había cabreado. Otra vez. MIERDA.

- P-Perdón, no era mi intención hablar, le juro que no lo volveré a hacer, no sé qué me pasa... - no pude seguir hablando porque me plantó el puño en toda la mandíbula, llevándome directamente al suelo.

- ¡Joder! - gritó Changbin, después me miró con ira.

Vale, mi mandíbula ardía demasiado, nunca me habían pegado tan fuerte. Miré al suelo y Changbin me agarró del cuello de la camiseta del uniforme, levantándome del suelo, por lo que cerré los ojos, preparándome para el siguiente golpe.
Caí repentinamente al suelo cuando el teléfono de Changbin empezó a sonar ruidosamente. Abrí los ojos con susto mientras Changbin agarraba su móvil con ira, y respondía la llamaba.

- ¿Qué coño quieres Hyunjin?

Se quedó en silencio.

- ¿Qué?

Todo se volvió muy MUY incómodo.

- Está bien, no te agobies y cuidado con Seungmin, voy para allá.

¿Seungmin?
Me puse en pie cuando pronunció su nombre, y cuando terminó la llamada le hablé.

- Escúchame, sé que ahora mismo por más vulgar que sea la expresión, está hasta los huevos de mi, pero por favor , no sé a dónde vas, pero Seungmin es mi amigo, y si él está en peligro quiero acompañarte.

- No Jeongin, no puedes, te vas a quedar aquí y ya después hablaremos.

Changbin se dirigió a las escaleras y las bajó a la velocidad de la luz, y lo último que supe de él fue que cerró la puerta con llave para que no pudiera salir.

Diez minutos después ya me estaba pudriendo del asco y del aburrimiento, y me agobiaba saber que a lo mejor a Seungmin le estaba pasando algo y yo estaba allí tan pancho, así que abrí la ventana de la torre, respiré profundamente, y me escabullí de allí.
Caminé hasta llegar a un bosque, y como tenía la impresión de que allí era donde Seungmin se encontraba, caminé, adentrándome en él. Al cabo de unos 20 minutos divisé la antigua casa de Seungmin, y los recuerdos me inundaron, aunque no me dió tiempo a ponerme a recordar porque una bala pasó por al lado de mi cabeza, rozándome el flequillo. AYUDA.
Me escondí detrás de un árbol y me di cuenta de que la bala que casi me perfora venía desde el interior, pues los hombres que estaban en el exterior de la casa no se dieron ni cuenta. Espera, ¿Ese no era el uniforme del cuerpo militar de nuestro reino, que supuestamente estaba destrozado porque lo habían invadido y por eso estábamos allí?
Parpadeé un par de veces para ver si estaba soñando, pero no.
En la ventana de lo que era el dormitorio de la madre de Seungmin se veía a Hyunjin, que se asomaba de vez en cuando, vigilando a los hombres que vigilaban la puerta.

- ¡Está arriba! - grité, mientras los hombres se giraban a mirarme - ¡Hyunjin y Changbin están arriba, tienen a mi amigo! - era mi oportunidad de escapar de ese infierno, aunque la mirada que me lanzó Hyunjin desde la ventana me dejaba claro que era lo contrario.
Cuando los hombres entraron, una mano me empujó fuertemente hacia el suelo, cayendo de rodillas. Al girarme, vi a Changbin. MIERDA.

- Dije que nunca te haría daño - me recordó mientras me miraba a los ojos - pero si me vas a traicionar no me queda de otra.

Cerré los ojos al ver como alzaba una afilada espada sobre mí.

•°•

Holaaaa

De nuevo, como mencioné en otro capítulo, publiqué este ayer y hoy me volvió a salir que no estaba publicado

Por eso, si les salió que publiqué dos, es por eso

Ciaoo ^^

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