03🗡️

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Lee Felix

El chico raro de ojos azules dió un paso hacia adelante.

- Obviamente los que sobreviváis a esta masacre no vais a tener una vida de lujo, pero pues no es lo mismo morir trágicamente sin haber podido vivir apenas que sobrevivir de una masacre del territorio rival y poder vivir para contarlo _ soltó una carcajada, y retrocedió, dando paso al de ojos verdes.

- Va a sonar un poco macabro _ miró a Seungmin_ pero os deseo suerte, hay algunos que me interesa que vivan, tienen potencial.

Sin más preámbulos, los cuatros chicos guapos y el viejo rancio se fueron por la puerta gigante esa que había mutado de la nada, y cuando se cerró todo el mundo empezó a mirar hacia todos lados, buscando a los locos chiflados que serían los traidores. Salí corriendo hasta donde estaban mis amigos, los cuales también estaban atentos acerca de los locos que serían los traidores.

- ¿No creéis que a lo mejor no hay ningún traidor y nos han dicho eso solo para que nos matemos unos entre otros? _ Jisung me miró como si acabara de decir lo más absurdo que hubiera dicho en toda mi vida.

- Felix, ¿Te has vuelto loco?

-Creo que le ha afectado hablar con el rubio ese _ musitó Jeongin.

-Pues yo sí creo que Felix podría tener razón, ¿O es que veis a alguien que haya sacado algún arma o algo? _ respondió Seungmin.

Seungmin era mi mejor amigo desde que tenía consciencia. Literalmente habíamos nacido uno al lado del otro, incluso en el mismo mes. Nuestras madres también habían sido muy amigas desde temprana edad, por lo que Seungmin y yo nos conocíamos desde que nacimos, cuando estábamos en los pañales, literalmente. Siempre que a alguno de los dos se nos ocurria una trastada o cualquier cosa para liarla la hacíamos juntos, y siempre lo hacíamos todo juntos: hacíamos la compra juntos, jugábamos juntos, estudiábamos juntos, incluso alguna vez llegamos a ducharnos juntos. Es que literalmente éramos uña y carne. También respecto a pensamientos y opiniones éramos iguales: lo que piensa uno lo piensa el otro, al igual que lo que hace o dice, literalmente solo no nos parecíamos en el físico. Seungmin estuvo conmigo todo el día todos los días desde que mi padre me abandonó, en ese entonces estuve muy triste y Seungmin siempre estuvo conmigo, al igual que hice yo hace un par de meses atrás cuando su abuela murió, que también me dolió porque su abuela también fue una abuela para mí.

- Vamos a ver, relajaros, obviamente no iban a hacer eso porque sino todo el mundo se quedaría mirando, ¿No veis que nadie se está atacando porque siguen esperando? Dejaros ya de tonterías que esto es serio.

- Jisung, ¿Puedes parar ya? _ encaré a mi amigo_ no sé si Jeongin y Seungmin sienten lo mismo, pero estoy cansado de que siempre tengas que ser tu quien nos dé lecciones o nos dé la lata porque todo lo que hacemos o decimos te parece una tontería, y estoy cansado de eso. Solo he dado una hipótesis sobre la situación que estamos viviendo, no estoy diciendo que sea verdad, así que deja de llamarnos tontos o lo que quiera que pienses porque ya estoy cansado, que seas el más mayor no te da derecho a ser la autoridad, somos amigos, no un grupo de niños tontos que no se soportan.

- Felix tiene razón _ dijo Seungmin_ estamos cansados de ser como tus títeres, si quieres darle órdenes a alguien dáselas a alguien que si quiera escucharte, porque Felix y yo estamos hartos.

- Bien, entonces nos dividiremos, que os vaya bien par de tontos _ dijo Jisung con recelo, a la vez que agarró la muñeca de Jeongin y se fueron hacia otro lado.

- ¡Hanniee cuidado! _ grité.

A Jisung apenas le dió tiempo a reaccionar cuando una mujer impactó su puño contra su rostro, dejándolo un poco confuso. El rostro de esa mujer era inconfundible: era la panadera que nos daba trabajo a veces y nos daba diez wones.

- No voy a dejar que nadie me mate... ¡Sois todos unos traidores y os voy a matar! _ exclamó la mujer.

La mujer saltó sobre Jisung, quién luchaba y luchaba contra la mujer para que no le hiciera trizas la cara. Seungmin y yo corrimos hacia él, y le quitamos a la mujer de encima, mientras seguía pegando puñetazos y patadas en toda dirección. La soltamos en el suelo para no recibir más golpes. Y sonó un disparo. Impactó en el cráneo de la mujer, la cual se quedó con los ojos como platos, totalmente inmóvil. Al girar la cabeza, divisamos al chico de ojos verdes mirando fijamente a Seungmin.

- ¿Qué tiene ese loco contigo Minnie?

-No lo sé, pero estoy seguro de que me va a degollar como salga vivo de esto.

El chico de ojos verdes apuntó a Jisung con la pistola que llevaba, un revólver demasiado bonito como para pensar que iba a ser un arma de verdad, y no un simple objeto de decoración.

- Mucho cuidado con quien insultas, chico con cara de ardilla, porque a mí no me gustaría que se metieran con algo que probablemente cuando acabe el día esté bajo mi propiedad.

Espera, ¿Qué estaba diciendo este loco?

- ¡Oye Hyun! _ gritó Seungmin, y el chico de ojos verdes lo miró_ ¡No voy a ser tuyo ni aunque me paguen un millón de wones! ¡Así que no te inventes cosas que no son porque sino te voy a pegar tremendo puñetazo en la cara que se te va a olvidar hasta tu nombre!

El de ojos verdes empezó a reírse y reírse que parecía que iba a llorar de la risa, pero de repente se quedó totalmente serio, y apuntó a Seungmin con el revólver.

- Escúchame Minnie, no hace falta que me defiendas ni te sacrifiques por mi, no creo que seáis tontos, pero era producto de la ira, os quiero un montón y siempre os voy a estar agradecidos por haberme sacado de allí.

En ese momento sonó otro tiro. Mierda.

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