Capítulo 4

28 1 0
                                    

Cerro los ojos tumbado en una colchoneta, sentía sus propios latidos, una sonrisa nace en su rostro. Un instante de felicidad. Deniele es un chico bastante tímido pero a la vez dulce y divertido. Es amigo Helen la profesora de baile. Él joven es un bailarín excelente.

-Abrid los ojos muchachos. Y decidme ¿qué habéis sentido al escuchar las melodías de Lodovico Einaudi?

Una de las alumnas de las escuela de "baila la vida" levanta la mano con una amplía sonrisa, su corazón ha sentido tantas cosas que esta deseando decírselas a su profesora Helen.

-Tú Graciens ¿qué has sentido?

-Yo he sentido que mi corazón volaba y soñaba junto a Lodovico, siento tanta relajación en mi interior ahora mismo, que no sé si podré seguir jajajaja.

-Vaya...yo he sentido lo mismo...-Contesta Deniele mirándola sorprendido a los ojos y sentado en el suelo.

Graciens se sonrojo mirándolo a los ojos, esta muy enamorada de él desde hace varios meses pero no se atreve a confesárselo. Le da miedo que le de calabazas.

Helen los mira sonriente, y después mira a todos los demás que tiene hoy.

-La complicidad y la confianza es muy importante en el baile. Chicos yo no puedo coger a mi pareja de baile como si fuese un muñeco de trapo, eso no está correcto. Tú Graciens baila con Deniele. Vamos.

-¿Quién yo?

-Sí...venga levántate señorita.-Responde mirándola con una sonrisa. A continuación su mirada se fija en el joven que, con timidez se levanta del suelo. Los chicos se acercan y se miran con una sonrisa.

-Deniele cógela de la cintura y alzala hacia arriba. Y cuando lo hagas, tú Graciens estira los brazos sin miedo, y luego las piernas igual.Repito no tengas miedo. La chica se deja llevar y el chico la eleva más alto , después la atrae hacia él, y sus corazones empiezan ha palpitar sin control.

-¡Y ahora ha bailar con Lodovico chicos!-Grita la profesora a todos sus alumnos y alumnas. Los jóvenes sonreían, Deniele le ofrecía la mano a su compañera de baile y ella con una sonrisa le agarra de la mano y empiezan ha bailar en la soledad. La profesora alucina al ver la química de esos dos muchachos.

BailemosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora