Bailemos

Capítulo 15

Cierra los ojos, con todo a su al rededor en completo silencio, menos sus latidos, que laten acelerados. Sentada en la arena con las piernas cruzadas, frente al mar cristalino de esa isla hermosa. Esta sola, no hay nadie con ella. Quiere llorar, pero no se lo permite a si misma, siente demasiada tristeza en su pecho. De pronto sus ojos aun cerrados, dejan caer pequeñas lágrimas de soledad. Abre los ojos y mira de frente como las olas bailan, se mueven...olpean con rabia la arena, solloza, se toca la cara, y se mira fijamente la mano, ve sus propias lágrimas. Se levanta del suelo y va corriendo hacia el mar, para hundirse y posiblemente quizás no volver jamás al mundo real.

Se despierta justo cuando se queda sin aire, se ahoga. Se levanta y sus ojos aun siguen empañados en lágrimas. Michaela no quería llorar. No quería llegar a ese punto de la vida que le hiciese miserable. Se levanta de la cama , y apoya con firmeza sus pies contra el suelo. Su corazón no resiste tanto sufrimiento. Sin poderlo evitar cae al suelo de rodillas y sigue llorando. Su hermano Luca escucha llorar desconsoladamente a su hermana pequeña. Este , asustado, va hacia la habitación de la joven Michaela. Abre la puerta de golpe, y la ve, lo esta pasando realmente mal, desde la muerte de su mejor amigo, se siente muy sola. Estaba perdidamente enamorada de él. Y no pudo confesar sus sentimientos hacia él. Se aproxima más hacia ella, y le acaricia el hombro con la mirada preocupada. No quiere que se sienta culpable por lo que pasó esa noche. La chica mira su hermano con las ojos hinchados de tanto llorar.

-¡Debí protegerle, debí salvarlo!.-Dice entre dientes y con rabia, aprieta los puños con impotencia. Luca se acerca a ella y para abrazarla. La chica apoya su rostro en el hombro del joven. Continua llorando,-no debí...dejar que se subiera a esa maldita moto...sabía perfectamente que era peligroso. Jhonny no me hizo caso...no lo hizo.-Dice aun sollozando.

-Pero Michaela tú no tienes la culpa, la vida es así, te arrebata a las personas que más quieres para que luego te hagas más fuerte y sepas apreciar cada momento de la vida.

-¿Qué pretendes que me suicide?

-No, no. Lo único que quiero es que seas fuerte, y quiero que vuelvas ha sonreír, al menos por Jhonny.-Dice mirándola a los ojos,  esos ojos verdes azulados que tanto les gusta a las de su clase de 4 de la eso.-Te quiero mucho hermanito. 

-Y yo a ti.-Luca de repente siente un nudo en la garganta, Jhonny era el mejor amigo de su hermana y de él. Se siente débil cuando llora delante de su hermana, por eso llora a escondidas de ella y de todo el mundo. Los dos hermanos se levantan del suelo, y este ayuda a su hermana a meterla en la cama. La suelta de la mano y después ella se tapa, aun con el rostro entristecido, mira la ventana, y a continuación mira a su hermano.-No te vayas, quédate.-Contesta ya tumbada en la cama. El chico la mira y le regala una media sonrisa.- Bueno, vale, pero no ronques pequeña.-La chica ríe feliz de haber conseguido que se quedara con ella. El chico coge de la silla del escritorio de la muchacha una manta fina, pero calentita. Al lado de la cama hay un sofá bastante cómodo para que él pueda dormir las noches que la chica tenga ese tipo de pesadillas. Coloca la manta en el sofá. Suspira mirando a su hermana, la joven ya dormida, nota como su hermano la observa con tristeza y deja caer el brazo por si acaso él necesita cogerle la mano cuando se sienta solo. Luca sonríe. Y después se tumba en el sofá y luego se tapa. Se coloca de lado para ver a su hermana. Al fin los dos jóvenes duermen.