Capítulo 3

29 0 0
                                    

Suspira frente al espejo, se mira, quiere llorar, pero su maldito orgullo no la deja...Apoya con firmeza las manos contra el lavabo y agacha la cabeza y llora desconsoladamente. Después sube rápidamente la cabeza y se ve reflejada en el espejo. Triste, con el rostro lleno de ira. Sigue llorando, sus lágrimas son testigo de un amargo desengaño amoroso. Duele amar, y que esa persona no te corresponda como el destino escribió en su momento de la vida. Se ahoga de pena, le duele que le dijera su novio que no sabe amar, que no sabe querer a nadie. Que sólo quería estar con él por tenerlo , sin amarlo de verdad. ¡Él que coño sabrá!. Solloza frente al espejo, su corazón destrozado se rompe en mil pedazos...¿Ya se ha acabado todo?, los besos , las caricias, los te amos y los te quieros...Debe ser fuerte, debe sonreír.

Abre el grifo del lavabo, y se moja la cara, después se seca con una toalla que esta detrás de la puerta del cuarto de baño y se seca la cara. Y de repente intenta sonreír, se saca la lengua a si misma y ríe feliz. Mira al rededor del lavabo y busca una barra de labios. ¡Lo ha encontrado!. Lo abre y empieza ha escribir en el espejo "LAS SONRISAS VALEN ORO" en letras mayúsculas y bien grandes. Cuando acaba , coge su móvil y le hace una foto. Enfoca la cámara al objetivo y sonríe. ¡¡¡¡Ha sonreído!!!!. Cuando acabas con una relación no es el fin del mundo, es al revés , es el comienzo. Es el comienzo de pensar en ella misma y en su felicidad.Respira hondo y vuelve ha sonreír.

Mira su móvil y de repente su cara se queda muy congelada. 5 llamadas de su ex novio. Las selecciona y las elimina. Le duele el corazón, pero debe pasar página sin él. ¿¿Su corazón volverá ha latir por alguien que merezca realmente la pena??. Coge de nuevo la barra de labios que ha utilizado antes y dibuja una sonrisa. Y después vuelve ha escribir "NUNCA LLORES POR NADIE QUE NO TE VALORE DE VERDAD". A continuación busca una toalla y limpia el espejo, las palabras escritas en barra de labios se quedan borrosas, pero no han desaparecido. Siguen tatuadas en su pequeña sonrisa. Ríe. A los pocos minutos aparece su madre y le pregunta.

-¿Hija de que te ríes?-su hija la mira y vuelve ha sonreír, la mira y le da un gran abrazo.

-¡Uy, uy cielo, que me tiras!-Responde la madre riendo con alegría al recibir el abrazo de su pequeña Juliet.

BailemosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora