La caída de Céfiro

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Shun fue incapaz de responder ante tal revelación. No sabía que podía decir, y de saberlo, no estaba seguro si debía expresarlo en voz alta.

-¿Estuvo bien que te lo dijera?- preguntó Venus, sintiéndose culpable por haber traído el tema a flote.

Shun intentó contener las lágrimas que querían emerger de sus ojos.

-Ay, Shun... perdóname...

-N-No... no te preocupes por mí. Me alegra que me lo dijeras. Es sólo que... hubiera querido que él me lo confesara primero.

La Princesa no pudo decir nada más, pues la Reina Serenity llamó la atención de los presentes, haciendo tintinear su copa.

-Creo que todos estábamos esperando este momento...- comenzó a decir la monarca con una sonrisa en su rostro. -Me complace anunciar que, si bien las leyes de nuestro Reino lo prohíben, y a pesar de que he tratado de hacer algo al respecto desde que tuve conocimiento de esta relación, Su Alteza Real, la Princesa Regente y Defensora de Mercurio, y una de mis más queridas amigas y Protectoras, unirá su vida con el mejor hombre, su Guardián, Hyoga de Acuario.

Varias voces se oyeron en el fondo, algunas escandalizadas y otras emocionadas.

-Ambos quedarán atados por un lazo más fuerte que el matrimonio, un lazo de amor verdadero.- Serenity II señaló a la pareja y comenzó a aplaudir, le siguieron su esposo y sus respectivos Guardianes, hasta que todo el público se les unió. Shun aplaudió de mala gana.

Para uniones no permitidas como la de la Princesa Mercury y Hyoga de Acuario, en lugar de celebrar una boda convencional, como se haría con los reyes o en caso de que una Princesa encontrara un esposo digno, se llevaba a cabo una ceremonia de "amor verdadero". En pocas palabras, era en cierta forma como una ceremonia civil, la pareja se reunía y se decían unos votos, jurándose amor perpetuo. Claro que esta unión carecía de validez oficial, y en el caso de que la Princesa encontrara a alguien a quien sí pudiera desposar, la unión simplemente llegaba a su fin.

Por otro lado, Shun quería vomitar, todo le daba vueltas, y si antes tenía dificultad para respirar, ahora estaba completamente privado de oxígeno. Estaba a punto de pedirle a Venus que se retiraran cuando un guardia entró muy agitado al Gran Salón.

-¡Su Majestad! ¡Su Majestad!- la multitud le abrió paso al guardia, se notaba que llevaba prisa.

-¿Qué sucede?- preguntó Serenity, preocupada.

-Hemos recibido una llamada urgente de Céfiro. Han sido atacados y ha comenzado una invasión.

El salón se llenó de gritos alarmados y estupefactos.

-Solicitan nuestro apoyo de inmediato.

-Seleccionaré a mi equipo y saldremos enseguida.- se apresuró a decir Endymion. -Yo iré, si no te molesta, querida. De ese modo, podré solicitar la ayuda de Fahren más rápidamente de ser necesario.- le dijo a su esposa, quien asintió y aceptó de inmediato.

-Venus, Mercurio, Júpiter y Marte- las Princesas mencionadas dirigieron sus miradas al rey. -Salimos en media hora.

La fiesta claramente había llegado a su fin, los carruajes de las Princesas que acompañarían al Rey Consorte fueron los primeros en salir del Palacio Real. El Rey subió a sus aposentos a prepararse, y el resto de los invitados continuó la retirada. Las Princesas Protectoras que no acompañarían al Rey, se quedarían a hacerle compañía a la Reina.




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-¿Pudiste enviar el mensaje al Silver Millennium?

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