Capitulo Dos

71 9 0
                                    

Sophia

—¿En qué demonios pensabas? —dijo Aleis histérico —era un lobo, pudo atacarte.

—Pero no lo hizo —negué

Aleis estaba muy molesto, así que decidí ignorarlo el resto del camino. Simplemente no podía dejar de pensar en ese lobo, tuve una sensación muy... no se como explicarlo. Pero se que debo volver. Tengo que volver.

***

Después de volver a la ciudad, decidí dejar a Aleis en su casa. Este no dejo de quejarse todo el camino por lo que paso con el lobo en el bosque, me repetía una y otra vez el daño que podría hacerme. Yo estaba consciente de eso, pero sentí que podía estar tranquila, que no iba a hacerme daño, algo muy loco pero asi me sentia. Sentía que podía confiar en ese lobo

También hablamos de nuestra relación, al final acepto terminarla y seguir siendo amigos. Aunque no se le veía muy contento con eso, acepto.

Llegue a casa y baje del auto con todas mis cosas, me sentía cansada, quería dormir. Al entrar vi a Livana sentada viendo televisión, apenas me vio se levantó y salió corriendo hacia mi.

—¡Mami! —la cargue —¡ya llegaste!

—Si mi amor, ya llegue —a pesar de que Livana no fue planeada, yo la amo y es toda mi vida —¿donde esta nana? —le pregunte y ella señaló la cocina

La baje, dejándola en el sofá para que siga viendo televisión y fui hasta la cocina.

—Hola, nana —le salude

—Hola, mi niña —me sonrió —¿como estas?

—Bien, nana —le sonreí —¿mi hermano ya llego? —ella asintió

—Esta en su oficina —asenti

—Gracias —deje un beso en su mejilla

Nana es como una madre para mi, nos crió desde pequeños, siempre se ha encargado de nosotros y no dudo en venir a Canadá cuando se entero de nuestro planes. Ella solo tuvo un hijo, el cual vive en la misma ciudad que nosotros, su esposo falleció hace varios años.

Thomas, su hijo, compró una casa donde nana se está quedando y aveces va a quedarse con ella para que no se sienta sola. Cuando no puede, ella se queda aquí con nosotros.

Toco la puerta de la oficina de Jack, el esta sentado detrás de su escritorio revisando unos documentos.

—Hola, Jackie —lo salude, levanto la mirada y me sonrió

—Hola, Sophie

—Ya deja eso, y ven a comer algo

—Avísame cuando esté servido —suspire y asenti.

Salí de la oficina y me dirigí a mi habitación. Necesito una ducha urgente.

Donovan

Regrese a mi manada muy inquieto y entusiasmado. Le conté a Liam que por fin encontré a mi mate, como fue y claramente no dudo en fastidiarme.

—Haber si entendí — dijo Liam —viste a un chico agarrando del brazo a tu mate y le gruñiste asustando a ambos —asenti —para ser un alpha no pensaste mucho, era obvio que la ibas a asustar si llegabas gruñendo como un salvaje

Mi mate, mi lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora