Mi mate, mi luna

Capítulo Veintitrés

Tres meses después...

~Sophia~

—¡Vamos, mami, corre! —me grita Livana jaloneando mi brazo

—Espera, cariño —le detengo tomándola por los hombros —¿por que tanta brisa?

—¡Quiero que veas algo! —vuelve a tomarme del brazo

Mientras andamos, saludo a varios lobos, aún seguimos viviendo en la manada de Donovan, pero ya no es tan extraño como al principio. Donovan se ha encargado de que nos traten como miembros más de la manada, y sobretodo a mi, ya que se ha encargado de hacerle saber a todos que soy su luna.

Aunque aún no es oficial.

Todos me miran con respeto, he aprendido a estar entre ellos, al igual que mi familia. Livana adora jugar y hacerse amiga de todos los cachorros lobo. Y Jackson, ha estado entrenado para poder ser miembro de la guardia.

Las amenazas no han faltado durante estos meses, hemos tenido varios atentados, al punto de que no podemos salir de la zona de la manada sin guardias. También ha pasado con la manada Light Moon, por eso, los Alphas Kyo y Kaos han han formado una alianza con Donovan, para defenderse en caso de un ataque a alguna de las manadas.

Livana me hace andar por un camino de piedra, se ha donde vamos, iremos al río donde que tanto le gusta visitar junto con Liam. Al llegar a la orilla, en lugar de detenerse, continúa caminando.

—Cariño, ¿a dónde vamos?  —pregunto cuando nos acercamos al puente para cruzar al otro lado

Ella no me responde, sigue caminado llevándome a rastras, me preocupa un poco, ya que me ha sacado de mi habitación cuando estaba terminando cosas del trabajo, y si me tardó demasiado, puede que no pueda enviar todo para hoy en la noche. Aunque Donovan me ha dicho varias veces que no hace falta que trabaje, a mi me gusta hacerlo, evita que me sienta como una mantenida.

Livana, se detiene a mitad del puente, mirando hacia la profundidad del bosque.

—¿Que pasa, nena? —pregunto al verla fruncir el ceño

Un ligero gruñido me hace levantar la mirada en dirección al sonido, dos lobos grandes, se encuentran frente a nosotros. El primero tiene un pelaje de color gris ceniza y los ojos verdes, mientras que el otro en tan negro como la noche, con ojos azules.

Los reconozco de inmediato.

—¿Que esta pasando, Donovan? —le pregunto directamente, el lobo negro ladea la cabeza

—¡Lobito! —chilla mi pequeña, corriendo hacia Liam con forma lobuna, se sube en su lomo

Damon —el lobo de Liam— ronronea ante las caricias que hace Livana a su pelaje, el lobo negro gruñe. Yo me rio

Lobo celoso

Me acerco a Donovan, su lobo —Dark— es grande, y su pelaje en tan oscuro, que podría ser casi una sombra. Me agacho junto a el, y comienzo a acariciarle detrás de la orejas, el se pega a mi, acariciandome la cara con su pelaje. La sensación suave me encanta.

—Vámonos, lobito —le pide Livana a Liam y este comienza a correr en dirección a la manada

—¿Que pasa, amor? —le pregunto al lobo. Mi lobo

Es obvio que Donovan le ha pedido a Livana que me traiga aquí, ya que, ella sería la única lo suficientemente insistente para sacarme de mi habitación mientras estoy trabajando.

Me separo, y Donovan vuelve a su forma humana, me sonríe.

—Solo quiera pasar un rato contigo, a solas —levanto una ceja. No le creo