CAPITULO VEINTITRÉS

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Igual que San notaba cuando el mayor estaba feliz, también notaba perfectamente cuando estaba triste. Ese día traía novedades, pero no precisamente felices. Como siempre, estaba sonriente sentado en su silla, esperando. Fue ver a Hongjoong y se le desfiguró la sonrisa.

–¿Qué pasó? ¿Estás bien?– se levantó y se acercó a él, apoyando su mano en el hombro impropio

Como si preguntar eso fuera un detonante, el aludido comenzó a llorar. El rubio se preocupó el doble al verle así. Le ofreció asiento y agua para tranquilizarle. Acarició suavemente su espalda, esperando a que el bicolor hablara.

–Mis amigos tienen problemas por mi culpa.– asintió en señal de que le estaba escuchando –Y le dije a Mingi que no nos podíamos ver de momento. Espero que no le moleste.–

–¿Y qué les pasa a cada uno de ellos? ¿Por qué razón no puedes ver a Mingi?– preguntó intentando sonar lo más suave posible

–Yeosang se preocupó mucho por mi y por Mingi porque es mi primer amor, y le recordó al suyo. Su primer amor fue Jongho, y él también está raro, seguramente escuchó que a Yeo le sigue gustando. Wooyoung está enamorado de un chico hetero y sufre por eso. Todo por mí culpa, por hablar de Mingi tanto.– tapó sus ojos con las manos, a punto de llorar de nuevo

San analizó un poco la situación, intentando comprender las dos partes. Entendía que había pasado eso al ver a Hongjoong enamorado, pero tampoco podían echarle la culpa de todo.

–Podrías pasarte hoy por casa de Wooyoung y hablar con todos. Dile a Seonghwa que te acompañe. Tampoco vayas pensando que vas a solucionar sus problemas porque eso lo tienen que hacer ellos. Solo ve a ofrecer ayuda y consejos, nada más.–

–Muchas gracias San.– le miró y le abrazó, esa misma tarde iría a arreglar las cosas

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Tocó la puerta nervioso con Seonghwa a su lado. Ya se había disculpado con él, aunque el pelinegro también lo hizo, diciendo que no pensaba en realidad las cosas que le había dicho el día anterior.
El menor de la casa abrió la puerta y nada más ver a Hongjoong se lanzó en sus brazos.

–Hyung te extrañé.– dijo apoyándose en el hombro ajeno

–Yo también te extrañé Jongho.– sonrió

Apartó un poco al menor para que también hiciera caso a Seonghwa, aunque a él le había visto apenas el día anterior. Dejó pasar a los dos mayores a la casa, preguntando la razón de su visita, aunque era obvio que iban a tener una pequeña charla.

El bicolor primero saludó a todos, con abrazos incluidos. Posteriormente desapareció escaleras arriba con el castaño menor, hablaría con él primero.

–A ver Jongho cielo, estoy aquí para ayudar ¿sí?– se sentó en la cama y le ofreció asiento a su lado –Necesito que me cuentes todo.–

–Seonghwa me preguntó lo mismo. Pero contigo tengo más confianza así que te contaré todo.– el contrario no estaba del todo preparado para escuchar porque no sabía con qué se iba a encontrar –Yo corté con Yeo, eso no es nada nuevo. Pero le mentí. No me había enamorado de alguien más, nunca lo haría. Yo escuché muchas cosas malas sobre nuestra relación, y tuve mucho miedo de lo que le pudiera pasar a él. No quería que le hicieran daño así que le dejé. Me siento muy culpable porque sé que a él no le importaban los comentarios, si estaba conmigo nada le importaba.–

Efectivamente no podía ser todo tan fácil. Él mismo había escuchado los comentarios que hacía la gente sobre su relación. Sobre todo, se burlaban por su orientación sexual. Pero eso no iba a cambiar cortando con él.

–Sigue estando enamorado de mí y le duele, lo he escuchado y lo puedo ver. Me ha intentado olvidar de todas las formas posibles.– siguió relatando –Mi primo también le ayuda, pero no es suficiente.–

–¿Cómo quieres que termine esta historia? ¿A ti te sigue gustando Yeosang? –

–Quiero que él sea feliz, pero me da muchos celos verle con alguien más. No estoy preparado para tener otra relación.–

–Habla directamente con él. Estoy seguro de que lo entenderá. No se alejará de ti aunque te abras.–

La conversación no duró mucho más. Le dio un pequeño consejo y le avisó de que bajaría a hablar con él rubio. Este también le relató su historia, lo que había pasado entre ellos y cómo se sentía al respecto.

–Yeo, si él te pidiera salir de nuevo, ¿lo harías?–

–Sé que debería decir que no porque me ha estado haciendo daño, pero sigue gustándome, así que sí.–

–Tenéis que hablar, aclarar las cosas. Expresa como te sientes, él no se alejará por eso. No cortó contigo por lo que tú crees.–

No tenía nada más que hablar con el menor, así que pasó a lo siguiente. Fue a hablar con Wooyoung que estaba afectado por un tema distinto. No tenía que ver con ninguno que estaba en aquella casa. O quizá sí.

–¿Por qué descartas tener oportunidad con él?–

–Hyung, él es hetero, ¿qué oportunidad voy a tener?–

–¿Quién te gusta?– un silencio se hizo escuchar y vio al contrario ponerse nervioso —Woo vamos, dime quién te gusta, sino es más difícil ayudarte.– contestó susurrando así que no le escuchó, le pidió que lo repitiera

–S-Seonghwa.– el bicolor casi se atraganta con su propia saliva, ya entendía el problema

–Crees que no eres correspondido y que si te declaras podrías arruinar vuestra amistad, ¿cierto?– el aludido asintió apenado –Woo, lánzate. Vuestra amistad no terminaría por eso, Seonghwa no es así, estoy seguro.–

Aquel día se fue de esa casa habiendo solucionado parte de los problemas de sus amigos, y de haberles dejado menos tristes. Pero él seguía igual, estaba triste por no poder ver a Mingi hasta dentro de unos días cuando la situación se tranquilizara. Serían unos días muy largos.

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