ＤＥＪＡ ＶＵ ♡ minjoong !

ＣＡＰＩＴＵＬＯ ＶＥＩＮＴＥ

Ese día llegó especialmente alegre al trabajo, y eso San lo notó al instante. Como se veían todos los días, el mayor siempre iba con novedades que contar. Novedades que estaba dispuesto a escuchar.

–Hyung dime por favor qué llevas esa sonrisa porque por fin os habéis comido la boca.– el pequeño silencio que hubo solo aumentó sus esperanzas

–No.– el rubio rodó los ojos –Pero casi.– se reincorporó en la silla dispuesto a escuchar, se le escapó una risilla –Hubo un momento en el que me di cuenta que me estaba mirando. Y me giré, obviamente. Me estaba mirando a los labios, pude ver como debatía y al final no hizo nada. Apartó la mirada, por desgracia.–

–Pues lánzate tú.– esa respuesta hizo que el bajito tuviera un escalofrío

–¿Qué? No, no y no. Nunca.–

–Hongjoong hyung, a ver.– cruzó sus brazos para empezar a argumentar –Has presenciado como estaba a punto de besarte. Es obvio que quiere hacerlo. Si él no se atreve porque piensa que tú estarás incómodo, bésale tú.–

–No San, no intentes convencerme que no funcionará.– dijo negando con la cabeza mientras se sentaba en su silla

–Bueno, yo solo digo. En fin, ya me contarás mañana qué tal si os veis hoy. ¿Empezamos?–

…ᘛ⁐̤ᕐᐷ

Ese día Seonghwa también se había pasado por su casa. Yeosang había salido con unos amigos, al igual que Jongho. Quería tener al mayor informado de lo que estaba pasando. Decírselo a Hongjoong no era una opción porque no quería hacerle sentir culpable ni cargar con sus problemas cuando estaba experimentando el amor romántico por primera vez. Pero tampoco estaba muy seguro de si era la mejor idea ocultarlo.

Las cosas seguían igual, aunque de tantos días parecía que se estaba haciendo bola. Yeosang se estaba quedando mucho en la casa de Wooyoung ya que su familia estaba teniendo unos problemas y casi no estaban en casa, así que tenía que aguantar los momentos tensos que tenía con su primo. Estos evitaban a toda costa quedarse a solas. Si el pelinegro salía a algún sitio ellos le acompañaban.

Estaba ya más tranquilo después de haber hablado con Seonghwa así que se puso a ver la televisión, disfrutando de los pocos momentos que estaba a solas. En pocos minutos sonó la puerta principal dejando ver a Yeosang segundos después.

–Estás borracho.– pronunció al verle la cara, solo con eso le bastaba para saberlo

–Que va, estoy perfectamente.– se sentó a su lado tambaleándose un poco

–Yeo te conozco de hace muchos años. No me molesta, ya tienes una edad para decidir pero anda, no me lo niegues.–

–Venga no, no te lo niego. Hemos salido por ahí a tomar un café supuestamente. Y al final me han liado.– empezó a relatar sin realmente terminar la historia –Ven aquí que tengo frío.–

Abrazó a su amigo por el costado, acurrucandose pegado a él. Wooyoung sólo se limitó a acariciar sus rubios cabellos. Le miró por unos segundos y luego volvió la vista hacia la televisión. Notó movimiento por parte del otro pero no le dio importancia. No hasta que sintió una presión en sus labios. Apartó rápidamente a su amigo.

–Yeo, no.– volvió a acercarse a su cara pero se apartó –Estás ebrio y no me quiero aprovechar de eso. Seguro que mañana te arrepientes.–

–¿Acaso es la primera vez que nos besamos?– el contrario negó lentamente –Y ninguno estábamos borrachos.– el pelinegro intentó hablar pero fue interrumpido –¿Tú sabes que últimamente he estado mal, no? Pues ahora me animaría besarte así que cállate.–

Volvió a juntar sus labios, notando movimiento ajeno como respuesta. No lo iba a negar, estaba desesperado como él. Y no le disgustaba para nada besarse con Yeosang, si lo estuviera no le besaría. Puso sus manos en la cabellera rubia, tironeando un poco de ella. El contrario intentó acercarse más a él aunque parecía imposible.

Estaban tan sumidos en como se estaban besando que no notaron la puerta abrirse. Ni tampoco al menor avisando que había llegado que, al no recibir respuesta se asomó al salón, encontrándose con tal escena. Supuso que su primo quería ayudar a su ex para olvidarse de él. Pero igualmente le dolía. Subió rápidamente las escaleras hacia su cuarto, reproduciendo la escena que acababa de presenciar en su cabeza sin quererlo. Aquello iba de mal en peor.

…ᘛ⁐̤ᕐᐷ