ＤＥＪＡ ＶＵ ♡ minjoong !

ＣＡＰＩＴＵＬＯ ＴＲＥＩＮＴＡ

–¡San, San!– intentó recobrar el aliento que le faltaba por haber subido las escaleras de su trabajo deprisa y corriendo

El nombrado se dio la vuelta a mirar a Hongjoong, sabiendo inmediatamente el por qué de sus acciones.

–¿Novedades con Mingi?– solo asintió posando una mano en su pecho, volviendo a respirar con normalidad después de esa carrera innecesaria

Se sentó en su silla habitual, seguido por el rubio menor, que hizo lo mismo a su lado. Apoyó su cabeza en su mano derecha e hizo un ademán con esta, indicando que podía comenzar a relatar lo que quisiera que hubiera sucedido.

–Ayer se comportó conmigo de una forma menos– hizo una pausa, pensativo –sutil, menos suave–

El alto levantó una ceja en señal de que no lograba entenderlo bien. Debía explicarse, soltarlo ya.

–Me abrazó por el cuello y besó esa zona– se sonrojó al visualizar esa escena en su mente –Luego nos besamos en la boca de nuevo, pero me metió la lengua hasta la garganta.–

La expresión del bicolor se quedó neutra, como si le avergonzara hacer cualquier tipo de gesto tras haber mencionado aquello. San hizo lo mismo, para luego soltar unas fuertes carcajadas, rompiendo el silencio sepulcral que se formó en el lugar repentinamente.

–Estás avergonzado, ¿eh? No tengas vergüenza, todos vamos a hacer eso a lo largo de la vida. Y cosas peores.– el contrario se volvió a poner rojo, pegando el brazo del menor

–¡Ya! ¡Me da vergüenza San!–

–No pareces ser de esos que irradian confianza, estoy bien con eso, eres agradable igualmente. Y me divierte avergonzarte hablando de sexo.– escuchó esa palabra y se tensó

–¡San!– este solo volvió a reír ruidosamente

…ᘛ⁐̤ᕐᐷ

Salía tranquilamente del trabajo conversando con San. Ese día salían a la misma hora, no siempre era así ya que al rubio le gustaba quedarse allí un rato más y arreglar lo del día siguiente. Se encontraban hablando de algún tema trivial sin mucha importancia, hasta que visualizó a Mingi en la lejanía. Más bien visualizaron.

–A ver que tal hoy con él, galán.– le dio un pequeño codazo en señal de complicidad –Plantea declararte, piensa en lo que te dije estando en el estudio. Mañana me cuentas que tal, hyung. ¡Hasta entonces!– se despidió finalmente alejándose y sacudiendo la mano

Hongjoong suspiró y respiró hondo. Cerró los ojos concentrándose en su respiración, preguntándose a sí mismo si iba a ser capaz de hacer lo que tenía previsto. San lo alentó a hacerlo, a dar el paso, a tener más confianza.

Se acercó a paso tranquilo hacia el chico, que yacía sentado en la hierba como de costumbre. Había tenido una crisis mental hace unos minutos, pero no dejaría que lo notara.

–¡Hongjoong!– exclamó el menor lanzándose a los brazos del mencionado

Entre ellos surgió un fuerte abrazo lleno de cariño, al alto le encantaba saludarse así. Él no tenía ninguna queja, de hecho, le encantaba el calor de los brazos de Mingi.

Se sintió tranquilo después de tanto tiempo. Los problemas de sus amigos estaban prácticamente resueltos, teniendo el bonus de encontrarse en un romance, había adquirido mucha más confianza con San, arregló las cosas con Mingi y se encontraba envuelto en sus brazos. No sólo se sentía tranquilo, también querido.

Desafortunadamente ese abrazo no podía ser eterno así que, para cuando terminó, los dos se tendieron en el verdoso pasto. Continuaron por contarse su día, aunque el menor se estaba guardando una sorpresa.

–Y ese fue mi día.– finalizó tragando después de haber estado hablando por un largo rato, miró en dirección al pelinegro –¿Y el tuyo?–

Sus ojos conectaban directamente. Pasaron unos largos y tortuosos segundos en silencio mientras admiraba el brillo en los orbes impropios.

–En realidad tuve el día libre.– el mayor abrió la boca para añadir algo pero fue interrumpido –Pero hice algo. Algo para ti.–

Soltó eso antes de incorporarse, sentándose en su sitio. Hongjoong intrigado hizo el mismo gesto. Mingi sacó de su chaqueta un pequeño pero hermoso ramo de flores. ¿Cómo no se había percatado del bulto que formaba aquello?

–Mingi yo– no pudo terminar la frase

El anteriormente mencionado tomó una pequeña florecilla del ramo y la enterró entre los cabellos bicolores del mayor. Bajó su mano a la mejilla más cercana.

–Existen tantos tipos de flores, tantas que escoger, pero tú eres mi favorita. Eres la flor más linda que vi nunca.–

Hongjoong se percató de que su apreciado menor se le estaba adelantando a lo que él se había animado a hacer. Quiso volver a comentar algo pero una presión en sus labios no se lo permitió. Una presión que estaba completamente bienvenida.

Aquel beso. Aquel beso suave y dulce. Sabor acaramelado. Sus labios se acompasaban lentamente, en un beso que causaría diabetes a cualquiera que lo presenciara.

–¿Te acuerdas cuando estuvimos hablando de romances?– preguntó el pelinegro cuando se hubo separado del acercamiento –Pues, en este momento me interesa alguien. Es el hermoso muchacho que visualizas al mirar un espejo.–

Sus comentarios coquetos lo hacían sonrojar de una manera totalmente sincera que no se esmeró en ocultar. Eso era una declaración.

–Kim Hongjoong, no serás mi primer romance, pero me aseguraré de que sea el mejor.–

Miraba sus oscuros y grandes ojos con sinceridad, sus lágrimas comenzaban a agolparse y amenazaban con salir. Sólo le hizo falta esa mirada para darse cuenta. El sentimiento era mutuo. Sus ojos también empezaron a tornarse llorosos, mirando a la persona que amaba y amaría eternamente.

F I N
…ᘛ⁐̤ᕐᐷ…ᘛ⁐̤ᕐᐷ

Hola!
Como ya es el final de la historia quería dejar un pequeño mensaje al final. No hice esto con los demás capítulos para no interrumpir y que la lectura fuera mucho más llevadera.
Si has llegado hasta aquí, ¡te lo agradezco mucho! Esta es mi historia favorita de todas las que hice y me hace muy feliz saber que alguien más disfrutó de ella.
Un besote muy grande a todos los que leyeron hasta el final<3