Era la segunda noche que Hoseok se quedaba en la Mansión Min. Se sentía realmente cómodo con todo, aunque si hijo no le hablase para algo más que solo sea para darle las buenas noches y los buenos días o para decirle "¿Me podrías pasar la mermelada?" Y ese tipo de cosas.
Cómo siempre Hoseok fue por un poco de agua a la cocina, todo esperó menos encontrarse con su ex pareja allí sin camisa y solo con un pantalón de vestir dejando mucho a la imaginación del omega. El cinturón del alfa estaba desabrochado y de su pantalón se asomaba un boxer negro que hacía contraste con la pálida piel del abdomen marcado del alfa.
La mente de Hoseok en estos momentos estaba trabajando de una manera impresionante.
El cabello canoso y despienado del alfa le daba ese toque maduro que hacía que quiera que lo arrincone contra la pared y se lo coma de una manera no literal.
Y es que realmente era muy atractivo.
—¿Qué haces despierto a esta hora?.— Habló el alfa con aquella voz ronca tan característica de el cuando estaba enojado por algo.
—Solo venía por agua.. no te molestes.— Respondió tragando grueso.
—Oh, no es contigo, precioso, es solo que tuve un mal día, quise lleguar para la cena pero no pude.— Trató de explicar mientras se acercaba lentamente hacia el.
Hoseok al sentir un aroma dulce el cual no era ni de Jimin, ni de Jungkook o algún familiar suyo se alejó un poco. —Hueles feo.— Sin darse cuenta empezó a soltar sus fermonas las cuales rodearon rápidamente al alfa.
Yoon-Gi sonrío y se acercó más hasta que el Omega choco con la isla de la cocina. —¿Y por eso me cubres con tus fermonas?. ¿Porque huelo feo?.
Hoseok arrugó su frente y suspiró. —Sí, hueles horrible, espero que a tu Omega no le moleste que mañana vayas al trabajo con el aroma de otro.— Pasó sus manos lentamente por el pecho del alfa.
—Omega que no tengo dirás, porque el único en mí corazón eres tu.— Con toda confianza el alfa dejó un pequeñísimo beso en los labios del omega. —Ten buena noche.
Yoon-Gi se alejó lentamente aunque no duró mucho ya que Hoseok lo tomó de los hombros y luego besarlo como hace mucho no lo hacían. Ambos peleaban con sus lenguas y se mordían mutuamente.
Las manos del alfa bajaron a las largas piernas de su ex pareja y subió una a la altura de su cadera moviendo un poco su pelvis fingiendo una embestida que le sacó un suspiro al omega.
Luego de unos minutos se separaron. —Si me vas a besar hazlo bien, estúpido.
Yoon-Gi elevó una de sus cejas y lo tomó del cuello sin ejercer fuerza. —Yo te beso bien si quiero, más respeto a los mayores.
—Mhg~, me olvido que eres un viejo de ochenta ahora.— Bromeó.
Yoon-Gi simplemente bajó hasta uno de los pezones del omega y lo mordió sobre la ropa sacándole un gemido al contrario.
—¿Un rapidito?.— Propuso Hoseok.
—Definitivamente.— Yoon-Gi tomó al omega y lo colocó sobre la isla.
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