Capitulo 4.5

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Tony suspiró frustrado observando cómo de nuevo había despertado en aquel maldito lugar que tanto odiaba y que en verdad deseaba con su alma no estar ahí, pero como la vida, el destino y todas sus mierdas semejantes lo odiaban; justamente había decido mandarlo ahí.

El lugar era viejo y desagradable, el olor a polvo y húmedad se colaba por todos lados, provocandole unas inmensas ganas de vomitar donde fuera, ya que no sólo el olor le jodía hasta la memoria sino que la presencia de su padre le provocaba migraña y náuseas y si era Franco no tenía idea de cómo pararlas.

Desgastado se recostó sobre la puerta y la abrió suavemente sin querer moverse, pero viéndose forzado a hacerlo ya que era el "invitado" de los Stark, por lo cuál era importante contar con su presencia en todo momento y más ahora que el hijo de sus residentes se encontraba "perdido".

—Buenos días, señor Anthony—saludó Jarvis acercándose al mayor—. Los señores Stark se encuentran desayunado, ¿desea acompañarlos?

—Claro—comentó con una falsa sonrisa mientras internamente gritaba por la desesperación de tener que pasar tiempo con su padre—. ¿Ya tienen noticias de Anthony?

—Aún no—murmuró Jarvis cabizbajo—. Pero todos confiamos en que pronto tendremos alguna información sobre su paradero.

—Verá que así será—intentó animarle antes de entrar al amplio comedor dónde su madre y padre lo esperaban, ambos en pleno silencio y con una expresión intranquila en el rostro que sólo hacía más evidente su preocupación.

En cuanto llegó saludo cortésmente a los presentes que le regresaron el saludo antes de permitirle tomar asiento a su lado.
Incómodo suspiró y se dedicó a golpear con la yema de sus dedos la mesa esperando a que Ana llegara con la comida y pudieran a comenzar a comer, aligerando el ambiente tras poder hacer esto.

—¿Cómo va la búsqueda?—

—Aún no tienen noticias—susurró Howard serio—. ¡Son tan incompetentes que aún no tiene nada!

—Howard—lo llamó María con dulzura tomando su mano—. Lo van a encontrar, ya lo verás.

—Ayer hablé con algunos amigos míos y les pedí de favor que si tenían alguna información sobre un niño de la edad de su hijo me avisarán de forma inmediata—comentó Tony fingiendo preocupación.

—Muchísimas gracias, señor Anthony.

—Es un placer para mí poder regresarles un poco de la hospitalidad que me han dado—murmuró antes de ver cómo Ana entraba junto con otros sirvientes de la casa dejando los platos sobre la mesa antes de retirarse.

Antes de que Ana se retirará, miró a Jarvis en silencio y con esperanza, en busca de algún tipo de información que pudiera apaciguar su intranquilo corazón; pero él hombre simplemente agachó la mirada y negó sin mirarla, dejando dolida a su esposa que se retiró en silencio a prisa con dirección a la cocina.

—¿Y cómo planea regresa su casa, mi amigo?

—Bueno, alguien de mis amigos vendrá por mí.

—¿Su esposa no enviará algún empleador de forma inmediata?

—Me temo que varios de mis empleados se encuentran ocupados con otros asuntos y los que no están ocupados, simplemente están de vacaciones por lo que me es imposible que alguien venga por mí hoy o en los próximos días.

—Puede quedarse con nosotros todo el tiempo que usted desee—repuso Howard de inmediato—. Para nosotros no genera ningún inconveniente.

—Agradezco sus palabras y créame que me veré forzado a tomar su comentario en cuenta—replicó antes de comenzar a comer dejando satisfecho a sus padre que iniciaron su desayuno, permitiéndole a Jarvis retirarse a la cocina.

¡¿Tres Tony?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora