"Himika significa misterios peligrosos. Asi se llama mi pueblo.
Si lo buscas en el mapa no lo encontrarás, pero si viajas por la carretera sin rumbo aparecerá, pero jamas podras volver a salir.
Un pueblo sin rumbo, que tiene muchos misterios, muchas...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
YUKARI
Habían pasado cuatro días desde lo sucedido en la casa. Hunter había pasado los primeros tres en el hospital, finalmente hoy en la madrugada nos permitieron llevarlo a la casa; nos habíamos estado turnando para cuidarlo por las noches, se suponía que hoy me iba a tocar a mi.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Toque a la puerta con los nudillos, no hubo respuesta, después de titubear un poco decidí entrar. Megan se encontraba dentro, dormitaba en el sillón junto a la cama donde Hunter se encontraba. Encamine directo al sillón y con unos suaves toques desperté a la chica.
—¿Eh? ¿Yukari? —Preguntó bostezando.
— Buenos días Megan, ehm ya es hora de ir al colegio...
Al inicio ella me miró confundía y aunque solo había silencio sabía lo que estaba pensando.
—No te preocupes por Hunt, me quedaré a cuidarlo.
—Ahmm ¿estás segura? —Hablaba con un tono somnoliento.
—Sí, de igual forma hoy era mi turno, y como no suelo faltar al cole no creo que haya mucho problema.
Megan me observó con una mirada entre agradecida y preocupada pero finalmente asintió con un movimiento de cabeza y salió del cuarto a darse una ducha rápida.
Ya eran las diez de la mañana y en la casa sólo nos encontrábamos Hunter y yo, me senté en el sofá, y vaya, él si que era un perezoso ¡¿Cómo es posible que siguiera dormido a esta hora?!
— A pesar de ser un poco idiota este pequeño perezoso es lindo. —Susurré mientras me reía en voz baja.
—¿Así que te parezco lindo? —La voz de Hunter me sorprendió tanto que instintivamente me levanté ¡Así que el rufián perezoso estaba despierto! Y no solo eso sino que me escuchó.
— ¿Te estabas haciendo el dormido? – exclame con el seño fruncido.
—Nah que va. —Respondió mientras se metía en las sábanas —Pero ¡Ey! ¡No evadas mi pregunta!