"Himika significa misterios peligrosos. Asi se llama mi pueblo.
Si lo buscas en el mapa no lo encontrarás, pero si viajas por la carretera sin rumbo aparecerá, pero jamas podras volver a salir.
Un pueblo sin rumbo, que tiene muchos misterios, muchas...
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BELISSE
No puedo mover mi cuerpo, estoy suspendida fuera de mi cuerpo y mi mente no para de gritar. Cierro los ojos un segundo, esperando que todo esto pase. Pero caigo en cuenta de que estoy sufriendo una parálisis del sueño. Años atrás que esto no me sucedía, así que solo espero a que esto acabe.
Me levante más temprano que de costumbre porque hoy traen los cuervos que atacaron a los chicos en la escuela el día de ayer. Necesitan averiguar porque esa cantidad de pájaros atacaron así, están seguros de que es rabia, pero siento que hay algo más. Apolo me pidió si le podía sacar fotografías a los animales, ese chico a veces es raro, pero me cae bien.
Otro día más creyéndome Spencer Reid de mentes criminales, camine hacia la comisaria. En el camino pase por un café, porque siendo sincera los de la comisaria hacían querer tirarme del tercer piso. El café es fundamental en mi vida, sin él no soy nada. A lo lejos veo una cabeza con pelos plateados casi corriendo hacia mí.
—Señorita Jean, tanto tiempo. —hace una pequeña reverencia hacia mí que me hace reír.
—Señora Park, un gusto. —imito su gesto.
—Señora tu abuela, te eh dicho señorita lo mínimo que merezco es respeto. Niña tonta. —a Daniela le aterra pasar los 30, según ella quiere ser como Peter pan el resto de su vida.
—Vale, lo siento, señorita.
—Mucho mejor.
—Debes acompañarme hoy a la morgue a descubrir que pasa con los cuervos que trajeron ayer. —Le digo, con un tono de entusiasmo.
—Alto ahí sabelotodo, te recuerdo que trabajamos en el puesto mas bajo, aun no nos autorizan a ese tipo de investigaciones. —me responde casi reprochándome.
—Vale si, tienes razón, pero en donde nos tienen no es puesto para nosotras. En el área de los detectives son todos hombres, ninguna mujer, y eso es injusto. Estudiamos para eso. —Ya veía que me salía humo por las orejas.
—¿Sabes qué? Al carajo, tienes razón te acompañare. Pero si nos echan tú me tendrás que mantener, este cutis cuesta muy cara nena. —Acerca su rostro hacia mi y comienza a tirarme besos.
—Bueno, pero aquí no cariño, espera a que lleguemos a casa... —empezamos a reírnos.
Esperamos a que nos entregaran nuestro café, tuvimos una jornada algo aburrida, solo papeleo y más papeleo, algunas detenciones por gente que no sabía arreglar las cosas hablando, hasta que a eso de alrededor de las 4 u 5 de la tarde nos pusimos en marcha para ir a la morgue. Aunque no lo crean es fácil burlar a los policías, pero no digan que les conté eso. Llegamos a donde estaban los animales, estaban en bolsas plásticas lo que me decía que ya los habían examinado. Busque los expedientes.
—Sabes lissy, creo que me gusta esta vida criminal que llevamos.
—Claro, a mí también me gusta. Ahora ayúdame a buscar los expedientes.
Revisamos por todas partes, hasta que de repente nos dimos vuelta y los animales ya no estaban. Carajo, los animales no estaban... ¿Pero ¿qué?
—¿Que carajos...? —Dani avanzo hasta donde debían de esta los animales, de repente su cara paso de estar neutra a una mueca de horror.
—Joder me encanta las cosas paranormales, pero cuando te suceden a ti ya no es divertido —dijo para si misma— ¿Me oíste espíritu? No es divertido.
—Calma Dani. Oh dios, que mierda esta pasando. —Dije casi en un susurro, Dani se volvió hacia mi y esta vez vi que estaba aterrada.
—No digas que me calme cuando tu empiezas a decir palabrotas, nunca dices palabrotas, solo las dices cuando te sucede algo. ¿Te sucede algo?
Avanzo hasta mi y me agarro del brazo.
—Claro que te sucede algo, los malditos animales que estaban justo ahí, desaparecen frente a nuestras narices. Juntarme contigo me ha vuelto demasiado paranoica.
—Esta bien, tienes razón, mejor salgamos de aquí antes de que nos descubran. Ya pensare en un plan.
Avanzamos hasta la puerta y salimos de ese lugar. Todo esto es demasiado raro. No sabia que hacer así que lo menos que debería hacer era llamar a Apolo, pero la sorpresa me gano.
El teléfono suena 3 veces hasta que oigo que lo cogen.
—¿Hola? ¿Apolo? —Hable inmediatamente, tratando de sonar serena para que no se alarmara.
—Hola Belisse
—Apolo algo muy malo paso. —Se lo tire así sin más.
—¿Que paso? -Pregunto el un tanto preocupado.
—Los animales que estaban en la morgue, desaparecieron.
—Debe ser una broma. —dijo él en un tono nuevamente preocupado.
—Debes tener cuidado. —Le dije directamente, porque presiento que todo esto tiene que ver con él.
Espere hasta recibir una respuesta, pero solo oía su respiración a través de teléfono.
—¿Apolo? -Lo llame para asegurarme de que estaba bien.
—Belisse ven rápido y saca las grabaciones de seguridad. —dijo mas preocupado y nervioso.
—Bien, voy para allá. —corte la llamada y le conté el plan a Daniela.
—Joder tu si quieres que nos despidan, lo de llevar una vida criminal era solo una broma para suavizar el momento nena. —Dijo al cabo de un momento, ahora estaba mas calmada.
—Esta bien, pero Dani, siento que esta pasando algo, y es nuestra oportunidad de ayudar a las personas. Tampoco te obligare si no quieres ayudarme.
—No se si lo sabias, pero te quiero así, loca y todo, así que obviamente no te dejaría sola en esto. —Dijo y me regalo una sonrisa.
—Vale, yo también te quiero. Pero debemos ir enseguida a ver que sucede.
Subimos a la patrullar y nos dirigimos a donde estaba Apolo. Fuimos rápidas y pasamos a los guardas con una facilidad. Llegamos y nos dirigimos a quitar las cintas de seguridad. Quede pasmada, a través de las cámaras vi a los chicos peleando, y eso solo confirmó mis sospechas de que algo extraño estaba sucediendo. Recuerdo que Apolo me dijo donde tenía que ir, y ya se, un adolescente estaba controlándome pero se que debía ayudarlo. Ya echo el trabajo, le mande un mensaje a Apolo diciéndole que ya sacamos todo.
Con el trabajo echo, llevé a Dani a su casa y luego fui a casa. Cuando entre percibí un olor exquisito. Todo estaba ordenado, los sillones estaban limpios, el piso, los muebles, todo en su lugar.
—¿Tuve un tiempo libre en el hospital así que decidí limpiar un poco, también cociné la cena, tienes hambre? —Vi salir del pasillo a un Nicolo limpio y arreglado. Estaba muy guapo, con su cabello pelirrojo, sus ojos marrones y su metro 89, aunque también se ve muy guapo con sus ojeras de tres metros para que estamos con cosas.
—La verdad, tengo un agujero en el estómago así que me tendrás que dar mucha comida —dije mientras tomaba asiento— y ¿Qué hay de nuevo?
—Nada, gente muriendo o recuperándose —dijo sin mucha importancia— ¡Uh! Agregue una canción nueva a mi playlist, creo que se llama wildest dream, algo así. —dijo algo emocionado mientras comía sus albóndigas.
—No me digas, ¿te gusta Taylor Swift? —Dije algo sorprendida.
—Claro, soy un hombre con clase no lo olvides. —Me guiño un ojo y seguimos con nuestra velada hasta que decidimos ir a dormir.