Capítulo 15

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Ahora que por fin la amenaza estaba neutralizada, el ambiente en la clase E volvió a la normalidad. Se planeaban nuevos asesinatos, jugaban cuando podían, y estudiaban muy duro también.

Si, sin duda, todo parecía volver a la normalidad... Cosa que a Karma no le agrada del todo.

Ahora ya no tenía más excusa para acompañar a Manami Okuda a su casa.

Desde que atraparon a ese sujeto que no habían vuelto a hablar. A todos les realizaron algunos exámenes físicos para comprobar su salud, por lo que estuvieron ocupados. Y luego tuvieron que volver a su rutina normal poco a poco.
Por lo que ahora... Manami pasaba más tiempo con las chicas después de clases y almorzaba con Kobayashi (cosa que le ponía celoso. Sabía que almorzaban juntos para discutir sobre el asesinato... ¡por eso estaba tan celoso!).

Era bueno que las cosas volvieran a la normalidad... Pero se preguntaba si la normalidad podía incluir a Okuda. Solo un poco. Verla durante las clases no le bastaba.

— Karma — lo llamó Nagisa durante el almuerzo. Ese día había decidido tomar el almuerzo en el linde del bosque, era fresco y él tenía calor.

— ¿Um?— dice el pelirrojo sorbiendo de su jugo de fresa desinteresado.

— ¿No tienes tu teléfono acaso? Te envié varios mensajes— suspira el de pelo azul — Okuda-san te está buscando — aquello si llamo su atención. Se levantó rápidamente y fue a buscar a la científica.

Sabía dónde solía estar así que, camino al laboratorio.

Una vez frente a la puerta del laboratorio se quedó un momento en blanco. Había pasado días desde que hablo con Okuda, lo había ansiado y ahora ¿se ponía nervioso por hablarle? Tenía que calmarse un poco. Respiro hondo, mantuvo el aire por unos segundos antes de soltarlo y entrar.

— Oí que me buscabas, Okuda-san — dijo el pelirrojo sonriendo y entrando en el peor momento posible, pues por accidente la de trenzas hizo explotar lo que mezclaba.

— Wahh — gritó la chica con mucho hollín en el rostro.

— ¿Estas bien, Okuda-san?— pregunta Karma con una ligera sonrisa acercándose a la más baja.

— Ah, si, creo que me excedí y por eso exploto — comenta sacándose los lentes para limpiarlos.

El pelirrojo saca un pañuelo (rosa con un estampado de fresas) y con él limpia la mejilla de Okuda.

— Linda como siempre — dice con una sonrisa y hace sonrojar a Okuda quien se oculta detrás de sus manos — B-Bueno ¿para que me llamabas?— pregunta Karma mientras guarda el pañuelo en su bolsillo.

— Ah, si — sale de detrás de sus manos y mira a Karma — ¿Tienes planes para después de clases? —

— Nop —

— E-Entonces... ¿quieres venir a mi casa a estudiar?—

Karma tardó en procesar lo que le dijo.

— ¿Lo dices en serio? — pregunta Karma y Okuda asiente.

— Literatura clásica no se me da muy bien...— le explica Okuda

— Entonces... Si...— dijo realmente Karma no se esperaba eso. Y tampoco esperaba sentirse tan nervioso por eso — Nos vemos en la entrada entonces — dice Karma con una sonrisa que espera sea lánguida y un tono ligeramente indiferente antes de salir del laboratorio con su rostro muy sonrojado y una boba sonrisa en su rostro.

Sin duda ahora estaba de mejor humor.

Al terminar el día, Karma espero a Okuda y se marcharon juntos.

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