Town Down

Capítulo 12

Este capítulo está muy largo, espero que les guste y lo disfruten mucho.

Gakushuu Asano, estudiante de 3 año de la escuela Kunigigaoka presidente del consejo y el número uno en el top de calificación de la escuela, ahora se encontraba usando un traje de asesino, montado en una moto estando en una misión de locos tratando de encontrar a Itona que era su... ¿podía decir que Itona era su novio? ¿Pareja? ¿Media naranja?... Aunque estaba seguro que Itona lo llamaría algo así como "Medio fastidio" o "Idiota hijo del director".

Seguro que al verse Itona lo alejaría.
Ya lo alejo cuando la clase E estaba sospechando de su raro comportamiento, lo había alejado cuando sufría en la cama de la enfermería y Gakushuu... Simplemente lo había aceptado, así como aceptaba todo lo que su padre le imponía. No rechistó y eso lo atormentaba, pero... Esta vez haría lo qué debía hacer, más importante, haría lo qué quería hacer: sujetar a Itona fuertemente y aunque le pidiera que se alejara no lo haría.

— A-kun, debes girar a la derecha en la siguiente esquina — le dijo Ritsu, la chica 2D (un programa de computadora creado para matar) que se tomó la libertad de darle un apodo clave y declararse como su compañera en esta loca misión. Debía admitir que la chica 2D era muy útil, Ritsu le estaba dando las direcciones para encontrar a Itona y la Clase E y además le decía por donde ir para esquivar a la policía.

Por su parte Ritsu se sentía fenomenal. Para tratar de entender a Itona y sus sentimientos decidió investigar un poco... En muchas novelas de género romántico. Ahora el héroe valiente y decidido (Asano) iba a salvar a la princesa en apuros (Itona). Estaba muy emocionada. Quería ver el desenlace de todo aquello.

Esperaba un final feliz.

[•••]

Mientras tanto el sujeto que implantó los tentáculos en Itona seguía a su padre y mentor por las calles de la ciudad.

— Este debe ser el lugar donde se esconde ese mocoso — dijo su padre mirando un viejo y abandonado edificio que tenía las iniciales TH.

— ¿No es demasiado obvio? — dijo mirando el edificio.

— No seas insolente y mira por allá — señaló una de las ventanas donde se veía a Itona dentro edificio.

— Bien — dijo el mayor y empezó a sacar varias armas y objetos para crear trampas — Debemos impedir que se lo lleven, empieza a colocar las trampas. Sin ningún error ¿oíste, hijo insolente? — le arroja las cosas para que se ponga a montar y armar las trampas — Yo trataré de razonar con él y darle mantenimiento a sus tentáculos —

— Pero si el chico es mío — reclamo — Yo debo...— recibió otra bofetada para hacerlo callar.

— ¡Haz lo que te dije!— contesta con una voz iracunda — ¡Puede que hayas tenido razón pero tus descuidos nos pusieron aquí! ¡Ahora debo arreglar los desperfectos que dejaste, lo menos que puedes hacer para agradecer es hacer lo que te digo que hagas!—

Apretó los puños. Siempre igual. Siempre igual y ya estaba harto... Pero... No podía hacer nada... No se atrevía a hacer algo contra esa figura frente a él.

Empezó a armar las trampas y a colocarlas lo más rápido y correcto que podía.

Mientras las ponía pasó frente a una de las ventanas de un edificio abandonado. Miro su reflejo casi irreconocible.

Para poder engañar a Itona había cambiado su apariencia a una similar a la de ese chico hijo del director.

Había pintado su cabello a naranja, había maquillado su piel morena a algo más pálido y similar a Asano y era una suerte que ambos tuvieran ojos morados.