Capítulo 8

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Koro-sensei estaba muy feliz mostrando los souvenirs que había traído así que Karma ideó un plan para probarlo.

— Koro-sensei — lo llama con voz burlona mientras sonríe — Traje unos dulces, ¿quisiera probarlos?— le ofrece amablemente una bolsa de dulces.

— Nurufufufu. Se ven deliciosos los probare con gusto — como lo sospechaba Karma ya que él no era una persona amable que daba las cosas sin un propósito oculto.

Koro-sensei metió en su boca varios dulces y los masticó.

— Mmm sabe muy rico — dijo pero de repente su cara amarilla se puso de un tono rojizo y empezó a sudar antes de que humo saliera de su boca y este gritara — ¡Pica!— dijo muy alterado.

— Perdón, olvidé decirle que son picosos — ríe Karma.

— Aquí tiene Koro-sensei — le ofrece Manami un vaso de agua pero antes de que los tentáculos amarillos del profesor alcancen el vaso que le ofrecía la chica de gafas, está le lanzó algo redondo de color blanco que pronto despegó un hilo de material anti Koro-sensei que envolvió el tentáculo del profesor y lo quemó.

Rápidamente Koro-sensei se quitó y gritó.

— Wahhhh —

— Increíble — exclamaron muchos al ver el nuevo robot funcionando.

— M-Me tomaron por sorpresa... No imaginé que hicieran equipo así — dijo Koro-sensei una vez se calmó y logró tomar agua.

— Si, fue una buena combinación de equipo — dijo Kayano muy alegre mirando a los dos.

— Ya sabíamos nosotros que serían una pareja peligrosa — dice varios chicos recordando su viaje a Okinawa.

Pronto todos empezaron a preguntar sobre el robot y cuando lograrían usarlo todos.

— Me tomará un par de días hacer la cantidad indicada. Y necesito a alguien más que me ayude a hacerlos... Alguien que no sea el inútil de Terasaka —

— Oye, Itona — dijo tomándolo del cuello y alborotando su cabello de manera enojada.

— Perfecto, con esto nuestro plan se pondrá en marcha —

Le alegraba que los muchachos siguieran con su plan para asesinarle, tratando de llevar una vida normal pese a las amenazas que se venían.

[***]

Itona trabajaba el robot en su escritorio. Ya hecho uno, hacer las copias es más sencillo, pero igual era cansado.

Decidió abrir la ventana y se reposó en el alféizar de la ventana, dejando que el aire fresco refrescara su rostro. Suspiró y miró el cielo nocturno. Una estrella fugaz surcó el cielo. Era la primera vez que veía una.

«En teoría no es la primera vez» un recuerdo llegó a su mente. Su primer beso con Gakushuu fue bajo una lluvia de estrellas fugaces. Se sonroja al recordar algo así. Sonaba cursi y muy impropio de ellos, aunque claro ese beso fue casi por accidente ya que Gakushuu tropezó y calló encima de Itona y sus labios chocaron de manera torpe. Aún así, los siguientes besos después de ese no fueron accidentes, ni siquiera lo apartó o lo detuvo.

— Gakushuu— susurra mirando las estrellas.

— ¿Me hablabas?— dijo Asano trepando el árbol, llegando a la altura de la habitación de Itona.

— ¿¡Se puede saber qué haces aquí?!— dijo en un bajo susurro muy alterado.

— Las estrellas — respondió señalando el cielo — Las estrellas fugaces —

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