Karma seguía pasmado, parado ahí en medio del corredor de aquel supermercado. Miraba las revistas sin mirarlas realmente. «¿A que vino eso de avergonzarme? Eso no tiene sentido alguno, más bien debería ser yo quien se disculpara» pensaba Karma. Suspirando se aleja del pasillo para ir a la salida, ya no le importaba saber qué hacía Karasuma. Es más, en ningún momento le intereso, sólo quería pasar un poco más de tiempo con la chica de pelo azabache.
Cuando salió seguía tan ensimismado en sus pensamientos que no noto que un chico moreno de pelo azabache le seguía.
«Hablaré con ella mañana y arreglaré esto» pensaba Karma y sin previo aviso le taparon la boca y lo inmovilizaron.
Por un momento Karma pensó que estaba siendo atacado por un lobo, un lobo fuerte capaz de ocultar su sed de sangre pero dispuesto a destrozarlo.
Forcejeo contra ese sujeto mientras lo llevaba al callejón que estaba a lado del súper mercado. Por fin fuera, de la vista de los demás, puso en práctica sus habilidades adquiridas en la clase E, haciendo uso de su fuerza empujó al sujeto contra uno de los contenedores creando un escándalo y arrancando un quejido de los labios del sujeto pero, este colocó un filoso cuchillo en el cuello de Karma.
— Eres un buen espécimen, no quisiera tener que matarte — dijo el sujeto lobo con voz tranquila presionando el cuello con el cuchillo — Pero si me sigues dando problemas iré por tu linda amiguita — Karma abrió los ojos sorprendido y asustado.
¿Estaba de broma? ¡Nadie tocaría un solo cabello de Okuda!
Desesperado miro a su alrededor buscando un arma o algo para llamar la atención, no podía enfrentarse a ese sujeto solo. Lo encontró, percibió un gato escondido detrás del otro contenedor que había además de un cuervo picando la basura. Aflojo un poco su cuerpo para que el Sujeto Lobo creyera que se rendía y en ese momento volvió a estrellarlo contra el otro contenedor de basura haciendo que el gato chillara y corriera y el cuervo graznara indignado y voló.
El Sujeto Lobo, al darse cuenta que Karma le daría pelea decidió que sería bueno ponerlo a dormir, levantó el cuchillo del cuello de Karma y le dio la vuelta para golpearlo con el mango y dejarlo inconsciente. Sin embargo, su brazo fue detenido por la muñeca y tiraron de ella para hacerlo volar y estrellarlo contra el suelo.
— ¡¿Karasuma-sensei?!— dice Karma sorprendido y aliviado de verlo.
— ¿Te encuentras bien? ¿Te ha hecho daño?— pregunto mirándolo de reojo.
— Estoy bien, sólo me tomó por sorpresa...— dice Karma mirando al sujeto que estaba levantándose.
— Eres más listo de lo que creí. Pensé que estabas tratando de escapar pero sólo buscabas llamar la atención de este agente del gobierno — dice levantándose poco a poco mirando a Karasuma y Karma con sus fríos ojos grises.
Karasuma se puso en guardia.
Todo en ese sujeto era extraño, sus ojos grises no parecían reales y su cara estaba deformada, una máscara tal vez, pensó Karma.
— Nos volveremos a ver — promete el sujeto lobo. Karma se negaba a dejarlo ir pues era seguro que iría por Manami. Se lanzó a atacarlo al igual que Karasuma, sin embargo, el sujeto lanzó una bomba de humo y desapareció tras ella.
Entre toses el agente del gobierno y el pelirrojo salieron del callejón.
— ¿Quién demonios era ese?— preguntó Karma con voz rasposa aún tosiendo.
— Creo tener una idea de quién puede ser — responde Karasuma — Llamaré a alguien para que te lleve a casa —
— ¡De eso nada! Okuda-san puede estar en peligro también — Karma toma su celular, esperaba que Ritsu estuviera en su celular para ayudarlo a localizarla más rápido pero no era así. Rápidamente busca en sus contactos a Okuda.
Karasuma por su parte marcaba a Itona para ponerlo al tanto de lo ocurrido y que no saliera de casa y se asegurara de que todo estaba bien cerrado.
Karma por su parte empezaba a impacientarse, Okuda tardaba mucho en contestar.
— ¿Karma-kun?— dice la dulce voz de Manami tras la línea — ¿Sucede algo?—
— ¿Dónde estas?— pregunta aliviado pero aún tenso — ¿Estas en el tren?—
— Ah, si, mi tren llega en unos minutos —
— Bien, te veo allá — mira a Karasuma esperando que le lleve la contra.
Karasuma suspira y asiente para que se vaya a encontrar con la chica.
[***]
Manami estaba dentro de la estación sentada en uno de los banquillos.
Pasaron unos 5 minutos desde que Karma le llamó y ya estaba ahí, jadeando y sudando.
— Ahí estas — suspira aliviado, casi podría abrazarla. De hecho eso quería hacer, abrazarla y no soltarla hasta que estuviera a salvo.
— ¿Sucede algo malo?— pregunto Manami levantándose para acercarse — Te escuchabas preocupado —
— Ah, es que...— no quería hacer que entrara en pánico sería peor — N-No es nada grave ¿si? Y-Yo...— la chica ladea la cabeza de manera tan inocente que le hace sonrojar. Por suerte el silbato del tren sonó así que ambos se apresuraron a subir al tren.
Durante el camino Manami iba sentada en una de las bancas del vagón, por su parte Karma iba parado frente a ella sujetándose del tubo. Estaba atento a todo lo que sucedía a su alrededor cosa que ponía nerviosa a la azabache.
— Karma-kun...— el nombrado voltea a verla — ¿Porque estás aquí? Algo te está preocupando —
Karma suspira.
— Confía en mi ¿si? Quiero que llegues a casa a salvo y prometo que mañana te contaré lo qué pasa — le pide de manera seria mirando para todos lados.
— Oh, está bien — dice Okuda cortésmente.
Cuando bajan del tren caminan en silencio hasta la casa de Okuda.
— Okuda-san...— la nombrada estaba a pocos pasos de la puerta de su casa — No me avergüenza salir contigo... M-Me gusta de hecho — ambos estaban muy sonrojados por esas palabras — Ah, bueno, ya estás en casa, ya me voy... Nos vemos mañana — dice y sale del lugar. Dejando a una Manami con una sonrisa en sus labios y el corazón corriendo como loco.
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Town Down
FanfictionEn la escuela secundaria Kununigaoka, se rige por un sistema donde pertenecer a la Clase E es una deshonra y todos en la escuela pueden tratarte como basura si estas en dicha clase. La clase A es la élite y aborrece por completo a la clase E. Pero u...