Peligroso sentimiento (KookJin) •Adaptación• [Traducción]

Capítulo 13

El chirrido de la puerta al girar sobre sus goznes sobresaltó a ChanYeol, que se incorporó enérgicamente y dio un respingo. La noche anterior se había dormido completamente vestido, vencido por el dolor de sus costillas magulladas, las drogas y la tensión constante que había tenido que soportar desde su llegada con los Kim. El joven no pudo contener un siseo de dolor al llevarse la mano al costado, pero se dijo que una vez que SeokJin terminara con él, lo que sentía ahora sería poco más que una leve molestia.

—Será mejor que tengas cuidado, o nunca te curarás.

Aturdido, ChanYeol se olvidó del doloroso latido en su pecho.

Esperaba enfrentarse a un furioso SeokJin, y era BaekHyun quien estaba ante él...

—¿Te has hecho daño?—, insistió este último, acercándose un paso más.

—Yo... eh... yo... n... no— murmuró ChanYeol, moviéndose hacia atrás en su cama.

Su visitante se quedó quieto, sorprendido.

—¿No me digas que me tienes miedo?

—No, pero a SeokJin sí. No estoy en condiciones de enfrentarme a él, ni físicamente ni por mi posición aquí.

—¿Qué tiene que ver Jin con esta conversación?

—No creo que haya apreciado que yo... bueno, lo que pasó ayer.

El pintor sacó la silla para sentarse junto a la cama.

—¿Por qué iba a contárselo a Jin? No me has hecho daño.

ChanYeol sintió un gran nudo en la garganta. Los zafios seguían con él, ilegibles y serios al mismo tiempo. El joven se pasó una mano nerviosa por el pelo.

—Sobre lo de ayer... Lo siento, no quería asustarte.

—¿Quién dice que estaba asustado?

—Te fuiste.

—Oh... ¿Y pensabas que había ido a ver a SeokJin?

—No voy a negar que me pasé la noche preguntándome cuándo iba a aparecer y acabar conmigo.

—Lo siento. Me entró el pánico—. BaekHyun sonrió tímidamente.

—No estoy... acostumbrado a que me toquen— ChanYeol dio un respingo. —Y no hice un escándalo. ¿Por qué me besaste?

¡Oh, Dios, por favor, deja que el suelo se abra y que yo desaparezca!
¡Ahora!

ChanYeol ya había pasado por momentos difíciles en su vida. Al igual que SeokJin, había participado en peleas, tiroteos y numerosas operaciones en nombre de su padre. Era conocido por no tener miedo.

Y sin embargo, en este mismo momento, estaba aterrorizado.

BaekHyun esperaba una respuesta que no pudo darle. Aparte de que no podía desentrañar sus sentimientos, nunca se había sentido cómodo con las palabras -lo que le había ocasionado muchos contratiempos con SeokJin, cuya afilada lengua había matado a más gente que sus puños-, sobre todo cuando se veía atrapado en la garganta como ahora. Por mucho que intentara hacer funcionar sus neuronas, su cerebro se negaba a presentarle nada más que una página en blanco. Más incómodo bajo el fuego de los zafiros de lo que nunca había estado en su vida, el joven finalmente articuló dolorosamente.

—Yo... no pensé en ello. En ese momento, parecía... natural— ChanYeol estaba en agonía. Al final, habría preferido enfrentarse a SeokJin. Al menos con SeokJin sabía a qué atenerse y cómo reaccionar, mientras que con BaekHyun...

El sonido de la puerta al abrirse fue un verdadero alivio para el cautivo. A estas alturas, cualquiera sería bienvenido, incluso SeokJin.

Fue NamJoon quien entró, y si se sorprendió por la presencia de BaekHyun, no mostró nada. Le saludó con una respetuosa inclinación de cabeza antes de volver a centrar su atención en ChanYeol, que se había enderezado todo lo que sus heridas le permitían.