Peligroso sentimiento (KookJin) •Adaptación• [Traducción]

Capítulo 16

Indiferente a todo lo que le rodeaba, SeokJin se arrodilló junto a su amante y le tendió una mano temblorosa al rostro del veneciano. En este momento, no le importaba que su relación con su guardaespaldas saliera a la luz. Lo único que importaba era si seguía respirando.

El alivio lo inundó cuando escuchó un débil jadeo en los labios de JungKook.

—Jin, la bala entró en el hombro. Debe haberse golpeado la cabeza al caer; por eso está inconsciente.

La voz de HeeChul se abrió paso en el cerebro de SeokJin, amortiguada como a través de una espesa niebla. El joven se dio cuenta entonces de que su padre estaba a su lado y que un brazo reconfortante le rodeaba los hombros.

—Lo llevaremos a la clínica y el doctor se ocupará de él. Ya se lo han dicho. Nos está esperando. Que NamJoon y SeHun lo metan en el coche, ya.

Cediendo a la suave pero firme presión de HeeChul, SeokJin se apartó de JungKook y se puso en pie. Al hacerlo, su mirada se posó en ChanYeol.

ChanYeol estaba de pie un poco más lejos, mirando a JungKook con incredulidad mientras sostenía mecánicamente su brazo herido. SeokJin vio la sangre que manchaba la manga del traje ligero que llevaba ChanYeol. Éste dio un paso atrás ante la furia que de repente irradiaba en los iris turquesa.

—La bala era para mí. Me empujó fuera del camino, y...

—Más vale que se salga con la suya— le cortó SeokJin con frialdad.

—Jin, ChanYeol no ha tenido nada que ver—, intentó razonar HeeChul. —Jeon sólo hizo su trabajo. No vas a ayudarle perdiendo el tiempo discutiendo mientras se desangra— añadió cuando SeokJin estaba a punto de protestar. —¿Y qué hay del resto de ustedes? ¿Qué esperan para meterlo en el coche? ¿Una invitación escrita?

Las últimas palabras iban dirigidas a NamJoon y SeHun, que, como todos los presentes, se habían quedado helados ante la reacción de SeokJin. Por supuesto, todos sospechaban de la relación entre él y su brazo derecho. Sin embargo, una cosa era bromear al respecto y otra ver el apego del heredero a su guardaespaldas.

Sin embargo, al recordarlo, los dos hombres dejaron de lado sus preguntas y se encargaron de trasladar a JungKook a la limusina. SeokJin se sentó inmediatamente a su lado, mientras ChanYeol dudaba.

—Entra.

La voz seca de HeeChul no admitía contradicciones. El joven se encontraba en la parte delantera del vehículo, mientras que HeeChul ocupaba el asiento trasero. Conmocionado por lo que acababa de suceder, ChanYeol se hundió en su asiento, mientras un solo pensamiento se agitaba en su cabeza.

Mi padre me disparó...

—Estará bien, Jin, te lo prometo.

HeeChul sintió como si le apuñalaran en el corazón cuando los iris turquesa se alzaron hacia él. Sólo dos veces había visto a su hijo con una expresión tan perdida.

La primera había sido cuando su madre había muerto.

La segunda había sido cuando sostuvo a BaekHyun en sus brazos, una vez que finalmente lo dejó acercarse después de su liberación.

—No se despierta—, murmuró SeokJin con voz quebrada.

—Pero lo hará—, insistió HeeChul. —Se llevó un buen golpe cuando cayó al suelo, así como una bala. Es normal que esté fuera de sí.

—¿No podemos ir más rápido?

—¿Quieres añadir un accidente de coche al historial de JungKook? Déjalo en manos de KyuHyun; sabes que es el mejor del juego.