-Odio esto.- Susurró Ari quitándose los tacones después de la presentación.
-¿Odias los tacones? ¿O haberte reencontrado con ellos?- La voz repentina de Su-Jin hizo a la chica exaltarse.
-¡Jin! Avisa que estas ahí.- Dijo entre risas.
-No contestaste Ari...- La pelinegra tomó asiento al lado de la menor.
Himari suspiró mientras se recargaba en el sofá de la habitación. -No los odio a ellos es... Complicado, tu sabes.
Su-Jin le dio una media sonrisa mientras tomaba su mano.
-Entiendo, me sentía igual cuando salí de Woolim y a los tres meses debutó Rocket Punch, sentí que todo fue mi culpa. Pero ustedes, mi Kismet lograron hacerme sentir mucho mejor y olvidarme de todo eso.- Su-Jin miró a la chica quien tenía una sonrisa en su rostro.
-Me siento muy tranquila ahora, pero siempre queda algo dentro que me lastima y aún no sé que es.- Era cierto.
Himari había logrado superar poco a poco todo aquello que en algún momento le habia hecho daño, incluyendo algunos momentos de I-Land, pero sus sentimientos eran una montaña rusa, a veces podía estar bien pero siempre había algo que la volvía a hundir hasta tocar fondo.
La menor tomó su bolso y salió de la habitación, despidiéndose de la chica.
-Himari.- Una voz detrás de ella la hizo detenerse.
Volteó lentamente hasta quedar de frente con la persona, quien se notaba algo nervioso.
-Jungwon...
Parecía que el tiempo se había detenido, como si en esa atmósfera sólo fueran él y ella, habian pasado tantos meses desde la última vez que ambos se habían visto, ambos habían imaginado miles de escenas reencontrandose, algo más dramático, probablemente Himari corriendo hacia Jungwon, ambos llorando y riendo. Pero nada fue así, simplemente se quedaron parados en un estado de shock, las palabras no salían de sus bocas y un silencio predominaba el área.
-Hace tanto tiempo que no sabía nada de ti...- Jungwon decidió romper el silencio.
-Y-yo, lo sé, lo siento.- La chica bajó la mirada conteniendo sus emociones.
-¿Por qué nunca intentaste contactarnos?- Su tono de voz comenzó a cambiar.
Himari se quedó en silencio mientras jugaba con sus dedos.
-No es un momento indicado, lo siento mucho.- Ari se dio la vuelta intentando salir lo más rápido posible del lugar, hasta que nuevamente Jungwon la detuvo.
-¿Alguna vez lo hiciste?- La chica volteó confundida.
-¿A qué te refieres?- Preguntó con los ojos llenos de lágrimas.
-¿Alguna vez dejaste de quererme?- Ambos jóvenes se quedaron en silencio.
-Dímelo ahora, Himari. Dime que me dejaste de amar y prometo que jamás volveré a molestarte. Solo dímelo en la cara.
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