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El teléfono de Ari sonó y en el identificador de llamadas el nombre de Jungwon aparecía, por lo que contestó rápidamente.

-Hola Yang.- Habló con una sonrisa.

-Hola bonita, estoy abajo.- Dijo el chico una vez escuchando la voz de Himari.

-Dame un segundo, ya bajo.- El chico aceptó y colgaron la llamada.

La pelinegra terminó de dar algunos retoques a su maquillaje, tomó su bolso y salió del departamento despidiéndose de sus miembros.

Al llegar al lobby vio a Jungwon sentado en uno de los sillones, por lo que se acercó a él con una sonrisa.

-Hola.- Saludo al chico mientras se sentaba en el sillón enfrente de él.

El joven levantó la mirada y sonrió al verla.

-Te ves... Preciosa.- Dijo haciendo que las mejillas de la japonesa tomaran un color rojizo.

-Tu también te ves muy lindo.- El chico rio.

-¿Vamos?- Extendió su mano hacia Himari.

-Vamos.- Tomó la mano del chico y ambos salieron del edificio.

Entraron al auto del chico, donde alguien del staff iba manejando.

El camino fue muy ameno, lleno de risas y de comentarios algo cursis, ambos se sentían demasiado felices de estar juntos.

Al llegar bajaron todas las cosas que habian traído y buscaron un buen lugar para acomodarlas.

Ambos jóvenes instalaron las cosas en el suelo, conversaron mientras comían algunos de los bocadillos que compraron y al final se recostaron uno al lado del otro, mirando el atardecer.

-Es muy confuso.- Dijo Jungwon mirando al cielo.

-¿El qué?- Himari lo miró confundida.

-Quiero decir, todo lo que ha pasado estas últimas semanas, nuestra vida ha estado hecha un desastre.- Confesó riendo a lo que Ari asintió.

-Ni me lo digas, si hace semanas me hubieras dicho que todo esto estaría pasando, probablemente hubiera estado en mi habitación llorando del estrés.- Respondió también riendo un poco.

-O tal vez porque no me querías ver...

Himari se levantó rápidamente mirándolo ofendida. -Sabes perfectamente que no era así.

Jungwon suspiró mientras se levantaba lentamente. -Si lo sé, no te molestes.- Puso su dedo pulgar en la frente de la chica, masajeando su ceño fruncido.

La chica se acercó a él, abrazándolo por los hombros y escondiendo su cabeza en su cuello.

-Him...- Susurró el chico.

-¿Qué pasa?- Preguntó la japonesa mirándolo a los ojos.

-Me gustas mucho.- El chico puso sus manos sobre las mejillas de la pelinegra antes de continuar hablando.

-Me gustas probablemente desde el primer día que te vi, tu valentía me hizo sentir curiosidad por ti y cuando me acerque, tu personalidad simplemente me enamoró. Himari, te amo como a nadie y me arrepiento de todas las cosas malas que hemos pasado, se que nos alejamos por un tiempo, pero creeme que no había noche en la que no pensara en ti, siempre te tenía presente a todos los lados en los que iba y me dolió saber que no estarías en la empresa porque pensé que te habías rendido, pero cuando salió el anuncio de que habías entrado a sm y debutarias en un grupo me hizo muy feliz saber que conseguirias tu sueño.- Ambos chicos estaban llorando mientras se miraban frente a frente.

-Se que somos muy jóvenes para comprometernos, pero esperare el tiempo necesario para poder hacerlo porque eres la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida y ahora que estamos juntos nuevamente no quiero volver a dejarte ir. Solo prometeme que ambos esperaremos y todo esto valdrá la pena.- Jungwon limpio las lágrimas que corrían por las mejillas de Himari.

-Si, claro que si Jungwon, te esperare hoy y siempre.- La chica depositó un beso en los labios del castaño, quien también había estado llorando.

-Entonces... ¿Somos novios?- Preguntó una vez separándose de la pelinegra.

-Después de todo lo que dijiste ¿No te quedó claro?- Respondió entre risas.

Jungwon tomó la mano de Ari y habló.

-Cariño... ¿Sabes cual era mi sueño?- Preguntó jugando con los dedos de la japonesa.

La chica negó.

-Tu, mi sueño eras tu.- Respondió con una sonrisa.

-Mi sueño era estar contigo, así que ambos cumplimos nuestro sueño.- La chica recargo su cabeza en el hombro de su ahora novio.

-Nuestro sueño...- Susurró el chico mientras admiraba a su novia recostada en él.

Al final de todo ambos estaban juntos, superando las dificultades que un día los habían separado, pero ahora estaban más unidos que nunca y nada ni nadie los separaria.

Fin.

Fin

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¿Fin? ☹️

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Our Dream | Yang JungwonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora