La boda un año después.
Los nervios se palpan en el aire. La organización de la boda fue ir acordando entre las partes que sí y que no. ¿Algo grande o íntimo? Íntimo ¿La playa o montañas? Hotel en las montañas ¿Vestido, traje o ambos? Vestidos. ¿Para siempre? Hasta que sus corazones dejen de latir y por muchas vidas más.
El hotel lo reservaron, a los padres del niño al que salvó Scarlett en aquella conferencia hace unos años. Sus padres prepararon todo para la boda de las mujeres, dejando a entera disposición de las dos lo que necesiten.
Al hotel se accede por un camino privado, el cual al ir llegando al lugar pueden visualizarse un bosque enorme, la entrada a un complejo de cabañas con un enorme cartel, que tiene lago privado. El hotel está unos kilómetros más adentro y es todo lo que ellas buscaban, dándoles la privacidad que necesitaban, después de todo, que dos de las más importantes abogadas del país se casen, es la noticia más jugosa que cual reportero quiere.
Ambas novias se arreglan en habitaciones separadas, Scarlett tiene un vestido sencillo blanco de escote en v, con dos tiras que van al costado los abrazos, bordados pequeños pajaritos alzando vuelo desde la punta de la falda del vestido y subiendo al torso de un rosa muy clarito al final dos pajaritos que simbolizan a sus hijos vuelan pegando sus alitas; Atenea tiene un vestido un poco más sofisticado un corse que deja relucir su hermosa espalda y la tela del vestido es color champagne, la tela de la falda es pesada y abundante, tiene rosas bordadas solo en la parte baja de la falda y el torso, es la segunda vez que se casa pero es la primera vez que será ante Dios y sabe que será la última.
El hotel cuenta con un bosquecillo de flores de cerezos, están en su florecimiento. Las flores de cerezo tienen un florecimiento corto, pero hoy están ahí para las mujeres.
En ese lugar arman el altar, con las sillas para invitados y un camino marcado por una alfombra blanca, para la pasada de las novias que no entrarían por un pasillo central sino que ambas caminarían acercándose para unirse al medio en el altar por el frente y ambos extremos.
Los niños juegan correteando por el hotel al cuidado de Cris y Alice, que aunque ya tienen su propio hijo, ofrecieron cuidar a los pequeños torbellinos. Escapando de la vista de sus guardianes, entran a la habitación donde Scarlett está terminado de vestirse.
—Wow mami, estás hermosa —dice Valentín de casi 4 años entrando ya arreglado con un trajecito gris, camisa blanca y chaleco blanco y corbata plateada
—A ver yo quiero ver —empuja, Alma, a su hermano y se mete en la habitación, vistiendo un vestido blanco con un lazo de cinta brillante rosa bebé, zapatos blancos y el pelo semi recogido con un moño—. Mami eres como una princesa —dice la niña quedando con la boca abierta.
—¿Niños otra vez se le escaparon al tío Cris?
—No nos deja hacer nada, hoy no es tan divertido como siempre —dice Alma frunciendo el ceño, poniendo una expresión enojada y cruzándose de brazos.
—Pueden darnos unos minutos a solas —les pide a las mujeres que le arreglan el vestido, así que todas salen de la habitación—. Vengan —se sientan a ambos lados en la cama con ella—, con mamá los amamos mucho, mucho, mucho y ambos son y serán nuestros hijos para siempre —Cris le ha contado que los vio llorando porque alguien dijo que no eran sus hijos de verdad—. Ya les contamos cómo llegaron a nuestras vidas, los amamos desde antes de nacer ¿Ustedes nos aman?
—Si mamita y mucho —dicen los dos.
—¿Están contentos de ser nuestros hijos?
—Sí.
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La favorita de la profesora
Roman d'amourSoberbia y prepotente, así llegó el primer día de clases, solo ella no le tenía miedo y eso bastó para desestabilizar a la dura profesora Griega. Nadie nunca antes le había hecho frente, pero esta, mocosa, como ella la llama no es cualquiera alumna...