Capitulo 14.

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—Dime mi amor —insistió mi madre —prometo que no voy a juzgarte.

—Pues si —respondí sincera.

—Oh cariño —me abrazo.

—¿No estas molesta? ¿O no te parece extraño? —pregunte incrédula.

Narra Mackenna: 

Sabía que este día llegaría y me prometí a mi misma que apoyaría a mi hija si se convertía en realidad. Desde que era niña deje que se juntara demasiado con Bruno, cuando llego al punto de llorar porque él estaba en viaje de negocios supe que esto era un caso perdido, ella se había enamorado sin saberlo. Cuando tuvo su primer novio creí que tal vez mis sospechas se quedarían como lo que eran, sospechas, pero no. Cuando paso lo de Kyle siempre vi que en el rostro de mi hija no salía la misma sonrisa que salía de su rostro cuando venia mi hermano a verla.

Al escucharla preguntarme si estaba molesta tan solo deje caer una lagrima de felicidad, al menos sabia que si llegaban a tener algo serio que por mi parte tendría todo mi apoyo y aunque Bruno no lo permitiera yo si, la apoyaría hasta el fin del mundo. 

—Por supuesto que no cariño —limpie mi lágrima. 

—¿Entonces estas llorando de orgullo? —dijo con sarcasmo.

—Para nada cariño, no es que sea la mamá más feliz del mundo porque mi bebé quiera a mi hermano pero al menos sé que no te quedaras con un patán como Kyle.

—Mamá, ¿puedo pedirte un favor? —dijo tomando mis manos.

—Lo que quieras mi amor —respondí.

—No le digas a papá, insistirá a mandarme a un internado a Suiza y me cambiara el nombre —río secamente, como intentando no llorar.

—Cariño claro que no lo hará, no se lo permitiré —le acomode su cabello —solo quiero pedirte dos cosas.

—Dime —sonrió.

—No quiero que tengan relaciones, al menos no ahora, eres todavía menor de edad y no quiero problemas legales con tu padre si se entera.

—No mamá, te lo prometo —levanto su mano como si estuviera haciendo un juramento.

—Bien hijita y otra cosa, no doy mi consentimiento para que vayan a París.

—Pero mamá... 

—Tn____ escúchame, aun cuando no me lo hubieras dicho yo ya lo sabia —acomode mi cabello.

—¿Cómo? —pregunto mirándome fijamente.

—Cariño soy tu madre, desde que tenías 5 años comencé a darme cuenta —le sonreí.

—Pero era una niña...

—Y desde ese entonces tú y Bruno son inseparables, incluso desde mucho antes —respondí.

—Pero él no me ama, lo eh obligado a decírmelo pero sé que él no lo siente —dijo bajando su carita

—Mi amor te contare algo —levante su carita, mi niña había crecido mucho y el que más había disfrutado su infancia fue Bruno, le envidiaba ahora —cuando tu naciste, Bruno no quiso acercarse a ti al principio, le dije que te viera y tu papá lo obligo a sentarse en un sillón para que te cargara, después de 4 segundos de mirarte tu primera risa se la diste a él. Cuando la enfermera llego a decirnos que necesitaba llevarte él se negó, dijo que quería quedarse contigo y que eras muy bonita, la enfermera le dijo que podía verte desde un cristal y mi madre tuvo que llevárselo a rastras porque no quería dejarte. Llevaba ahí más de 10 horas, solo viéndote y esperando a que volvieran a ponerte allí, incluso yo ya había salido del hospital. Si ahí algo que bruno ah hecho desde que viniste al mundo es amarte —finalice. 

—¿De verdad hizo eso? —pregunto casi llorando. Limpie las pocas lágrimas que salieron.

—Tu padre puede corroborarlo —sonreí.

—Entonces si me ama —dijo emocionada.

—Más de lo que te puedes imaginar —respondí. 

—Quiero hablar con él... a solas —me miro.

—Ya te dije, nada de relaciones íntimas, confió en ustedes dos.

Ambas salimos de la cocina y Phil Y Taylor estaban viendo el futbol, el solo ver a mi hermano me hacia sentirme rara, por alguna razón no sentía decepción, hasta cierto punto yo colabore con esto. Phil siempre dijo que fue algo malo dejarlos tanto tiempo juntos porque ahora eran inseparables pero yo le decía que nada pasaría. Pero no me arrepiento.

—Phil, vamos a cenar afuera, debemos hablar lo del bebé —mire a tn____.

—Claro, Bruno te encargo a mi bebé —beso a mi hija en la frente y nos fuimos.

Narra Bruno:

Mi hermana traía algo entre manos, la primera vez que quedo embarazada recuerdo que me llevaban a sus aburridos planes que en ese momento me parecían estúpidos, pero ahora querían hablarlo solos, quizá no querían que escucháramos algo aunque eso lo encontraba en la posibilidad número 28439 de la lista, de verdad traía algo entre manos. 

Mi sobrina se sentó junto a mi y recostó su cabeza en mi hombro, de verdad odiaba que fuéramos parientes.

—Te amo —me dijo sin verme.

No me resistí, lo necesitaba creo que mucho más que ella. La bese. Enrede mis dedos en su cabello y con la otra mano la atraje hacia mi, ella hizo lo mismo que yo, estaba debajo de mi y me preocupaba hacerle daño. Mi cordura regreso y comencé a separarme. Ella me abrazo con fuerza.

—No, bésame una vez más, por favor —suplico.

Y así lo hice, la bese de nuevo.

Enamorada de mi tioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora