¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
~
[Au original]~
•Cuando te comparan con otra persona, es doloroso; te sientes insuficiente, inútil y débil...
"Tomioka lo pudo haber echo mejor'', ''Pero Mitsuri es más fuerte que tu'', ''¿Porque no eres como Sanemi?'',''Eres demasiado debil'',''No se porque pierdo mi tiempo contigo'',''¿Porque no entrenas más? Así dejarías de estorbar y ser tan débil'' Esas eran las palabras que recorrían la cabeza de Obanai...
Siempre lo trataban de débil, y lo comparaban con sus compañeros; se sentía tan...inútil...
No toleraba fallar al primer intento, quería demostrarle a los demás, que el no era débil, que podía ser más fuerte. Aunque, se sentía realmente frustrado, cuando todo su entrenamiento, no estaba dando frutos; sólo se estaba quedando atrás de los demás.
Se encontraban en la finca de Oyakata-Sama, hace algunas semanas no se reunía con todos los pilares. Tuvieron una conversación algo larga. Por alguna razón, Oyakata-Sama, empezó a hablar de como Obanai casi fracasa en una misión, además, quedó gravemente herido. Obanai avergonzado, sólo agachó la cabeza. Pero, la gota que reboso el caso, fue cuando Kagaya dijo: ''Pero claro, Tomioka lo pudo haber echo mejor''.
Apretó sus puños y dientes con fuerza, levantandose con rapidez y mirando con un gran enojo a Oyakata-Sama.
-¡¡YA ME HARTÉ DE ESTO!!-Grito con fuerza Obanai, aguantando las ganas de romper en llanto.
Los demás pilares, y Oyakata-Sama, miraron sorprendidos a Obanai.
-¡¡Siempre me están comprando con los demás cazadores!! Tomioka lo pudo hacer mejor, pero Sanemi lo hizo de esta manera, pero Mitsuri es más rápida,¡¡Siemrpe me comparan!!¡¡Yo no soy ellos!!
-Yo...-Kagaya iba a hablar, pero fue interrumpido por otro grito de Obanai.
-¡¡Y me cansé de esta Mierda!!¿Saben que? Renunció....-Dio la espalda a los demás pilares y a Oyakata-Sama- Desde hoy, el pilar serpiente, ya no existe- Tiró su katana y continuó su camino.
-Iguro-san...- Murmuró Kanroji casi llorando.
-Obanai.....
Obanai, llegó a su finca, y se encerró en su cuarto, se cambió la ropa, y se sentó en el suelo, recostando su espalda en la pared, mientras abrazaba sus piernas y lloraba.
Pasaron varias horas, y Obanai continuaba llorando, de repente, escucha como abren la puerta del cuarto; supuso de quien se trataba, pero sólo ignoró.
- Dejaste tu katana tirada, vine a traerla. La vas a necesitar.
- No la necesito...Sólo.....quiero estar solo....
El albino suspiró, se sentó en el suelo al frente del heterocromatico, y lo abrazó, acariciando su cabeza.
- Ya, no llores, mi pequeño. No le hagas caso a las estúpidas palabras de los demás; tu eres perfecto tal y como eres. Para mí eres perfecto.
- No mientas, sólo para hacerme sentir bien, soy demasiado débil, e insignificante. Nunca seré fuerte.
- Sólo digo la verdad, tu eres fuerte y valiente, también decidido y algo optimista. Hay demasiadas cosas buenas sobre ti, aunque me tomaría un día completo decirlas. Los que te critican y comparan, sólo son necesitados que buscan atención, sólo porque no saben que hacer con su miserable vida; no le prestes atención a esas asquerosas ratas.
- Igual, esos comentarios me hacen sentir mal; me siento débil e inútil; no puedo hacer nada bien. En mi última misión, casi fracaso y muero. Yo inútil.
- No vuelvas a decir que eres inútil, o algo así, o juro que callare tu boca con besos. Eres perfecto y punto.
- Como digas- Sonrió levemente, secando sus lágrimas.
Sanemi se separó del abrazo, y miró a Obanai, el cual ya no estaba llorando, pero tenía los ojos rojos por haber llorado horas atrás.
-Juro que la próxima vez, que alguien te trate de esa manera, lo voy a aniquilar; se va a arrepentir de toda la Mierda que te diga- Agregó Sanemi algo serio mirando a Obanai.
- Tampoco hay que exagerar- Rió con algo de nerviosismo.
- Pero es la verdad; no soporto la idea de que alguien trate de esa manera a mi pequeño.
- Ya te dije que no me llames así
-¿Porque? Si eres un pequeño bastante adorable; eres MI pequeño.
Sanemi acarició la mejilla de Obanai; después sentó a este encima de sus piernas y lo besó.
- Para mi, siempre será perfecto.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
