•|| sᴀɴᴇᴏʙᴀ ᴏɴᴇ- sʜᴏᴛs ||•

-15-

~[Au campamento]~

Era ya primavera, la mayoría de los institutos de Japón, salían de vacaciones. Algunos estudiantes se encontraban felices, otros tristes ya que no volverían a ver a sus compañeros y/o amigos debido a la universidad.

Un peli—negro y un peli—rubio, se encontraban en el cuarto del heterocromatico besándose. No eran pareja o algo por el estilo, sólo eran mejores amigos.
Aprovecharon la situación, ya que los padres del de menor estatura, no se encontraban, así que tenían la casa sola.

Pero vaya, que lastima para el peli—negro, sus padres llegaron antes de tiempo, y como era de costumbre, entraron sin hacer ruido alguno. Cuando entraron a la habitación de Obanai, vieron a este besando con un chico de ojos rojos, en una posición algo extraña.

El heterocromatico estaba en shock, no podía creer que sus padres lo habían visto, se suponía que llegarían mucho más tarde.
Él nunca había salido del closet con sus padres, ya que eran demasiado homofobicos.

Así que sus padre al verlo de esa manera, no dudaron para nada, era obvio que su hijo era homosexual.

...

Unas gotas de sangre empezaron a caer al suelo, manchando la alfombra blanca que se encontraba a sus pies, el peli—negro estaba sangrando por la nariz y boca; la sangre mezclada con saliva, salía de la comisura de sus labios. Acababa de recibir una paliza de sus padres, sólo por el simple de echo de ser homosexual.

El heterocromatico se levantó del suelo, y con la manga de su uniforme, limpio la sangre de su boca, miró con seriedad a sus progenitores, sonrió y soltó una leve risa burlona, para después sentir una cachetada, por parte de su madre.

—¡¡DIME QUE HICIMOS MAL PARA QUE SALIERAS CON TAL ASQUEROSA ENFERMEDAD!!! ¡¡¡DIME!!— Gritó su madre.

— ¡¡No es una enfermedad!!¡¡Es una orientación sexual, sólo es gusto!! ¡¡No tiene nada de malo!!

Volvió a recibir otra cachetada, pero esta vez, por parte de su padre.

— Claro que lo es! Es una asquerosa y repugnante enfermedad! Solo son enfermos mentales!— Gritó esta vez su padre.

—¡¡LO QUE EN VERDAD CAUSA REPUGNANCIA Y ASCO, SON USTEDES!!— Gritó con enojo Obanai, para después recibir otra cachetada.

— Silencio! Te vamos a llevar a un campamento todo el verano; sólo para que se te quite esa asquerosa enfermedad. Más te vale volver sano.

...

—¿En serio? Pensé que serían más listos. Me quieren quitar mi ''enfermedad'',y me mandan a un campamento repleto de hombres. Que estúpida es su lógica.— Pensó Obanai, pisando ya el terreno de aquel campamento.