Capítulo XVIII.

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"A pesar de ti, de mí y del mundo que se resquebraja, yo te amo". -Lo que el viento se llevó

Capítulo XVIII.

Actualidad: Después del rescate.
Park JiMin.


El auto se movía con rapidez mientras veía como esas mismas personas que nos ayudaron a escapar atendían a JeonSoo; seguía inconsciente y pronto yo también lo estaría por el sedante que me habían dado, seguía tratando de analizar la situación hasta que finalmente caí en la conclusión de que ya no tenía que analizar nada; estaba a salvó, estaba bien, era libre y eso era todo. No me preocupo en dejarme caer en aquel sueño impuesto por las personas que trataban de ayudarme porque al final estaban haciendo eso, ayudándome.

Cuando desperté estaba en una cama, alguien estaba a mi lado abrazándome por la cintura y me daba calor, era cómodo tener cierta presencia a mi lado; no hacía falta levantar las colchas para saber qué era YoonGi, pero lo hice de igual forma solo para apreciar su lastimado rostro. Por primera vez, lo bese por mi cuenta y él se removió rápidamente para ponerse en alerta, al darse cuenta que había sido yo me mostró una sonrisa que no llegaba a sus ojos.

-Veo que se te perdió el camino de tu cama -dije.

-Claro que no, dónde duermes tú, duermo yo.

Sonreí y un dolor punzante se apoderó de mí cabeza, mi acompañante se dio cuenta de eso e intentó acomodar mi almohada dejándome ver los vendajes en sus muñecas. -¿Duelen mucho?

-No, estaré bien en un par de días.

Sabía que eso no era verdad, que tendría que tomarse demasiado tiempo para sanar y que claramente aún tenía miedo de que cuando abriera sus ojos siguiera estando en aquel lugar sin mí, pero no quise indagar más en el tema y solo me dediqué a hacer algo que quise hacer desde hace mucho tiempo: estar con él.

-Eso fue inesperado -admitió en voz alta y temblorosa.

-¿Qué cosa?

Él me sonrió antes de responder. -Extrañaba tu cercanía.

«Y yo te extrañaba a ti».

-También yo -finalmente lo dije-. Sé que no volveremos a ser esos chicos que se enamoraron perdidamente en el pasado, sé que posiblemente nuestras pesadillas jamás desaparezcan, pero también sé que ya no me puedo obligar a odiarte porque lo que siento por ti es amor y la vida es muy corta como para seguir alejando a alguien que ya me pidió perdón.

Estuvo un largo momento procesando mis palabras. En ese silencio me fijé en las marcas de su rostro, en lo inflamado que tenía algunas partes y lo lastimado que estaba, pero por sobre todo en el temblor de las comisuras de sus labios, esas que temblaban cuando intentaba reprimir una sonrisa, una real. No puedo evitar derrumbarse ante sus miradas tras darme cuenta de lo ansioso que estaba por verlo sonreír, por verlo feliz, por verlo junto a mí.

-¿Eso significa que cuando salgamos de este lugar aceptarás tener una cita conmigo?

Me reí de inmediato y también me mareé por ello. -¿De verdad solo piensas en eso? ¿Citas?

-También pienso en otras cosas, pero si crees que la cita ya es algo intenso es mejor que no sepas qué es lo demás.

-Estás completamente loco -dije entre dolorosas risas.

-¿Eso es un sí?

Lo siguiente que hice fue taparme con las colchas ignorándolo mientras insistía en insistía, al darse cuenta que no tenía intenciones de responderle solo para molestarlo se rindió y volvió a recostarse a mi lado, incluso con el dolor físico pasó su brazo por debajo de mi cabeza y me acerco hacia él hasta que estuve, prácticamente, acostado en su pecho. Note que soltó una risilla cuando se dio cuenta de mi rostro enrojecido y reproche por ello. -¿Por qué te ríes?

Bittersweet Dream | YoonMin #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora