«Todos morimos, lo que importa es el cómo y el cuándo».
-Corazón Valiente, 1995.Capítulo XV.
P;JM
-Jimin, Jimin, despierta. -Un golpe en mi frente me hizo abrir los ojos- Estabas babeando.
Me queje en voz alta y miré a la persona que había interrumpido mi sueño; su sonrisa perfecta me cegó por completo, quedé perplejo, o quizás fue la sensación lo que me mantuvo estático, esa sensación que solo él puede crear en mí.
-YoonGi...
-Vas a llegar tarde a la escuela, levántate.
Fruncí el ceño cuando dijo eso y estuve a punto de reprochar si no fuera porque él tiró las colchas que me cubrían; mi cuerpo delgado quedó al descubierto y solo tenía el pantalón de pijama, mi abdomen desnudo era el blanco de sus ojos y ni siquiera se giró, más bien, ni siquiera tenía pena de estar comiéndome con la mirada.
-¿Podrías dejar de verme como tu presa? -me reí mientras me frotaba los ojos y trataba de ponerme de pie.
El suelo estaba frío, pero eso él ya lo sabía y se había apresurado a buscarme las pantuflas, fue en ese momento que me di cuenta de lo que estaba pasando. No sabía si estaba dormido, inconsciente o muerto, pero era uno de mis recuerdos favoritos de YoonGi. Hace unos días habíamos ido a acampar con los chicos al bosque, fue en aquel entonces. Tres días antes de la desaparición de mi hermana.
-¿Qué quieres desayunar? -Me preguntó, siguiéndome.
-Tostadas.
-¿Solo eso? ¿Cuándo será el día que dirás algo romántico como "Te quiero desayunar a ti"? -reprocho en un puchero, apoyándose en el marco de la puerta del baño con los brazos cruzados sobre su pecho mientras yo reía y ponía el cepillo de dientes en mi boca.
En el reflejo del espejo había alguien diferente, no me sentía yo. Faltaban las cicatrices, las marcas, la mirada caída... Me faltaba la peor parte de mí.
-Eso no es romántico, es pervertido.
-Toda perversión tiene su lado romántico, ¿por qué no puedes ser un novio como Christian Grey?
-¿Tóxico?
-Jodidamente sensual y romántico.
Negué con la cabeza, divertido. -Gracias por la recomendación, pero ese no fue el mejor ejemplo, prefiero ser algo así como Lan WangJi.
-¿Quién es ese?
-Buscalo en internet.
-Ah, Park JiMin, dímelo, dímelo, dímelo.
Esa mañana me reí con fuerza. Yo jamás podría ser como aquel personaje de novela, a mí la risa se me escapaba por los poros, pero YoonGi fácilmente podía ser Wei WuXian; su personalidad tan coqueta, traviesa y muchas veces frívola e insensible los hacía ver cómo parientes así no sea posible.
-Lan WangJi es el compañero de vida de Wei WuXian.
-¿Estás diciendo que soy ese último tipo y que seremos como ellos?
Me limpie la boca antes de mirarlo y responder. -Estoy diciendo que si algún día desapareces podría esperarte por más de trece años.
Frunció el ceño con una expresión divertida en su rostro. -¿Eso fue una declaración de amor?
-Tomalo como quieras.
-Sonó como una, así que, sí, fue una declaración de amor.
Si comparó al YoonGi de aquel entonces con el de ahora sería deprimente porque ya no existe, al menos, no por completo. La última vez que intentó ser así, la persona de antes, todo se oscureció a nuestro alrededor y terminamos yendo por caminos separados para buscar a personas que, por culpa del destino, se encontraron con la mala suerte; nosotros. Quisiera pensar que sus vidas habrían sido mejores si no nos hubiéramos topado, tal vez si hubiera nacido en otra familia JiYeon no tendría esas carencias emocionales que la convierten en una persona inestable, pero no es así y la razón es simple: Ella decidió avanzar por un camino con curvas y muchas piedras, nosotros ni siquiera sabíamos que algo así existía. JeonSoo tristemente ya había terminado ese camino y se encontró con un barranco, pero se sentó en las orillas, a esperar supongo. Nosotros estábamos muy lejos como para poder entenderlo o hacer algo, así que no fue nuestra culpa.
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Bittersweet Dream | YoonMin #3
FanficMuchas veces soñamos con personas que conocemos, que pudimos conocer e incluso que tuvimos que alejar. Algunos se convierten en dulces sueños, otros en pesadillas y, en el peor de los casos, en sueños agridulces; aquellos que amamos tanto como odiam...