Capítulo VIII.

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Es difícil escuchar tu nombre cuándo no te he visto desde hace tanto tiempo.

Es como que nunca existimos, ¿fue solo una mentira?
Si lo que teníamos era real, ¿cómo podrías estar bien?
Porque no estoy para nada bien.

-5 Seconds Of Summer, Amnesia.

Capítulo VIII

Mayo.


-¿Quieres hablar? -preguntó YoonGi abriendo la puerta de mi habitación, últimamente había estado en silencio y casi no hablaba con nadie, realmente nadie lo hacía; apenas nos mirábamos y nos decíamos algo- Has estado callado estos días.

«Es que no sé qué decir». Una parte de mí seguía molesto con él aunque Jungkook le hubiese perdonado y la otra seguía procesando lo que era perder a una amiga. Me giré en mi cama para ver la pared e ignorarlo. Me gustaría reprocharle, gritarle o mostrarle que su presencia me es insoportable, pero no tenía las fuerzas para hacerlo.

Min YoonGi estaba con nosotros en Ggweing después de lo que pasó, recuerdo que al llegar del funeral él nos estaba esperando con la herida ya en su proceso de sanación y un café para cada uno. No quise estar presente cuando hablaran con Jungkook, pero escuché gran parte de su conversación porque las paredes en esta casa eran débiles; «lamento haber llegado tarde», fue lo que más me marcó de lo que dijo YoonGi y luego escuché sus sollozos. Me rompí más. Esa noche tomé la almohada a mi lado y la presioné contra mi cabeza para ocultar mi llanto, no quería que nadie me viera llorar más de lo que ya había llorado.

-Jimin, se que no quieres verme -habló sentándose a un lado de la cama-, pero...

Entonces no pude evitarlo. Fue como si alguien me tomara de los brazos y me impulsará hacia él para abrazarlo, y fue extraño, se sintió bien, no sabía si era porque necesitaba un abrazo o porque lo echaba de menos a él, pero lloré en su pecho y me dejé cautivar por el aroma de su fragancia y la calor que sus brazos me proporcionaban. Él no dijo ni una sola palabra, solo permaneció abrazándome, aferrándose a mi cuerpo como si no quisiera separarse nunca o como si no... quisiera dejarme caer.

-La quiero de vuelta -confesé.

Su cuerpo se tenso ante mis palabras y sus brazos apretaron más mi cuerpo. -También yo.

JeonSoo tampoco salía de su habitación y de vez en cuando escuchaba como Jungkook abría su puerta para preguntarle cómo estaba, justo en estos momentos lo estaba haciendo y me sorprendía lo fuerte que era siendo que era el más cercano a ella; jamás se separaban, no como esas parejas románticas que parecen chicles, sino como verdadera familia. Habían pasado tanto tiempo juntos que, al parecer, temían la ausencia del otro. Y hoy SooRim ya no estaba. Fue deprimente darse cuenta de eso.

A veces miraba a Jungkook y veía bajo sus ojos cada vez más grande la oscuridad, también sabía que no estaba durmiendo en una cama porque parecía recordarle mucho más que ya no tenía a quien abrazar. Lo sabía y saberlo hacía del dolor uno más grande.

-Me sorprende cómo sigue de pie -confesé tratando de detener mis lágrimas y alejándome de YoonGi.

-Estar con SooRim no solo debió haber sido estar juntos, sino también amar sus defectos y aprender de ellos, quizás por eso ambos eran tan fuertes y por esa misma razón Jungkook lo sigue siendo.

-¿Crees que ella tenía defectos?

Soltó una risa amarga y nostálgica. -Claro que los tenía, eso era lo que me atraía de ella -confesó, no pude ni sentir celos, jamás podría-. Me gustaba su capacidad de tenerlos y mejorarlos para convertirlos en virtud.

Bittersweet Dream | YoonMin #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora