2.6 La vida después de tí "I"

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En la entrada de la casa había una camioneta enorme de color negro que los Stilinski conocían perfectamente, era el auto de Val, quien les abrió la puerta con un gesto gracioso intentando imitar una reverencia, Stiles rodó los ojos y se sentó en el lado del copiloto y Mika se trepó en los asientos traseros, rebuscando en los bolsillos del asiento que tenía en frente hasta que encontró un libro que había estado leyendo, busco con su mano a tientas por el suelo y cogió su almohada para acomodarse, se puso a leer ignorando a los dos adultos que estaban en frente. Había estado tantas veces en ese auto que prácticamente los asientos traseros eran otra habitación para el.

-Val, tienes que dejar de ir besándome por ahí, la gente lo va a mal interpretar- explicó Stiles por vez... No sabía cuántas porque había perdido la cuenta.

-Y qué, Stiles sabes que estoy enamorada de tí, que entre en tu cabeza que es en serio, los quiero a los dos en mi vida de forma permanente- Val le guiñó un ojo y le sacó la lengua para ponerse a conducir.

-No hay caso contigo, vamos, conduce que es hora de que el bebé tome su cena- Stiles revolvió el cabello de su amiga y puso unas coordenadas en el GPS, era el pueblo vecino, un restaurante de los mejores en todo el estado.

-Nunca me haces caso- Val hizo un puchero y estampó un beso en la mejilla de Stiles soltando una carcajada y tomando rumbo por la carretera.

-Olvídalo mami Val, papá es un nulo emocional- interrumpió Mika desde atrás aún con el libro entre sus manos sin moverse de su lugar, porque el chico conocía a su padre perfectamente y había visto más de una vez como la gente le declaraba abiertamente sus sentimientos y él, parecía no notarlos, así que no era nada nuevo.

-Mika, en vez de decirle cosas malas a tu padre, por qué no mejor me cuentas cómo te fue en tu primer día de clases en línea, ¿estuviste atento?, ¿Asististe a todas tus clases?, ¿Cómo son tus profesores?- Stiles mejor cambió el tema porque su hijo siempre lo molestaba con lo mismo y ahora prefería centrarse en las cosas que sí puede controlar.

-He sido un buen chico papá, no te preocupes... Sabes, tu amigo Liam es mi profesor de matemáticas, la aplicación que me pusiste en la computadora se conecta con los profesores más cercanos y mejor evaluados, así que él era uno de los que estaba disponible y lo dejé marcado como profesor exclusivo- El chico recordaba a Liam y había sido muy simpático, además le contó que quería mucho a su papá Stiles ya que lo había ayudado a él y a su esposa Malía cuando eran jóvenes y el apreciaba a las personas que admiraban a su papá.

-No tenía idea que Liam fuera profesor, pero me alegra bastante, ¿y el resto cómo estuvo?- Stiles se enfrascó en lo que era una típica conversación Stilinski y eso a Val le llenaba el corazón y se sentía afortunada de compartir estos pequeños momentos

-Bien, hay otra profesora de biología que la he mercado como exclusiva, el resto prefiero ir rotándolos para ver si me convence alguien más porque, creo que no me terminaron de gustar... Pero estuvo bien y no me salté ninguna clase por si te lo preguntabas, además ya lo sabrías, no creas que no sé que ustedes dos tienen mi computador rastreado y saben si asistí a clases o no- Mika se sentó en su asiento y miró a los dos adultos con sus ojos astutos, ya desde mucho había aprendido que la gente con la que se rodeaba lo querían y lo cuidaba mucho, pero a veces caían en la sobreprotección y eso a veces era un poco extremo teniendo en cuenta que dos de esas personas eran del FBI y la otra era la sub jefa del gremio de información de su padre.

Val por lo menos tuvo la decencia de parecer avergonzada frente a las palabras del chico, porque precisamente había investigado a todos los profesores que se conectaron con Mika mientras venía de camino, porque primero había averiguado dónde es que estaban y sí, tenía puestos todo tipo de programas de rastreo tanto en el teléfono como en el computador de Mika, después del susto que pasaron cuando la niñera llamó desesperada a Stiles, diciendo que Mika se había perdido, y al final resultó que había hecho un amigo en la calle y estaban los dos jugando en el parque de la urbanización donde vivían... Después de eso Stiles puso un rastreador en la muñeca del niño y despidió a la niñera por no estar cuidando a Mika; ella la mandó directamente a un castigo del cual Stiles no sabía nada, tampoco es como que le fuera a contar alguna vez.

No soy un maldito Hale, soy Stilinski #STEREKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora