1.6 La boda y tu llegada

1.4K 158 18
                                    

A mi amado Mika:

No logras imaginar la locura en la que se vió envuelto ese pequeño apartamento el fin de semana en que vino tu abuelo con tus tíos y les contamos la noticia de que nos casaríamos, no te lo voy a negar, al principio creía que todos se iban a oponer y juzgarme por aprovecharme de un hombre como Stiles y su corazón, sobre todo porque todos me conocían simplemente como una mercenaria que tenía más edad que tu padre.

Tenía los nervios en mi garganta, estas personas son y siempre fueron importantes para Stiles, por eso necesitaba que todo fuera bien y que aceptasen toda esa locura. Habíamos citado un par de horas antes al Sheriff... Perdón, a tu abuelo, porque Stiles quería hablar en privado con él, antes de darle la noticia a tus tíos, así que hicimos una comida, o más bien le ayudé a tu papá con la comida e hicimos algunos arreglos en el departamento, matando el tiempo esperando con nerviosismo que llegase la hora.

Sonó el timbre y allí estaba, al abrir la puerta Stiles y tu abuelo se fundieron en uno de sus típicos abrazos, los cuales en secreto muchas veces llegué a envidiar, hasta tu llegada, no tenía a nadie a quien expresarle esa clase de amor. Cuando me vió, también me dió un abrazo y una sonrisa tranquilizadora, en ese momento me alegré que Stiles tuviera una comunicación tan abierta con Noah, porque ya sabía sobre mi situación y que estábamos viviendo juntos, así que el golpe no sería tan fuerte.

Nos sentamos a comer y se notaba un poco de tensión en el aire, supongo que era eso de que los padres conoces a sus hijos y Noah sabía que algo estaba pasando, pero nos dió el espacio y el tiempo de ir a nuestro propio ritmo para poder explicar la situación, después de comer preparé café y nos sentamos en la sala, era el momento de ahora o nunca, Stiles me tomó de la mano y me ofreció una sonrisa tranquilizadora, después miró a su padre y le soltó un "nosotros nos vamos a casar" así, sin anestesia, explicación ni nada, cosa que obviamente a tu abuelo lo dejó con la boca abierta.

Al contrario de lo que me imaginaba, no se molestó ni se alteró, solo nos preguntó por qué nos íbamos a casar, si acaso habíamos desarrollado sentimientos y no lo habíamos dicho o era otra cosa; así que Stiles le dio una explicación desgarradoramente sincera, le dijo: papá, sabes que después de todo lo que he pasado, soy alguien que está lo suficientemente roto como para que otro pueda amarlo, pero eso no implica que me deje de importar la gente y a quienes considero mi familia, sé que lo que hizo Derek no tiene excusa, pero no es la culpa de Breaden ni de ese bebé, quizá el no sea capaz de ser responsable de sus acciones, pero no voy a dejar que una mujer maravillosa como ella cargue con toda la culpa, ni mucho menos el bebé, y como sé que el amor no está adentro de mis planes y por lo menos tampoco en este momento en los de ella, lo que sí está en nuestras mentes es ese niño, al que ambos vamos a amar incondicionalmente y francamente, creo que esta es mi única oportunidad de amar a alguien, amar a un niño que ya considero mi hijo y darle la familia que se merece, y si Breaden algún día encuentra el amor con otro hombre, espero que sea feliz y amada porque se lo merece y merece amar con todo su corazón a un alma buena que la sepa valorar y ver tal cual es, yo nunca me interpondré y la dejaré ser feliz, lo único que le pediría es seguir siendo el padre de ese niño, porque lo soy ahora y lo seré siempre.

Sinceramente, para cuando terminó de hablar, las lágrimas corrían como cascadas de mis ojos, no entendía como Stiles podía creer que nadie lo amaría jamás, que no era lo suficiente como para ser amado y feliz; me prometí en silencio en hacer todo lo posible porque nuestra pequeña familia funcionara y que fuésemos felices a nuestra manera, tu abuelo también estaba conmovido y nos envolvió a ambos en un abrazo, nos deseo felicidad y eso me alivió bastante para ser sincera.

Stiles me secó las lágrimas y dijo que iría por un pastel, pero sabía que esa era la excusa para dejarnos a su papá y a mi solos, mis emociones estaban disparadas, pero tu abuelo, como buen Stilinski, me abrazó con fuerza y me prometió que todo estaría bien, que ahora seríamos una familia y que estaba feliz de tener otra hija y un nieto al cual mimar. Sus palabras me tranquilizaron al instante y como por arte de magia, Stiles apareció con un pastel para celebrarlo.

No soy un maldito Hale, soy Stilinski #STEREKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora