Treinta

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A decir verdad, Skeppy esperaba de todo menos eso. ¡Pero es que ni siquiera se esperaba algo! De un momento a otro, su alma gemela le dijo que se podía hacer más pequeño y parecerse a él, ¡y se hizo humano! ¡¿Cómo?!

No tenía ni idea. El silencio que siguió a su grito se extendió por un largo momento antes de que Skeppy comenzase a mover cuidadosamente la cabeza de su alma gemela de un lado a otro. Sin cuernos, sin colmillos, orejas humanas normales, la piel de un color claro, nada parecida a su apariencia anterior. Sus ojos no eran completamente blancos, sino que tenían unos iris verdes. Un verde como nunca antes lo había visto. Nada de cabello negro, sino cabello castaño, largo, con un aspecto mucho menos enredado que el anterior. Bajó la mirada un poco y notó como su alma gemela ahora nadaba en la bata azul claro de la clínica, la cual le quedaba perfectamente hace unos momentos atrás.

No veo muy bien —declaró Bad mientras sonreía levemente. Frunció el ceño un poco y levantó las manos para ponerlas sobre las de Skeppy. La gema admiró sus manos. Sin garras, con las uñas bien recortadas. Vaya… simplemente… vaya.

Eres… una caja de sorpresas —Se animó a decir por fin, luego sacudió la cabeza un par de veces—. ¿Hay algo más que debería saber sobre ti?

Bueno… —El ahora humano desvió la mirada al lado.

—¡No, no! —Skeppy se apresuró a negar con la cabeza de nuevo, esta vez mucho más efusivamente—. ¡Sé que pregunté, pero realmente no estoy listo para enterarme de algo nuevo! —exclamó. Bad devolvió su mirada a él, entrecerrando los ojos un poco.

Está bien, está bien —respondió su alma gemela mientras le dedicaba una sonrisa amplia.

Incluso siendo humano eres increíblemente lindo —murmuró la gema antes de poder evitarlo. Sintió como sus mejillas se calentaron y trató de retirarse, pero Bad apretó sus manos con decisión.

—¡Aw, gracias! —respondió, inclinando un poco su cabeza contra la mano derecha de Skeppy y acariciando con el pulgar izquierdo a la mano que descansaba en su otra mejilla—.  Pero creo que tú eres más bonito, en cualquier forma.

El calor en las mejillas de Skeppy creció más.

—¡No, tú más! —declaró infantilmente, ganándose una risa en respuesta.

—¡Definitivamente tú más!

—¡No, no, tú más!

—¡No mientas!

Ambos soltaron una risa alegre antes de que se alejasen por fin. Bad se permitió acariciar una vez el cabello de Skeppy antes de preguntar algo.

—¿Entonces esta altura es buena? —murmuró acomodando unos mechones sueltos de cabello por aquí y por allá. Skeppy admiró al humano-no-humano frente a él y, después de un largo vistazo, habló.

—No creo que sea buena idea pedirte que te pongas de pie porque, bueno, la bata es gigante ahora —Hizo un gesto con la mano para indicar ese hecho—, así que no podemos comprobar tu altura…

—Déjalo, Skeppy —interrumpió una tercera voz—. Se nota a leguas que aún siendo humano, es más alto que tú.

Mente en blanco [Skephalo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora