Alaska Malfoy había vivido toda su vida limitaba por su padre, estaba llegando al punto de que su mente estába muerta pero su cuerpo vivo.
Eso pensó hasta que le asignaron darle turorias de Encantamientos a James Potter un Gryffindor revoltoso aman...
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Dumbledore miro con molestia a Tom que solo mantenía una sonrisa divertida en su rostro.
-¿Cómo pudiste hacer esto? Sin siquiera consultármelo Tom.-Dijo Dumbledore con decepción y voz de abuelo hacia Tom que solo rodo los ojos ante el tono de Dumbledore.
-Hay por favor Dumbledore no me vengas con ese tonito que me desespera y mucho.
-Pues ese tonito es el que mereces y más, como se te ocurre infiltrarte a Hogwarts donde los maestros te pueden reconocer.
-O tal vez porque no me dices por qué no me comunicaste sobre Alaska Malfoy.
Dumbledore miro con confusión a Tom.-Yo que iba a saber que tienes un interés por la chica y además todo el mundo sabe de ella si fue una gran noticia que estuviera en Ravenclaw y además fuera mujer.
-Pues no sabía y me lleve una sorpresa am enterarme, me entro un interés en ella.
-Si tú lo dices, solo no te obsesiones con ella jamás te hará caso Tom.
-Y tú que sabes, la quiero en mis filas a ella y a toda su familia a mi disposición.
-Oh el pequeño Tom ya se obsesiono.-Dijo Dumbledore burla.- No se te valla a ablandar tu corazón de hielo.
La molestia de Tom se hacía más presente en cada palabra que Dumbledore decía.-Yo no estoy obsesionada con ella Dumbledore y recuerda yo no puedo amar a nadie.
-Si tú lo dices, lo importante aquí es que te irás del colegio y ya no vendrás más por aquí.
-¿Y por qué te haría caso?
-Por qué no tienes ninguna necesidad de estar aquí o al menos que tengas algo aquí.-Dumbledore lo dijo con sutileza él sabía que Tom jamás reconocería su nueva obsesión por la Malfoy.
-No claro que no tengo un motivo para estar más tiempo aquí.-La sonrisa falsa que Tom le dio a Dumbledore demostró molestia ante las palabras de Dumbledore.
-Perfecto solo falta que te vayas.-Dijo Dumbledore con una sonrisa de abuelo.
Tomdesapareció de la oficina ante la mirada de asombro de Dumbledore, nadie podíaaparecer y desaparecer en los terrenos de Dumbledore ni él podía hacer eso.
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