Alaska Malfoy había vivido toda su vida limitaba por su padre, estaba llegando al punto de que su mente estába muerta pero su cuerpo vivo.
Eso pensó hasta que le asignaron darle turorias de Encantamientos a James Potter un Gryffindor revoltoso aman...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Tom Riddle nunca fue una persona que se sentaba a esperar lo que quería, el actuaba para conseguirlo y siempre le había funcionado.
Había sido muy difícil de encontrar la forma de localizar a Freya Malfoy o ahora Fraser, sabía que Freya era muy buena escondiéndose y encontrarla no sería fácil o eso pensó hasta que recibió una respuesta de una carta que mandó hace unos días.
Tal parecía que tenía su propia casa a las afuera de Londres; era una casa de campo escondida de todo, tenía planeado hacerle una visita para tratar distintos temas.
Así que cuando estuvo frente a la puerta blanca de la puerta de Freya no le sorprendió que me mujer lo recibiera con la varita arriba lista para ser atacada por él.
-¿Qué hacer tu aquí?-Pregunto con frialdad y molestia.
-Vine a tratar diferentes temas mi querida Freya.-Dijo entrando a la casa de Freya para darse la vuelta intentando besar la mano de Freya pero ella la quito rápidamente.
-No me toques.-Dijo cerrando la puerta con un poco de fuerza.
Tom espero a que Freya avanzará para seguirla y ella al ver eso suspiro con frustración para empezará a caminar a la cocina.
-¿Qué haces aquí Tom? Según tengo entendido ¿no estás en tu faceta de conquistar el mundo mágico?-Dijo sirviendo él té para ambos.
-No es una faceta es un modo de vida que pronto tendrá frutos.
-Si tú lo dices, ¿ya me dirás que haces en mi casa?
-Bueno creo que eso lo es necesario ya que lo sabes.
-Sabes proponer a las familias sangre puras de América del Norte unirte a ti no fue muy bueno que digamos.
-No lo pensé en el momento, según yo eta una muy buena decisión.
-Bastante buena.
-Tu sarcasmo no ha cambiado, sigues siendo la misma Freya de hace algunos años.
-No soy la misma Tom, pero eso ya lo sabes y por eso viniste a buscarme directamente tú.
Tom se encogió de hombros con indiferencia.-Puede ser, puede que no seas la misma de antes pero todavía tienes una deuda con nosotros.
-La verdad es que esa deuda ya quedó pagada hace mucho tiempo Tom y eso tú lo sabes.
-Puede ser, pero digamos que necesito algo de ti.
-¿Qué necesita el grandísimo Tom Ridlle de mí?
-No es necesario ese tono en mí, Freya y necesito que me ayudes a deshacerme de Dumbledore.
-¿Qué ya no aceptará tus planes y se interpone a ellos?
-Exacto, ya no lo necesito más y solo quiero deshacerme de él lo más pronto posible.
