Mal presentimiento

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Capítulo 8

Salí de la casa y subí la escalera en la que me esperaban mis otros padres.

—¿Fué algo hermoso, cielo? —me preguntó la otra madre.

—¡Claro, se columpiaron y me levantaron de mi asiento, Spink y Forcible! —hablé emocionada mientras caminaba hacia la casa —. ¡Pero no eran viejas solo era un disfraz y luego volé por los aires! Y fué, fué algo mágico.

—Te gusta estar aquí, ¿verdad Coraline? —volvió a hablar, asentí mientras entrábamos a la casa —. Podrías quedarte para siempre, si quisieras.

—¿¡Enserio!?

—¡Claro! Cantarás, jugaras y tu madre te hará tus comidas favoritas —añadió el otro padre.

—Así es, y solo queda un detallito por hacer. 

—¿Qué cosa?

—¡Es una sorpresa! —rió el otro padre acomodando mi silla.

—Antes que nada, debe estar Kate presente —dijo la otra madre. El otro padre subió y algunos minutos después bajó con Kate atrás venían riendo un poco.

—¡Hola Coraline! ¿Cómo te fué con las vecinas? —habló Kate sentándose a mi lado.

—Bien, ¡volé por los aires, fue maravilloso!

—Que bueno que te divertiste —me dijo sonriendome tocándome el hombro, luego miró a la otra madre —. ¿De qué querías hablar? 

—Oh bueno, estaba contándole a Coraline que ustedes pueden quedarse en este mundo si quieren, solo falta un detalle —la sonrisa de Kate se ensanchó y me miró feliz, nuestros otros padres sacaron algo detrás de ellos —. Para nuestras muñequitas. 

Dejaron dos cajas, con rayas negras y verdes y con un moño rojo decorando la tapa de cada caja.

Nos miramos y la abrimos al mismo tiempo. Nuestra sonrisa se fué y una cara de confusión la reemplazó, dentro de las cajas habían dos botones, hilo y una aguja. Intercambiamos miradas y luego los miramos.

—El negro es lo clásico, pero si prefieres rosa, o bermellón, o verde —los botones cambiaban al color a medida que los decía —. Aunque me daría envidia.

—¡Eso nunca, no cocerás botones en mis ojos! —exclamé empujando ambas cajas al centro de la mesa, y luego tapando mis ojos.

—Ay, pero deben acceder si quieren quedarse con nosotros—dijo sin perder la sonrisa.

—Está tan afilada que no senti- AHHH —gritó por un golpe que le dió la otra madre. 

Los miré horrorizada, miré a Kate pero ella estaba raramente tranquila, aunque se veía un poco confundida. La otra madre se colocó entre nosotras.

—Es su decisión niñas, queremos lo mejor para ustedes —colocó la caja frente a mí, Kate carraspeó llamando la atención antes de hablar.

—Solo aceptaré si mi hermana acepta —dijo sorprendiéndome, estaba muy rara ella ni loca aceptaría y menos que menos dejaría que yo lo haga. 

Sentí dos miradas muy fuertes levanté la cabeza y eran Kate y la otra madre quienes me miraban atentas, Kate me miraba como si me dijera "Acepta". Debía descubrir qué le sucedía.

—Emm.. ¡Me voy a dormir! ¡Ahora! —hablé levantándome de la silla.

—¿Disculpa? —comentó la otra madre

—¿Sin haber cenado? —habló ahora el otro padre.

—Coraline, primero come y luego duermes si no, no podras dormir tranquila te dará hambre a la madrugada.

Survivors  //Coraline y la puerta secreta (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora