Capítulo 01

4.8K 513 245
                                    

Dedicado a soydhayana, por ser una de las piezas más importantes de Indie Gentes. Te adoro.❤️

Pacho

Estaba a punto de morir.

Era el amo y señor de las malas ideas, y por eso había decidido salir a trotar esa mañana. Yo, que no había hecho ejercicio en toda mi vida, había salido a trotar diez kilómetros.

No solo me dolían los pulmones como si me los estuvieran quemando con un soplete, sino que en el proceso me entraron unas gigantescas ganas de ir al baño, así que giré y corrí de vuelta a mi casa. Solo que esta vez, empecé a correr con desesperación.

Al llegar a la puerta del edificio, me topé con Nani esperando por mí, sentada en las escaleras de piedra. Al verme, frunció el ceño y me destiló una mirada cargada de odio.

—Nani, ahora no —le dije, sacando las llaves con urgencia.

Maldita sea, era domingo y no había portero. Abrí la puerta del edificio con dificultad y corrí hasta el ascensor, con ella detrás de mí, por supuesto.

—Me pediste que estuviera hoy a las ocho de la mañana, ¿y qué sucede? Llego veinte minutos tarde porque sé que nunca eres puntual, y resulta que ni contestas el intercomunicador ni el teléfono —reclamó mientras subíamos hasta el pent-house—. Tuve que esperar media hora en la calle.

—Se me olvidó que venías —admití.

—Me di cuenta.

Nani se cruzó de brazos y me inspeccionó.

—¿Por qué estabas corriendo? ¿Intentaron asaltarte? ¿Estás bien?

Cambié mi peso de un pie a otro, apretando los labios. Y otras partes del cuerpo también.

—Estaba haciendo ejercicio.

Echó la cabeza hacia atrás, sorprendida, y me miró como si le hubiera admitido que era un extraterrestre.

—¿? ¿Ejercicio? ¿Por qué? ¿El médico te dijo algo sobre tu salud? ¿Tienes algún problema?

—En este momento tengo muchos problemas. El más urgente es que necesito ir al baño.

Las puertas del ascensor se abrieron, dando justo con mi departamento. Mejor dicho, pent-house. Me apresuré hasta la puerta del baño de mi habitación y escuché la ducha abierta, lo cual me hizo soltar un par de insultos.

—Nani —la llamé antes de ir al baño de invitados—, ¿puedo pedirte un gran, gran favor?

Estaba sirviéndose un vaso de jugo cuando me miró.

—Me lo pedirás, aunque me niegue y me insistirás hasta que lo cumpla. —Suspiró y se recostó de la pared, mirándome con suspicacia—. ¿Qué pasó?

—Tatiana está en mi baño —le informé—. No quieres... ¿sacarla de aquí? —pedí, forzando una sonrisa angelical.

—¿Tatiana? —repitió casi con asco. Nani la odiaba y no era secreto para nadie, ni para la misma Tati—. Por Dios, Pacho, ¿no te cansas de volver y terminar con ella? Es como vomitar y luego comerte el vómito.

Me acerqué, llevé las manos a sus mejillas y le sonreí.

—Me encantan todos tus ejemplos asquerosos, por eso trabajamos juntos. Ahora... ¿puedes sacar a Tati? Te prometo que será la última vez.

Resonantes © [Indie Gentes #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora