Capítulo 35

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Él está aquí. Una gran parte de mí lo esperaba desde hace mucho, por eso siempre me pareció verlo reflejado en Keiji-san. Una lágrima se deslizó por mi mejilla derecha mientras lo veía en lo alto de Magano. Lo sabía. Sabía que él aparecería. Después de todo, es demasiado terco, ¿no? Comencé a sonreír cuando lo que le dije, hace mucho, se proyectó en mi mente. Sabía que él volvería a luchar como exorcista y me siento orgullosa de su propio esfuerzo.

Solté un suspiro e intenté llenarme de energías, nuevamente. Mí corazón latía frenético en mi pecho. Mi cuerpo lo sentía débil. Sentía finas y afiladas agujas perforar mi cerebro por todos los lados posibles. Serénate. Llevé mi mirada a mis manos sucias y con pequeños cortes por las batallas que había afrontado. El temblor de mis brazos, por apoyar casi todo mi peso en estos, no me dejaban pensar con claridad.

-Levántate...- musité con debilidad.

Tengo que levantarme. Tengo que ayudar a Shimon. Shimon.

El fuerte rugido de ese monstruo retumbó por todo Magano haciéndome llevar mi mirada al cielo rojizo del territorio Ying. El estruendoso sonido de un choque, que vino después, me hizo abrir los ojos con desmesura. No.

-¡¡Shimon-san!!- gritaron algunos exorcistas haciendo que me mordiera el labio inferior para no soltar ningún gemido.

Mi respiración y mi corazón iban al mismo ritmo. Un sudor frío acarició mi nuca transportándome ansiedad por mis venas. Por favor. ¡Levántate!

-¡Argh!- gemí mientras, con esfuerzo, me ponía de pie.

Sentía mi cuerpo inestable en el suelo rocoso. Fruncí el ceño con fuerza mientras mi vista se desenfocaba del ahora. Mi energía... fue en ese momento que sentí como algo cálido se transportaba hacia mi cuerpo dándome fuerza. Abrí los ojos, desmesuradamente, mientras llevaba mi mirada hacia ese chico molesto y sarcástico, quien, en poco tiempo, se convirtió en alguien de confianza. Tenma se encontraba tendido en el piso, a unos metros de mí, siendo resguardado por Keiji-san y la chica de la casa Mitosaka, Nene-san. Él... me estaba enviando mi energía Yang que había encerrado dentro de él.

-Ten...-

-¡¡Te dije que se te había dado un rol!! ¡Lo que estás haciendo ahora mismo no tiene sentido!- gritó Tenma con molestia mientras se incorporaba quedando en una posición sentada para mi asombro.

Llevé una mano a mi boca para acallar el gemido de alivio al verlo con energías, pero... sabía que aún.. no lo había salvado. Cerré los ojos mientras sentía mi energía Yang recuperarse, lentamente. Tenía que enfocarme en el ahora. ¡Centrate!

-Dónde peleo y lo que hago... ¡Será decidido por mí! No planeo seguirte- respondió con fuerza Shimon haciendo que abriera los ojos con decisión- ¡¡Vas a vivir... y verás tu propia misión!!

Sí, yo también... ¡Opino lo mismo!. Llevé mi mano a mi porta talismanes sacando mis dos hechizos para aumentar mi velocidad y defensa. Sin pensarlo, y sin escuchar las voces preocupadas de mi familia, me lancé a su encuentro. Corrí y, con toda la fuerza restante de mi cuerpo, subí el gran muro de rocas para llegar a una altura adecuada e impulsarme en este, mientras sacaba mi talismán más poderoso, para caer en picada al encuentro de ese chico con quien sabía que podría superar cualquier obstáculo.

"-Esta vez, yo te apoyaré desde atrás..., así como tú lo hiciste por mí, Shimon-"

Esta es mi promesa y determinación.

-¡Byakko Meikyooufu!...- Recité mientras daba una voltereta al frente y caía delante de Shimon- ¡Equipo místico Byakuren kouhou!

-¡Suzaku Meikyooufu!... ¡Equipo místico Shuzen Zappa!-

Todo es cuestión de tiempo - Primera ParteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora